La pandemia profundizó la crisis y degradó las condiciones de vida de las y los jóvenes que hacen lo imposible por permanecer dentro de la universidad. A su vez hizo que el sueño del acceso a la educación superior sea algo cada vez más lejano para tantos otros. La conducción del Centro de Estudiantes de El Puente y El FUNyP tiene que convocar a asamblea para que los estudiantes puedan organizar su lucha y defender su derecho a la educación pública.
Martes 4 de mayo de 2021
No es noticia que para muchos jóvenes es muy difícil permanecer en la universidad desde hace tiempo. Hasta el año 2013, la tasa de graduados de la UNGS no superaba los 1000 estudiantes. Con la crisis económica que atraviesa el país desde hace ya unos años, acelerada con la llegada del covid y los efectos de la cuarentena, la permanencia en la universidad se ha vuelto imposible para los trabajadores y estudiantes de familias trabajadoras. En el medio pasaron los recortes a educación del gobierno de Macri que continúan con el de Alberto Fernández.
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Se estima que en el 2020 la tasa de deserción estudiantil en la UNGS ha sido del 40%. Según el informe de gestión presentado por el vicerrector en la reunión del Consejo Superior del pasado 16 de septiembre, el 48% de los estudiantes tuvieron que dejar al menos una materia. Sin embargo, hablar sólo de la deserción pasa por alto que para amplios sectores de la juventud ya es directamente imposible acceder a la educación superior. ¿Estudiar es tu derecho? ¿Universidades para todos? Entre los discursos del Frente de Todos y las gestiones universitarias, y la dura realidad que le toca vivir a la juventud, hay un abismo de diferencia.
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Los problemas sociales y económicos, las raíces de la deserción y el no acceso a la educación superior
¿De qué derecho a la educación superior se puede hablar si hoy casi la mitad de los jóvenes de entre 15 y 29 años son pobres en Argentina? ¿Cómo se puede acceder a la educación en el conurbano con más de la mitad de las personas bajo la línea de pobreza? El desempleo juvenil también se ubica en altos porcentajes. Según el censo realizado por la propia UNGS hace ya dos años, el 31% de los estudiantes se encuentran desempleados. Con la pandemia, muchos estudiantes tuvieron que salir a trabajar más horas para ayudar con los ingresos en su hogar (según el mismo censo, un 23% de los estudiantes es sostén del hogar).
A su vez, los trabajos a los que accede la mayoría de la juventud son ultra precarios, con salarios de miseria y jornadas de trabajo extenuantes. No alcanzan para poder alquilar, comer y estudiar a la vez. Por eso lo primero de lo que son privados miles de pibes es de su derecho a estudiar. Vivir y comer va en detrimento de poder acceder a la educación aunque por la brutalidad de la crisis el hambre ya empieza a ser una realidad en muchos jóvenes además de la falta de acceso a una vivienda digna.
En la UNGS, la precarización la ejerce la propia universidad junto al gobierno provincial de Axel Kicillof con el Centro de Telemedicina Covid-19 (CeTeC) contratando estudiantes y graduados por $10000 al mes para que hagan tareas de call center haciendo relevamiento de contactos estrechos y seguimiento de contagiados. De esta manera se aprovechan de las necesidades de los estudiantes que aceptan estas condiciones dada la falta de trabajo, la poca salida laboral de muchas carreras de la UNGS, o que aquellos que tienen trabajo ven cómo sus ingresos se licúan con la inflación (según el censo UNGS un 40% de los estudiantes declaran que su trabajo no tiene ningún tipo de relación con sus estudios).
El acceso a la salud también es crítico. Según el censo UNGS mencionado, el 33% de los estudiantes no poseen cobertura de salud. En plena pandemia, las y los trabajadores de los hospitales y centros de salud de la zona como Larcade (San Miguel), Trauma (Malvinas Argentinas) y Mercante (José C. Paz) están luchando por la salud pública, contra la precarización laboral y aumento salarial. Ni siquiera en una situación tan delicada como esta, la salud es prioridad para los distintos gobiernos.
La educación superior se elitiza cada vez más. La virtualidad a la que obliga la pandemia no es acompañada por el gobierno nacional, provincial y universitario de un plan de conectividad y distribución de dispositivos tecnológicos para aquellos estudiantes que carecen de los mismos. Según el informe de gestión mencionado, el 17% de los estudiantes no tiene internet para asistir a las clases virtuales. Porcentaje similar de estudiantes, tiene un sólo dispositivo para todo su grupo familiar. El Frente de Izquierda ya presentó en la legislatura bonaerense un proyecto de ley para que el gobierno provincial garantice dispositivos y wi fi libre a los estudiantes y docentes de todos los niveles. En la UNGS, este jueves habrá paro docente con desconexión por aumento salarial entre otros reclamos.
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Ante esta situación, la gestión de la UNGS, en lugar de facilitar la cursada, pone más piedras en el camino con un sistema de cupos en la inscripción a materias de los estudiantes.
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Para ver los datos del censo click aquí.
¡Que el Centro de Estudiantes salga de la parálisis y llame a asamblea!
Sabemos que nuestro Centro de Estudiantes, presidido por El Puente y el FUNyP hace aproximadamente un año y medio, está completamente paralizado. No organizó ni una asamblea por los problemas de los estudiantes, ni para acompañar los reclamos de las y los trabajadores de la zona como el del personal de salud, quienes nos cuidan en esta pandemia, o de los choferes autoconvocados que nos llevan y traen a nuestros trabajos expuestos al contagio en plena segunda ola. Lo mismo hizo el año pasado frente a la desaparición de Facundo Castro, la lucha de las familias de Guernica por tierra y vivienda, o este último 24 de marzo.
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Esta parálisis se debe a que el centro de estudiantes conducido por el PJ y el kirchnerismo está completamente alienado al gobierno nacional, provincial, municipal y hasta la propia gestión de la universidad. Los estudiantes no podemos permitir que nuestra herramienta de organización continúe mirando para otro lado. Tenemos que pelear para que se ponga a la cabeza y convoque a asambleas para organizarse por distintas demandas que pongan fin a los problemas que tiene la juventud para permanecer en la universidad o para acceder a la misma.
Hay que organizarse por:
Empecemos a organizarnos: firmá el petitorio por nuestros reclamos y por nuestro derecho a la educación y fortalecé nuestra pelea (para firmar, click aquí)
Llamamos a todas las agrupaciones con quienes compartimos el Frente de Estudiantes de Izquierda-Unidad, al Ya Basta!, y al resto de agrupaciones y organizaciones independientes como Ensamble, y el Espacio Cultural y de Trabajo Santiago Maldonado, a convocar de conjunto a una asamblea desde las Secretarías de Prensa y Difusión y Académica para empezar a organizarnos por nuestras reivindicaciones y luchar por una asamblea de centro de estudiantes que nos coloque en mejores condiciones de dar esta gran pelea.