El pasado 28 de enero, 32 lotes atribuidos a culturas prehispánicas de toda América Latina fueron subastados en Francia por la casa Millon. La casa podría incluso amenazar a las autoridades mexicanas por las acusaciones de tráfico en su contra.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Martes 1ro de febrero de 2022 00:55
El pasado 28 de enero, la casa Millon, en Francia subastó 381 lotes con piezas procedentes de Nepal, Costa Rica, Tanzania, República Democrática del Congo, Perú, Ecuador, Colombia, Guatemala, Nigeria, Costa de Marfil, Etiopía, Camerún, Tanzania y Burkina Faso. De esos 381 lotes, 32 correspondían a piezas presuntamente originarias de México.
Se trata de piezas que podrían haberse originado en Colima, así como en el sur del país, en los períodos Preclásico (que se suele datar desde el 2,500 a.C., con la aparición de aldeas sedentarias, hasta el 200 d.C., con la desaparición de Cuicuilco), debido a la presencia de piezas de presunto origen olmeca, y del Clásico (del 200 al 900 d.C. y que corresponde casi en su totalidad a la existencia de Teotihuacán).
El evento, llamado "Carnets de Voyage - Opening Season Sale", recaudó miles de euros por la venta de estas piezas provenientes de África y América Latina. El evento fue rechazado por la secretaria de cultura de México, Alejandra Fausto, quien en una carta expresó que la institución "apela a la ética y respeto por el patrimonio cultural y hace un llamado a la Société Millon a detener la subasta, tomando en consideración los valores históricos, simbólicos y culturales de dichos bienes, superiores a cualquier interés comercial. En el caso de México, dichas piezas representan un legado invaluable de nuestras culturas ancestrales".
Por su parte, la Société Millon respondió que la actitud del gobierno mexicano obedecía a una "estrategia política". "La venta está en armonía con la ley francesa. México no dice nada contra las personas que trafican y a nosotros, que somos honestos, nos dice que estamos robando", fue su respuesta.
El peligro del tráfico de antigüedades
No podía esperarse gran cosa de la Société Millon, realmente. Pero como cereza en el pastel, la casa subastadora podría denunciar al gobierno de México por las acusaciones contra ellos de tráfico de antigüedades, como si efectivamente las piezas no debieran pertenecer a un museo y su lugar fuera en colecciones privadas.
Lo peligroso de ello, además de lo que significa el despojo del patrimonio cultural a otros países para que esas piezas terminen lejos de donde fueron creadas, es que, como señalan los arqueólogos, el extraer artefactos y piezas, por más mínimo que sea, obstruye la obtención de información del lugar explorado.
Eso mismo aplica para las esculturas y vasijas de perro y de la figura antropomorfa olmeca que la casa Millon subastó hace unos días.
Los límites de la política de AMLO en el terreno de la cultura
Sin duda el accionar del gobierno de AMLO y su régimen de la "Cuarta Transformación" (abreviado como 4T), como suele referirse el presidente López Obrador a su administración (entendiendo la independencia de México, la Guerra de Reforma de 1858 y la Revolución Mexicana de 1910 como las primeras tres transformaciones previas a la suya), y la confrontación de éste con la sociedad Millon generan mucha simpatía.
Esto se articula además con muchos gestos y simbolismos que ha llevado adelante López Obrador, como por ejemplo, que para conmemorar los 500 años de la caída de Mexico-Tenochtitlan, el gobierno instaló una réplica a escala del Templo Mayor de los mexicas (llamado en náhuatl como Huey Teocalli), así como renombrar la avenida Puente de Alvarado (nombrada originalmente en referencia a Pedro de Alvarado, uno de los capitanes del conquistador Hernán Cortés) a Av. Tenochtitlan, renombrar la estación del metro a Zócalo-Tenochtitlan y la Plaza del Árbol de la Noche Triste a Plaza del Árbol de la Noche Victoriosa (en referencia a la huida de Cortés de Tenochtitlan el 30 de julio de 1520).
Sin embargo, este mismo gobierno ha impulsado una política de despidos y precarización hacia los trabajadores de la cultura. A la par que, los recortes presupuestales afectan obras muy importantes para la preservación del patrimonio cultural. Un ejemplo de ello es que a escasos metros de la réplica del Templo Mayor, las ruinas del Huey Teocalli original seguían en trabajos de reparación luego de que el techo "provisional" que se había instalado en los 80 colapsara el año pasado luego de una fuerte granizada.
Asimismo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, institución encargada en México de resguardar y conservar el patrimonio cultural del país, denunció el saqueo de su archivo histórico.
No es la primera vez que el patrimonio de México termina subastado como si fuera cualquier mercancía. También en 2021 se denunció el intento de venta ilegal de manuscritos de Hernán Cortés, mismos que habían sido sustraídos del Archivo General de la Nación.
Como planteamos en los párrafos previos, el discurso del gobierno mexicano y su protesta ante la subasta no se corresponde con otras acciones que lleva a cabo, como los recortes presupuestales y los despidos masivos en el sector de cultura. Por otro lado, la Société Millon podrá argumentar que su venta es "honesta", pero entonces cabe preguntarse: ¿quiénes tenían esas piezas originalmente y cuánto tiempo estuvieron en las bóvedas de la subastadora antes de ser vendidos?
Marx no exageraba cuando en el Manifiesto Comunista señalaba que "todo lo sagrado es profanado" y que "todo lo sólido se desvanece en el aire". El capitalismo reduce obras de valor incalculable a simples objetos que se pueden comprar, pues todo lo quiere vender como si fuera una tienda.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana