Choferes del transporte pesado han iniciado en Cochabamba el bloqueo de distintas avenidas y carreteras en los municipios de Parotani, Quillacollo, Cercado y Sacaba, en protesta a la escasez de diésel. En El Alto los bloqueos se instalaron en algunos puntos estratégicos como son Senkata (carretera a Oruro) y Río Seco (carretera a Desaguadero).
Martes 12 de noviembre
Foto: RKC
Los choferes manifiestan que han estado esperando varios días para poder cargar combustible, lo que ha paralizado y perjudicado sus actividades.
Aunque el Gobierno ha garantizado el suministro de combustible, los transportistas exigen soluciones inmediatas a este problema.
Según el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, se espera que en los próximos días lleguen más de 125 cisternas con diésel desde Chile, pero los transportistas continúan presionando por respuestas más rápidas.
Aunque los bloqueos evistas fueron levantados hace varios días aún no se regulariza la provisión de combustibles. Esta situación de incertidumbre es una expresión del carácter crónico que empiezan a tomar las filas y la escasez no solo del combustible sino hasta de productos básicos.
Más allá de que, con altibajos, se vaya abasteciendo la demanda, la tendencia a la suba de precios, cada vez más marcada, es otro factor de creciente malestar social.
Hay que recordar que la escasez de combustibles es resultado de la dificultad del gobierno para conseguir dólares. Situación que se explica por la especulación de todo el sector exportador que, durante el año 2023, según datos del propio gobierno, hicieron negocios por valor de 9.000 millones de dólares que nunca ingresaron al país. Lo hicieron gracias a la política complaciente del MAS que “generosamente” subsidiaba en dólares la importación de bienes de capital para estos mismos sectores que especulan con la moneda estadounidense.
Derechistas, evistas y arcistas, pese a sus disputas, coinciden en seguir beneficiando, con distintos ritmos y distinta profundidad a los agroindustriales, a los empresarios de las cooperativas auríferas y mineras en general, a costa de agravar las condiciones de vida de todo el pueblo trabajador que hoy ve cómo esta especulación financiera se traduce en suba de precios, especulación de alimentos y escasez de combustibles que afecta las fuentes de empleo, etc.
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