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Red Internacional
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Tarifazos. Tarifas impagables en Mendoza: contratistas de viña reciben boletas de luz que superan su sueldo mensual

Situación crítica de los Contratistas de Viña de Mendoza: perciben mensualidades inferiores a $250 mil pesos, y les están llegando boletas de luz y agua que rondan entre los $ 70 y los $ 130 mil pesos. A un trabajador le llegó una factura de luz de $440 mil pesos, valor que supera su salario

Sábado 9 de noviembre 20:05

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La realidad de las familias contratistas de viña en Mendoza se ha vuelto insostenible. Obligados a trabajar bajo condiciones precarias, con una mensualidad que apenas alcanza para cubrir una mínima fracción de la canasta básica (el 20% aproximadamente), estos trabajadores enfrentan ahora tarifas de servicios públicos que alcanzan a veces casi la mitad de su mensualidad y, en casos extremos, la superan. En un contexto de ajuste, del que se jacta cínicamente el presidente Milei, y que es aplicado entusiastamente en la provincia por el gobierno de Alfredo Cornejo, trabajadores registrados, como los Contratistas de viña, deben pagar tarifas de ricos, con salarios de indigencia.

Los datos son demoledores e indignantes. Contratistas de viña, quienes trabajan a destajo por una mensualidad y un 18% de la uva cosechada (pagada en cuotas que superan los 6 meses de plazo), están recibiendo facturas de luz (bimensuales) y agua que oscilan entre los 70 mil y 130 mil pesos, llegando en un caso extremo a los 440 mil. Todo esto, mientras sus mensualidades no superan los 250 mil pesos y, en algunos casos, es de apenas 141 mil. Comparado con una canasta básica que ronda el millón de pesos y una canasta de indigencia cercana a los 400 mil, los salarios de estos trabajadores están extremadamente por debajo de lo necesario para vivir dignamente.

La mensualidad de un contratista de viña no supera los 250 mil pesos, y, en algunos casos, es de apenas 144 mil

El caso del contratista Omar, de Rivadavia, que recibió una factura de 440 mil pesos es emblemático de esta crisis. Con un ingreso de bolsillo de apenas 228 mil, esta boleta representa prácticamente el doble de su mensualidad. “La primer boleta me llegó de 18 mil, luego con los aumentos pasó a 180 mil, y ahora esto. No tengo forma de pagarla, ni siquiera dejando de comer”, afirma Omar, indignado: “la finca no tiene pozo, es lo que uso en mi casa, ni siquiera lavarropas tengo”, agrega. Y es que estas facturas corresponden a uso doméstico, y no para uso de la finca (como bombas de agua); en esos casos las tarifas son aún mayores, y la parte que excede el uso doméstico la abona el patrón.

A Omar, de Rivadavia, le llegaron 440 mil pesos en su última factura.

Otro contratista, Antonio, de Chapanay, que percibió en octubre apenas 141 mil pesos de mensualidad, encargado de 8 hectáreas, enfrenta boletas de servicios que alcanzan los 74 mil pesos, entre luz y agua. La situación es clara: en un solo mes, un trabajador contratista, que frecuentemente trabaja ayudado además por su familia, debe destinar entre un cuarto y la mitad de su trabajo para cubrir apenas las tarifas de luz y agua. “La gente está en situación muy crítica, y encima le llegan estas facturas de luz. Si no hay solución, la gente va a dejar de ser contratista y se va a ir a trabajar al día. El gobierno además está matando a los jubilados con los remedios, los medicamentos están al triple que el mes pasado. Encima, el presidente dice que en 2035 vamos a vivir como reyes, es una burla.”, dice Mariano, otro trabajador. A Oscar y Verónica, contratistas de Junín, les llegaron $109.000 de luz, mientras que a Mauricio, por otra parte, contratista de Medrano, le llegó una boleta de 92 mil pesos, “es imposible pagar estas tarifas con el sueldo que ganamos”, afirma.

El último bono de sueldo de Mauricio, fue de apenas 141mil pesos. A Oscar y Verónica, les llegaron $109 mil de luz.

La política de ajuste aplicada por el gobierno nacional y el gobierno de Mendoza, responde a un mandato claro: reducir el gasto en subsidios para cumplir con las metas impuestas por el FMI. Pero este "ahorro", no lo paga la casta, sino la clase trabajadora. Las tarifas se disparan, y los contratistas de viña, que deberían percibir ingresos dignos por su trabajo, hoy deben elegir entre cubrir sus necesidades básicas o pagar servicios esenciales. Cornejo, aliado al gobierno de Milei, está decidido a garantizar los negocios de las grandes bodegas y de las distribuidoras eléctricas, como EDESTE, cuyo presidente es el empresario mendocino Fernando Formento, sin importar el sufrimiento que ello implique para las familias trabajadoras de Mendoza.

Para el verano que se aproxima, ya se anuncian posibles cortes de luz, mientras las empresas eléctricas aumentan tarifas a niveles nunca antes vistos, afectando a millones de hogares que no pueden afrontar semejante carga económica.

La lucha por tarifas justas y salarios dignos, no solo para Contratistas de Viña sino para todos los trabajadores, debe ser un llamado a la unidad de todos los sectores populares de Mendoza y el país, que enfrentan el mismo saqueo. No es posible continuar beneficiando a los grandes empresarios y pagando una deuda fraudulenta al FMI, mientras los trabajadores subsisten con sueldos de indigencia. Sólo con un plan de lucha de la clase trabajadora en su conjunto, por medio de la huelga general y la movilización, se puede vencer el plan de ajuste de los gobiernos.

Es inadmisible que los servicios esenciales, como la luz y el agua, sean controlados por un puñado de empresarios cuya única motivación es el lucro. Es necesaria la estatización completa del sistema de servicios públicos, con una gestión democrática a cargo de los trabajadores, técnicos especializados y representantes de los usuarios. Solo de esta forma podemos garantizar un servicio a menor costo, de calidad, en armonía con la naturaleza, y en beneficio de las grandes mayorías, sin los abusos de las empresas privadas.