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Red Internacional
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Apuntes Militantes. Universidad de La Matanza: a 11 años de su desaparición, no queremos otro Julio López

Martes 12 de septiembre de 2017

Más de un mes sin Santiago, y a 11 años de la desaparición de Julio López, nos preguntamos, cómo los centros de estudiantes pueden aportar a la lucha contra la impunidad.

Luego de varias semanas, con todo tipo de maniobras distractivas por parte del Gobierno y los medios de comunicación oficialistas, la responsabilidad de la Gendarmería y del Gobierno nacional en la desaparición de Santiago Maldonado ya son innegables.

La enorme movilización, que en todo el país, gritó por la aparición con vida del jóven, le dió confianza a los mapuches, y uno de ellos declaró en la causa que vió cómo la Gendarmería se lo llevaba. La crisis política pegó un salto, porque puso al desnudo ante millones cómo actúa la Gendarmería, bajo las órdenes del Gobierno, para defender los intereses de los poderosos terratenientes extranjeros como los de Benetton.

Cambiemos, con Patricia Bullrich a la cabeza, subestimó la tradición argentina, destacada internacionalmente por la defensa de las libertades democráticas, y la extendida desconfianza que pesa sobre las fuerzas represivas del Estado, que fueron capaces de perpetrar un genocidio en la última dictadura. Como subestimó también que las mismas son repudiadas por amplios sectores de la juventud que padecen el hostigamiento de las policías bravas en los barrios, y que ve cómo a la vez son usadas por el Gobierno para reprimir a los trabajadores cuando enfrentan despidos, como pasó en el desalojo de la fábrica PepsiCo, o en Lear con el gobierno anterior.

Pero aún no está todo dicho, ya que ahora montaron un nuevo operativo desde el set de Lanata para hacernos creer que “fue uno o siete gendarmes” para desligarse de la responsabilidad política gubernamental y estatal. Se nos plantea entonces, cómo desmontar las campañas de encubrimiento del Gobierno y cómo lograr el castigo a todos los autores materiales e intelectuales de su desaparición, cómo enfrentar la impunidad.

La campaña por Santiago en la UNLaM

La Universidad de La Matanza es la más populosa del conurbano bonaerense, funciona en un campus común donde se reúnen a diario 60 mil estudiantes, junto a centenares de docentes y trabajadores administrativos, de mantenimiento y limpieza.

El centro de estudiantes es conducido hace años por la Liga Federal, que integra la Juventud Universitaria Peronista. Este centro funciona como apéndice del régimen universitario, por sus lazos de amistad con el rector Martínez, desarrollando tareas de gestión, con entrañables lazos con los gobiernos municipales, como el de Magario y Espinoza.

La semana previa a cumplirse un mes de la desaparición de Santiago, la campaña por su aparición con vida fue tomando cuerpo desde cada aula de la UNLaM.

Decenas de cursos se sacaron unánimemente una foto con su imagen, y adhirieron a la pregunta que inundó las redes sociales: ¿Dónde está? docentes y estudiantes de variados departamentos y carreras debatieron sobre el tema en sus cursos, y contribuyeron a la campaña de las más variadas formas. Osea, se empezó a romper la normalidad. Inmediatamente después de eso el centro de estudiantes sacó un pronunciamiento por la aparición con vida de Santiago.

Pero los estudiantes de la Juventud del PTS en el Frente de Izquierda quisimos dar un paso más para realmente contribuir y aportar nuestro grano de arena a la organización y movilización de los estudiantes, empezando a sentar la idea de que también podemos ser protagonistas de esta lucha y contribuir a la misma, con los centros de estudiantes al frente.

Impulsamos desde los cursos, junto a la campaña de fotos, un petitorio dirigido hacia el centro. En el mismo, que fue firmado por 500 estudiantes, le exigimos que se pronuncie por la aparición con vida de Santiago (que hasta el momento no había realizado), que convoque a la movilización por todos sus canales de comunicación, garantice el transporte necesario, y acompañe el reclamo ante las autoridades de que no se compute la falta para que la pérdida de la regularidad no condicione la participación de ningún joven. Todo esto para realmente contribuir a que las organizaciones de los estudiantes estén al servicio de fortalecer la lucha contra la impunidad y expresen con fuerza la bronca que hay en la juventud que se conmovió con esta causa.

El centro de estudiantes nos recibió, y poco después convoco desde sus canales oficiales a la movilización. Fue también progresivo que garantizaran el transporte el día de la movilización, pero lamentablemente no lo hicieron público mediante todos sus canales de información, para facilitar la participación de los estudiantes.

Ese día también partimos hacia la movilización con el sindicato docente ADUNLaM, a quien se lo habíamos propuesto previamente. Con ellos, junto a todos los profesores sensibilizados con la causa, y que espontáneamente trataron el tema en sus cursos, queremos dar un paso más adelante para organizar una jornada de debate en la UNLaM, u otras iniciativas, para seguir desarrollando la campaña por su aparición con vida.

A 11 años de su desaparición: no queremos otro Julio López

La crisis nacional abierta, con resultado incierto, plantea la pregunta acerca de si los centros de estudiantes están haciendo todo lo posible para jugar un rol activo en la lucha contra la impunidad, para que el movimiento estudiantil entre en escena junto a los trabajadores, fomentando la movilización, el debate por carreras para desmontar las maniobras y el encubrimiento del Gobierno, poniendo todos los potentes recursos de las casas de estudio, como su sistema de medios, a disposición de esta lucha, del cual su resultado, marcará el signo de la nueva etapa.

Por lo pronto, estamos a una semana de cumplirse 11 años de la desaparición de Julio López. Así como hoy exigimos la aparición con vida de Santiago Maldonado, también decimos que no queremos otro Julio López y proponemos movilizarnos este 18 de septiembre.

Si el centro de estudiantes toma en sus manos esta campaña, fomentando la autoorganización estudiantil, con debates cada semana en los cursos, delegados, asambleas, garantizando la movilización y participación, los miles de estudiantes de la UNLaM, junto con los docentes, podríamos ser un actor en la realidad, que dando pasos en común con los sectores de trabajadores que pelean en sus sindicatos por tomar esta bandera y otros centros de estudiantes, podríamos ponerle un freno a la política de impunidad del Gobierno, que está al servicio de los grandes terratenientes y empresarios, contra los trabajadores y sectores populares.

Por eso, esta semana convocaremos a los estudiantes que se preguntan dónde está Santiago y que no quieren otro Julio López a organizarnos para preparar en común la movilización del 18 de septiembre, poniendo toda la iniciativa y creatividad que surge desde abajo para que el centro de estudiantes también lo tome en sus manos.

El Gobierno pone todos sus medios, instituciones y recursos al servicio de la impunidad para defender los intereses de los terratenientes. Es hora entonces que debatamos cómo ponemos todos los medios al servicio de enfrentarlos, partiendo de que somos muchos más que ellos.