La dirigente de la UDI, salió a defender la pensión que recibe la viuda de Pinochet.
Sábado 20 de mayo de 2017
Esta es la trinchera desde la que se ubica la derecha tradicional, que nada malo le ve a las jubilaciones y pensiones millonarias que reciben quienes han sido condenados por crímenes de lesa humanidad.
En este caso, la lógica es premiar a quien "fue militar toda su vida", militar en función de encabezar una dictadura para instalar un modelo económico y político que está en función de los intereses de los grandes empresarios y políticos corruptos que, en la actualidad, se llevan millones y millones, mientras el sueldo mínimo en Chile, continúa siendo inferior a $270 mil.
Cuando a la timonel UDI le preguntan si Lucía Hiriart debería continuar recibiendo $3,1 millones, Jaqueline responde resuelta: “Si, ¿por qué no?”.
¿Por qué no? Quizás porque los miles de asesinados y torturados por orden de su esposo no merecen un premio, sino que se les haga justicia ¿Le parecerá poco?
Ante los justos cuestionamientos al respecto, van Ryselbergue vuelve a la carga, argumentando: “El trabajó toda su vida, ¿se la vas a quitar porque fue condenado? Son dos cosas distintas”
Y ahí es cuando cada persona podría preguntarse ¿qué es lo distinto? Pinochet durante toda su vida sirvió a los intereses de los grandes capitalistas, y en última instancia para garantizar lo anterior se valió de un golpe de estado. Jaqueline van Ryselbergue consecuentemente defiende este legado, mostrando el verdadero rostro de la derecha chilena.
Y así es como la dirigente gremialista no ve nada de malo en una cuestión que a simple vista de los trabajadores es irrisorio y una burla. En ese sentido, si para ella estas son las pensiones que corresponden a los "generales en jefe", también de $80 mil a $300 mil es una pensión que corresponde a un trabajador común y corriente, el cual ha cotizado por años en el sistema de AFP.
Ese sistema de AFP que fue instalado desde aquella dictadura que dejo un legado en la actual constitución, y el cual hoy garantiza pensiones millonarias para la viuda de Pinochet y pensiones de hambre para aquella dueña de casa o trabajador cotizante.