Cañuelas. Trabajadores despedidos del Hospital Cuenca Alta realizaron una asamblea para continuar su lucha

Los y las trabajadoras de la Salud del Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner, ubicado en la localidad bonaerense de Cañuelas, denuncian que ya son 15 los despidos encubiertos bajo la forma de no renovación de contratos, que comenzó a principios de febrero y siguen sumando.

El viernes por la tarde realizaron una asamblea virtual para organizarse y discutir un plan de lucha, visibilizar el conflicto y rodearse de solidaridad. Las y los despedidos denunciaron además la precarización que sufren, tanto en sus formas de contrato como en sus condiciones laborales, y exigieron el pase a planta de todos los trabajadores y trabajadoras del Cuenca.

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“Trabajamos durante toda la Pandemia, en la que nos llamaron ‘esenciales’, ‘héroes’ y nos aplaudieron desde los balcones. Quedándonos hasta cualquier hora, dejándolo todo por las personas que estaban muriendo ante nuestros ojos cada día, por la Emergencia Sanitaria, pero sobre todo, por la Salud Pública en la que aún creemos, a pesar de lo mal que nos han tratado sus Directivos”, sostuvieron en un comunicado.

En el mismo sentido, agregaron: “Hoy, post pandemia, tenemos que salir a buscar trabajo con todas las consecuencias que nos dejó en nuestras vidas y en nuestra salud y encima: ¡sin un mango!, porque nos echaron sin justa causa ni aviso previo. Nos descartaron, así, sin más”.

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En la asamblea se expresaron las distintas voces del Cuenca Alta, que denunciaron la irregularidad de los despidos: sin causas, sin previo aviso, y vía whatsapp o e-mail. La forma de contratación de los trabajadores es monotributista, a pesar de ser uno de los hospitales de alta complejidad más importantes de la provincia de Buenos Aires, de gestión Estatal bajo articulación provincial y nacional.

“A todos nos pasó lo mismo, nos dijeron mañana no vengas a trabajar. A todos se nos prometió el pase a planta permanente no sólo en un acto público, sino en cada renovación de los contratos”.

Esta forma de contratación impide a las y los trabajadores acceder a los derechos básicos como ART, indemnizaciones por despido, antigüedad laboral. Mucho menos vacaciones pagas, aguinaldo o licencias, paritarias, ni representación gremial, o jubilaciones dignas.

“Este tipo de contratos monotributistas genera miedo a los despidos e impide distintas formas de organización. Tenemos que romper esta barrera y unirnos por el pase a planta permanente”.

Además, los contratos, en el caso del Cuenca Alta eran firmados cada seis meses, y la excusa de “no renovación” permitió los despidos encubiertos. A esto se sumó una evaluación de desempeño, en la que los directivos desconocieron el trabajo de los profesionales y trabajadores de distintas áreas, muchos de ellos con cinco años de antigüedad, y un excelente desempeño en sus actividades.

Lo que aducen desde el hospital para excusar estos despidos es, en la mayoría de los casos, el ausentismo. Las autoridades desconocen que las y los trabajadores recurrieron al uso del derecho a licencias, en algunos casos por padecer Covid-19, infartos, problemas psiquiátricos, enfermedades ginecológicas o comorbilidades, problemas de salud causados por el mismo nivel de trabajo que enfrentaron en la primera línea, durante los picos más altos de la pandemia.

“Por eso hablamos de violencia institucional, más allá de las inequidades, se fijaron cuánto faltamos, sin tener en cuenta nuestro desempeño, ni las consecuencias que tuvo la pandemia en nuestra salud”.

Asimismo, los y las trabajadores aseguran que hay una cuestión etaria, la mayoría de los y las despedidas tienen más de 45 o 50 años, y un componente de persecución y discriminación, por filiación política o por críticas a la dirección del hospital.

“Que sobre personal por la baja de casos en la pandemia es un argumento infundado, además de falaz, porque cada despedido fue rápidamente reemplazado por otro trabajador”.

“¿En qué cabeza cabe que sobren enfermeros, médicos, ambulancieros? ¿Qué parte no entendieron de que el sistema de salud no puede recortar su plantel en medio de una pandemia que aún no terminó?”

La precarización laboral en la salud pública es moneda corriente, y esto va más allá de las direcciones hospitalarias de turno, es el Estado el mayor agente precarizador y quien garantiza que los despidos discriminatorios puedan llevarse adelante. El Cuenca Alta se presenta como un hospital modelo, de alta complejidad y sofisticada tecnología, sin embargo, quienes lo sostienen deben enfrentar la inestabilidad y el miedo a los despidos.

De la asamblea participaron miembros de la Lista 5 Corriente de Izquierda por la Salud Pública (PTS+ Independientes) de la CICOP, trabajadores del Hospital Sbarra, Hospital El Dique, Hospital Garrahan, Hospital Posadas, Hospital de niños de San Justo. También el presidente de la FESPROSA, Jorge Yakobsky, miembros del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), trabajadores de Astillero Río Santiago, despedidos de la empresa Cardio Sur (emergencias médicas), miembros de la Juventud del PTS en Cañuelas, Estudiantes de Salud de la UNLP, Valeria Bonetto y Mónica Beresosky de la secretaría de Género de la CICOP, trabajadores de la agrupación Naranja Ferroviaria, quienes acercaron la solidaridad de trabajadores municipales despedidos en Berazategui, telefónicos de la agrupación Violeta (FOETRA), miembros de la FORA y vecinos de Cañuelas.

Los presentes votaron rodear de solidaridad este conflicto y propusieron unir todas las luchas, por la reincorporación ya de los despedidos del Cuenca Alta, contra la precarización laboral y los despidos en general, contra el acuerdo con el FMI que significa un ajuste al pueblo trabajador, y un recorte a los presupuestos de salud y educación.

Además votaron reimpulsar el fondo de lucha, visibilizar el conflicto en las marchas del 8M y en las movilizaciones que se realizarán contra la votación del acuerdo con el FMI en el Congreso, el 10 de marzo, y una acción frente al hospital con radio abierta y conferencia de prensa, con fecha a confirmar.

Como afirmaron en la asamblea, este es el primer paso para la coordinación, porque "la unidad hace la fuerza" para conquistar la reincorporación, pero también por todos los derechos de las y los trabajadores y en defensa de la Salud Pública.

Para colaborar con el fondo de lucha de los trabajadores del Cuenca Alta y que su lucha pueda continuar:

CUENTA: CA 5058 - 546815/9
CBU: 0140133803505854681593
ALIAS: CONO.PACU.JALEA

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