El 20 de mayo, la Lista Azul y Blanca de Foetra, gremio de las telecomunicaciones, sacó un comunicado convocando a la Plaza de Mayo para este 25, donde la oradora principal fue la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En contraposición, reproducimos comunicado de la Agrupación Violeta Telecomunicaciones.
Agrupación Violeta de Telecomunicaciones @violeta_telcos
Jueves 25 de mayo de 2023 17:25
El comunicado de la lista Azul y Blanca dice, "el gobierno deberá dar cuentas de sus errores", aunque sin decir que Cristina es la vicepresidenta, quien también eligió a Alberto Fernández y luego a Massa. Es imposible separar el ajuste que lleva adelante el gobierno, de las responsabilidades políticas que tienen tanto Alberto Fernández, como Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de economía, Massa. Un ajuste que vino de la mano de reconocer una deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta que contrajo el gobierno de Macri, luego convalidada por el Frente de Todos, que, aunque ahora se diga que hay que renegociar las condiciones, tampoco proponen terminar con este acuerdo.
El cogobierno con el Fondo tiene consecuencias que recaen sobre las y los trabajadores, tanto en los salarios que se encuentran detrás de la inflación, como en el ajuste en jubilaciones, pensiones, Asignación Universal por Hijo (AUH) y subsidios económicos como los planes sociales, por ejemplo. Según un informe elaborado por el equipo del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, el gasto público cayó en 2022, 1,1% en términos reales, “con especial reflejo sobre las jubilaciones y pensiones que perdieron 6,9% por aplicación de la fórmula de movilidad jubilatoria; también la "AUH perdió 8,7% real como consecuencia de la aplicación de la fórmula de movilidad en un contexto inflacionario".
Nos plantean que este es un gobierno “popular” y un mal menor a defender contra la derecha, pero hay más de 19 millones de pobres de los cuales 4 millones son niñas y niños que pasan hambre, en un país donde solo tres grandes alimenticias (Arcor, Molinos Río de la Plata y Ledesma), embolsaron, en apenas unos meses, más de $20.000 millones y con empresas que no dejaron de ganar ni en la pandemia, entre ellas las empresas de telecomunicaciones y en donde se siguen fugando recursos millonarios por la vía del pago de la deuda pública y privada, y la fuga de capitales.
Junto con todo esto, tenemos que denunciar también al empoderamiento de la casta judicial, porque sabemos que es una herramienta del imperialismo y la derecha para imponer sus intereses en América Latina y en nuestro país. Cualquier empoderamiento va a llevar a que nos persigan a quienes salimos a luchar. Si se fortalece en sus disputas con el peronismo, se fortalece también en su capacidad de criminalizar y reprimir. Sin embargo, a la par que denunciamos a la casta judicial y llamamos a combatir la corrupción con los métodos de la clase obrera y con la elección de jueces elegidos por el voto directo y de juicios por jurado; esto de ninguna manera puede significar un apoyo al gobierno que nos ajusta a las y los trabajadores. Nos quieren meter miedo, con el mal menor (siempre hay un mal menor peor...), cuando en realidad existe una responsabilidad del actual gobierno en el crecimiento de una derecha que no solo, no busca enfrentar, sino que le dio aire y la usó para polarizar.
“A dónde están que no se ven…”
Las centrales sindicales (CGT y CTA), tienen responsabilidad en ser cómplices por dejar pasar el ajuste, cuando lo que necesitamos con urgencia es un plan de lucha y paro nacional activo en defensa del salario y las jubilaciones, así como transformar los planes sociales en trabajo genuino.
Desde el FIT-U, advertimos desde un inicio que era incompatible seguir las órdenes del Fondo Monetario Internacional y satisfacer las necesidades del pueblo trabajador. Su desconocimiento soberano, es una medida esencial para terminar con la decadencia a la que someten el imperialismo y los grandes empresarios a las mayorías populares, junto a otras medidas de soberanía nacional tales como la nacionalización de la banca y el comercio exterior.
Ya gobernaron todos (incluido de alguna forma Milei, que dice que el gobierno de Menem-Cavallo fue el mejor de la historia). No hay espacio para nuevos espejitos de colores. Hay que dar vuelta la historia y reorganizar el país desde abajo, organizando la economía en función de las necesidades de las grandes mayorías y no de los negocios de unos pocos.
