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Red Internacional
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CÓRDOBA // POLICÍA PROVINCIAL. Tensión en la jefatura de Policía de la provincia

En el marco del repudio generalizado por el accionar represivo de la Policía Provincial, el comisario Julio César Suárez recibió dos malas noticias esta semana.

Viernes 8 de mayo de 2015

La primera tiene que ver con una causa judicial que le inició el periodista Dante Leguizamón el año pasado.

Leguizamón inició un litigio por las amenazas de muerte que recibió por parte de Suárez. Los hechos se produjeron el 15 de agosto, mientras Leguizamón realizaba una investigación periodística sobre el operativo policial que terminó con el asesinato de Walter “Were” Pellico en barrio Los Boulevares. Por este hecho hay dos policías imputados por gatillo fácil.

El fiscal Alfredo Villegas, que investiga la denuncia de cohecho, fue cuestionado por la defensa de Suárez dos veces. En la última oportunidad, la Cámara de Acusación que debe decidir sobre la continuidad del fiscal también fue cuestionada por las dos partes.

Por un lado, el abogado de Leguizamón, Claudio Orosz, cuestionó al vocal Carlos Salazar por amistad manifiesta con Matías Pueyrredón, quien era secretario de Seguridad al momento de los hechos. Y la defensa de Suárez cuestionó a Pérez Barberá por “comunidad ideológica” con Leguizamón.

Los jueces convocados a tal efecto aceptaron esta semana apartar a Salazar y ratificaron a Pérez Barberá, con lo cual los denunciantes se anotaron dos victorias judiciales.

No te metas con el hijo del comisario

En otro terreno, se conoció estos días que un alto jefe policial, mano derecha de Suárez, obligó a subordinados a no entregar un procedimiento en el que se vio involucrado su hijo.

En uno de los “procedimientos de saturación” que realizó la Policía de Córdoba el pasado fin de semana, un joven motociclista evadió el puesto y fue alcanzado por los uniformados a las pocas cuadras. Se trataba del hijo de comisario Abel Díaz, actual jefe de Seguridad Capital de la Policía, el mismo que coordinaba estos operativos.

Cuando se enteró de lo sucedido, Díaz se presentó en la comisaría donde se encontraba detenido su hijo y ordenó anular el procedimiento. No terminó allí el enojo del comisario, sino que además desplazó al encargado del puesto de control a la localidad de Huinca Renancó, en el extremo sur de la provincia.