El juez federal Alejo Ramos Padilla hizo lugar a "una medida cautelar interina", suspendiendo los nombramientos de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en la Corte, que Macri había dipuesto con el decreto 83/15.
Lunes 21 de diciembre de 2015 16:32
Según señala la agencia DyN, Ramos Padilla invalidó las designaciones de ambos juristas y le pidió a la propia Corte que se abstenga de tomarles juramento. Reconoce al mismo tiempo, que en cuanto los dos candidatos propuestos reciban acuerdo por parte del Senado automáticamente el fallo cesará en sus efectos.
En su resolución el juez plantea que "si el mecanismo de designación de los jueces del máximo tribunal no es válido, si ello no surge del texto ni del espíritu de la Constitución, si con ello se afecta la división de poderes, la independencia de los jueces, la garantía del juez natural, las facultades del Congreso, la participación y control ciudadano, resulta necesario que los mecanismos constitucionales se pongan en funcionamiento cuanto antes para frenar esa ilegalidad que afecta principios básicos sobre los que se asienta la República".
El nombramiento por decreto de los jueces propuestos por Macri había generado una controversia pública. Distintas fuerzas políticas criticaron la forma en que el gobierno busca imponer sus hombres en el Supremo Tribunal. El Frente de Izquierda denunció el dedazo y los métodos autocráticos del gobierno.
Finalmente, tras las fuertes reacciones negativas que generó la decisión, el Presidente acordó con Ricardo Lorenzetti, postergar las juras de Rosatti y Rosenkrantz hasta febrero próximo.
Conocido el fallo, Clarín y La Nación reaccionaron criticando el pensamiento del juez Ramos Padilla. Clarín describió “Cómo piensa el juez que anuló las designaciones de Macri en la Corte”, refiriéndose a su participación en una causa donde se investiga al empresario kirchernista Lázaro Báez y en juicios por delitos de lesa humanidad. La Nación tituló “Un juez, militante de Justicia Legítima, suspende los nombramientos por decreto en la Corte Suprema”.
Los cruces de la transición llegaron esta vez a los palacios judiciales.
