El Gobierno de la Ciudad, permite más precarización y despidos. Más de 100 familias quedaron en la calle sin trabajo en plena pandemia. Las y los trabajadores de una cooperativa de barrenderos de los barrios Zamoré, Copello, Nágera y Castro de Lugano y Soldati también, se reunieron para organizarse y decidir qué medidas van a tomar después del corte en la Autopista Dellepiane y Escalada del jueves 29 de julio, donde fueron reprimidos por la policía de la Ciudad.
Viernes 30 de julio de 2021 19:15
Trabajadores de una cooperativa en Lugano, exigen que les devuelvan el trabajo - YouTube
Este viernes 30 de julio, las y los trabajadores de una cooperativa de barrenderos de los barrios de Zamoré, Copello, Nágera y Castro de Lugano y Soldati también, se reunieron para intercambiar y decidir qué medidas se llevarán a cabo después del corte que realizaron el jueves 29 de julio en la Autopista Dellepiane y Escalada, donde la policía de la Ciudad de Buenos Aires los reprimió brutalmente. Quieren recuperar sus puestos de trabajo y visibilizar la situación crítica por la que están pasando.
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Las y los trabajadores tienen una antigüedad de entre 16 a 17 años. La Izquierda Diario se acercó y entrevistó a varios de ellos: “Nos prometieron una solución y nadie se acercó a dar una respuesta estructural con respecto a los despidos, solamente nos quieren endulzar los oídos con mentiras y propuestas que nunca llegan”.
Una de las trabajadoras que hace 10 años trabaja en la cooperativa dijo: “De la noche a la mañana nos dejan sin trabajo, sin ninguna explicación”.
El funcionario que se comunicó con ellos fue Gonzalo Irigaray de la Dirección General Desarrollo Habitacional - Instituto de Vivienda de la Ciudad y, “nos dijo que no cortemos, que no hagamos nada porque iban a reprimir. Queremos aclarar que nosotros no queríamos cortar. Primero fuimos al Ministerio de Desarrollo y Hábitat, en frente de la Ciudad Oculta, nos presentamos ahí para que alguien nos dé una respuesta, una solución y no lo hicieron, entonces tuvimos que cortar para que nos escuchen, para darle visibilidad a nuestra situación”.
Hablaron sobre la represión, una de ellas contó: “Me pasaron por encima, si no fuera por los chicos que ayudaron a levantarme, hubiera terminado muy mal. Tengo cáncer, realmente, la policía actuó mal. Había un policía que reprimió y no estaba identificado, no tenía el nombre en el chaleco”.
Otro trabajador agregó: “Todos los medios dijeron que nosotros empezamos a tirar piedras y no fue así, solo queríamos visibilizar los despidos y que nos dieran una solución. ¿Cómo vamos a tirar piedras? Al contrario, tenemos vídeos de los policías tirándonos piedras y reprimiendo. La política con la policía va de la mano”.
Continúan esperando por una respuesta favorable. Explicaron que, si acceden a lo que Gonzalo Irigaray les propone, de hacer una reunión para llegar a un acuerdo para no perder los puestos de trabajo, “en realidad se trata de una pantalla, cuando pase todo y este conflicto deje de ser mediático, nos van a echar nuevamente, así que vamos a sostener nuestra lucha”.
Maira contó que la habían despedido y que le dijeron que era por un cambio de cooperativa, que la iban, junto a otros compañeros y compañeras, a reubicar. Pasó más de dos meses y continúa sin trabajo y agregó: “Nos prometieron y no cumplieron, lo que hacen es recambio de trabajadores. Se manejaron mal, me dieron de baja al monotributo, algo que es ilegal y, en consecuencia, mis hijos se quedaron sin obra social. Me ofrecieron la plata que a ellos les parecía y no acepté”. Agregaron que el comunero justicialista que se codea con Alberto Fernández, Miguel «Mope» Eviner, es quien “quiere darle trabajo a su gente y sacarnos a nosotros”.
Explicaron que cobran cada dos o tres meses, a la vez que, varios de ellas y ellos cuentan con algún plan asistencial y si no tienen monotributo, no pueden cobrar nada. Una de las trabajadoras, tiene dos trabajos para poder vivir, pero al perder este, no puede pagar el alquiler, a eso se le suman los remedios, “la solución debería estar ya, a partir del día que fuimos al ministerio, pero ninguno nos da una respuesta”.
“Acá somos todos trabajadores. En la tele están poniendo que somos delincuentes, piqueteros, planeros y acá nadie es delincuente, ni planero, ni nada, somos trabajadores, trabajadores precarizados”, decía Maira.
También contaron que los obligan a ir a limpiar después de cada acto político por el mismo sueldo, “cobramos $ 14 mil y si nos negamos a ir a los actos políticos para limpiar, nos descuentan el presentismo”, incluso pasan lista y les toman el presente. “Trabajamos en los barrios y en los actos políticos, terminamos haciendo militancia para ellos”, decía uno de los trabajadores.
Cuando les preguntaron si tenían alguna denuncia más, contestaron: “Que nos devuelvan el trabajo”. Pese a que los distintos Gobiernos se pasean por los canales de televisión haciendo promesas y mostrándose preocupados por la situación laboral, la única respuesta que llevan adelante es la precarización, los despidos y la represión.