Un “detalle” de este reconocido local llamó la atención de este cronista. En el baño de hombres, arriba de los mingitorios sobre los espejos, han colocado imágenes de mujeres que “reciben” a los hombres que ingresan con expresión de asombro en sus rostros.
Jueves 16 de noviembre de 2017 12:25
Si por algo se destaca la Avenida Corrientes es por reunir los teatros más conocidos, y también por la abundancia de pizzerías que se puede uno cruzar al recorrerla desde la Av. Callao hasta el Obelisco. Entre ellas se encuentra Güerrin: un comercio de pizza italiana que, desde 1932, abunda de mucha gente, a tal punto que, para sentarse en una mesa o comer en la barra de parado, varias veces se tiene que hacer filas que llega hasta la puerta de entrada.
Histórica pizzería, elegida muchas veces como una de las mejores pizzas de Buenos Aires. Un “detalle” de este reconocido local llamó la atención de este cronista. En el baño de hombres, arriba de los mingitorios sobre los espejos, han colocado imágenes de mujeres que “reciben” a los hombres que ingresan a los baños con expresión de asombro en sus rostros.
Así, motivado por el asombro, y a partir de algunas críticas y repercusiones que estas imágenes han generado por considerarlas una reproducción del machismo imperante en esta sociedad, este cronista habló con Marcos, gerente del local, para saber qué motivó a la empresa a colocar esas imágenes allí: “Un toque de humor, nada más. El sentido es sorprenderse al encontrar una mujer en el baño de hombres. No está de cuerpo entero, ni en ropa interior ni en una pose ofensiva. No está puesto con mala intención. Es algo de color, como la foto que tenemos del payaso de McDonald’s comiendo una porción de pizza de Güerrin. No es un comercial agresivo, en ningún momento se hizo con el ánimo de ofender al lugar de comidas rápidas, solo fue algo de color y quedó ahí”.
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Marcos hace más de siete años que trabaja en el establecimiento y cuenta: “La idea se trajo de una importante pizzería que se encuentra en una estación de subte en Nueva York. Nos gustó y lo hicimos acá”. Sin embargo, cuenta que “algunas personas se quejaron del mal gusto, pero que no hubo una masiva queja para sacarlo, y la mayoría de la gente lo toma con asombro y con gracia, mismo los hombres les comentan a las mujeres, ya que no lo ven, en un tono gracioso”.
El gerente también se refiere a que “la interpretación está en cada uno, en ningún momento quisimos reflejar algo relacionado al sexo. A raíz de ‘Ni una menos’ y de la reclamación de los derechos de la mujer, capaz se magnifica esto por el momento que estamos pasando”. “De hecho, somos una de las pocas pizzerías en la que vas a ver una mujer amasando y moldeando, cosa que en ningún otro lado pasa. Si nosotros viéramos que molesta o que causa un efecto contraproducente ante lo que nosotros queremos, lo sacamos. Pero no es así”, remite el empleado.
Por último, para entender a donde apunta la empresa con esas imágenes, Marcos realizó dos comparaciones: “Si vos en una peluquería de hombres ponés revistas de mujeres, también pensarías que la única razón es el sexo, es lo mismo. También, recordemos que antes al actor Arnaldo André se lo conocía por pegar cachetazos; era una moda y algo que se tenía ahí arriba, tanto para la mujer como para el hombre era un valor”.
Monique Thiteux es licenciada en Letras e integra la organización ‘Mujeres en igualdad’, que a través de programas se centra en la prevención de género en los adolescentes, la trata de personas, entre otras cuestiones. Consultada por La Izquierda Diario sobre el tema planteó que no sabe de qué pueden sorprenderse estas mujeres en un baño de hombres: “parece medio tonto el mensaje, ¿no? Acá las mujeres están vestidas, pero en vez de exhibirse se maravillan de algo, y no sé de qué se maravillan. Capaz del tamaño del sexo. Hay baños mixtos en muchos lugares en el mundo, y las mujeres pasan delante del mingitorio y ninguna mujer se para boquiabierta”.
“Por ahí no nos tendría que resultar cómico en un caso ni en el otro”, replica sobre la respuesta de Marcos, al explicar por qué no se muestra el mismo “chiste” en el baño de mujeres. Sin embargo, coincide con Marcos en que hace siete años tendrían un significado totalmente distinto, y que la cultura argentina cambió desde ‘Ni una menos’.
Desde el surgimiento del movimiento “Ni una menos” en el 2015 la violencia y opresión que sufren las mujeres cotidianamente en esta sociedad se ha transformado en un tema de relieve que aparece constantemente en la agenda política y social. Es cierto que se ha avanzado parcialmente en algunos aspectos, gracias a la lucha y movilización de las mujeres y sectores que apoyan y comparten el reclamo por sus derechos, y cuestiones que hace unos años pasaban desapercibidas o no se cuestionaban como parte de la reproducción de la cultura machista de la sociedad hoy se cuestionan y debaten como tales. Sin embargo este pequeño ejemplo, como las respuestas esbozadas por Marcos, pone de manifiesto como se continúa reproduciendo una cultura patriarcal y misógina.
Pero Monique cree interesante el tema del humor, y que hay una razón de por qué hay pocas mujeres humoristas: “En Argentina casi no hay humoristas mujeres. Esto explicaría porque no las hay. Los medios en general están dirigidos por varones, entonces el humor en la mujer no les causa gracia. Ejemplo, en Radio Mitre hay un locutor que cuenta chistes, y muy pocas veces se le ocurre alguno que no sea machista; eso ayuda a reforzar toda esa cultura”.
Y replicando el ejemplo que anteriormente Marcos había explayado, Thiteux se pregunta: “¿Y cuál sería la interpretación de tener ese tipo de revistas en una peluquería de hombres? Justamente, están dedicadas a las mujeres, no a los hombres. Entonces, lo que él dice es la razón por la cual están esas revistas, sino pondrían revistas de deportes o culturales”.