El gobierno provincial logró extender la tregua que conquistó con los principales sindicatos durante este año y asegurar un 2019 sin luchas de los/as trabajadores/as.
Viernes 28 de diciembre de 2018 14:37
Para el gobierno la extensión de la paz social con los sindicatos estatales es clave para mostrar una provincia próspera y sin conflicto de cara al escenario electoral del 2019, buscando contentar con pequeñas sumas muy por debajo de la inflación a los sectores de trabajadores que ven cada día como la crisis y el ajuste nacional de Macri, el FMI y los gobernadores dejan grandes sectores de la población en la pobreza.
Es un freno a cualquier perspectiva de lucha del conjunto de los y las trabajadoras de la educación ya que se consensuó que la paritaria 2019 recién se empiece a discutir en abril para sentarse en junio. Algo no menor teniendo en cuenta que Weretilneck pretende adelantar las elecciones a mayo. Este acuerdo, que fue rechazado por las seccionales Cipolletti, Allen, Bariloche, El Bolsón, Sierra Grande, Conesa y Río Colorado, causó indignación en amplios sectores de la base del sindicato que ven crecer la inflación, los tarifazos y ataques a la educación pública sin resistencia alguna durante todo el 2018 de parte de nuestra conducción, que ahora pacta un irrisorio 15% para el primer semestre 2019 y en cuotas del 3% en enero, 7% en abril y 5% en junio. Mientras las conducciones de UnTER y ATE festejan el bono ofrecido como un “logro” miles de familias trabajadoras no pueden llegar a fin de mes. En Río Negro, un relevamiento del Centro de Estudios Económicos y Sociales y el Centro de Estudios Ambientales de la Patagonia afirma que en la capital provincial una familia necesita 46.176 para no ser pobre. Este nuevo acuerdo en cuotas, con bonos y sumas no remunerativas que no hará otra cosa que acrecentar la pérdida de poder adquisitivo del salario docente frente a una inflación anual estimada en torno al 48%.
Ahogo presupuestario para la educación pública, fondos públicos para las privadas
El caso “Estación Limay” fue una clara muestra de las prioridades en materia educativa del gobierno de Alberto Weretilneck. Esta institución educativa privada alquila un predio en la ciudad de Cipolletti perteneciente a la familia Krause. Dicha familia decidió dar por terminado el contrato de alquiler desatando una batalla legal. El Estado provincial actuó con una inédita velocidad en defensa de la institución privada y ofreció expropiar el predio utilizando fondos públicos.
Finalmente, Estación Limay y la familia Krause llegaron a un acuerdo para continuar el alquiler. Sin embargo, quedó en evidencia el apoyo incondicional que el Estado provincial les ofrece a las escuelas privadas a costa del abandono de la educación pública como muestra la crisis educativa año a año con la falta de vacantes en la educación.
Pobreza infantil: no hay nada que festejar
Números recientes afirman que en Argentina más de 8 millones niños viven en la pobreza y la provincia de Río Negro lidera el ranking protagónico. Es decir que el 17 % de los niños menores de 14 años viven bajo la linea de pobreza, este número se hace aún más alarmante en Bariloche donde más de un 30% de los niños son pobres.
En Bariloche, el concejo deliberante discute si continúan los comedores escolares durante el verano. En esta ciudad hay al menos 32 escuelas que cuentan con comedor, recibiendo diariamente unos 4000 niños y niñas de nivel primario. Este año la legislatura provincial, destinó 2% del presupuesto provincial para el fondo especial de comedores. De sobra son conocidos los relatos de las maestras y maestros sobre los chicos que llegan hambrientos todos los lunes porque sus familias no pueden alimentarlos los fines de semana.
En la misma ciudad, familias enteras disputan la comida vencida que se tira en el basural, el 56 por ciento de ellas comenzó a acudir a los desechos en los últimos tres años, y entre ellos, el 37 por ciento durante el 2017. Un 24 por ciento lo hace desde hace más de 10 años. En octubre, estas familias se manifestaron en el centro cívicoreclamando trabajo para no tener que pelear por la basura o que sus hijos queden sin comer cuando cierran las escuelas en verano.
Romper la tregua, ganar las calles
Desde la Agrupación 9 de Abril en UnTER en el Frente de Izquierda, sostenemos que para enfrentar el plan de ajuste del gobierno y FMI y defender la educación y la salud pública es necesario que los sindicatos rompan la tregua con el gobierno y propongan un verdadero plan de lucha para enfrentar en las calles en unidad con el pueblo pobre este gran ataque que está dejando a millones de trabajadores y niños bajo la línea de pobreza.