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Red Internacional
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Presupuesto. Universidad de Tucumán: extendamos la rebelión estudiantil y unamos fuerzas en la Asamblea Interfacultades

Con asambleas, vigilas, tomas y marchas, los estudiantes seguimos peleando contra el ajuste presupuestario de Milei. Estos días agitados ameritan pasar en limpio las primeras conclusiones de un proceso que está lejos de cerrarse.

Sábado 12 de octubre 13:13

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La bronca fue demasiado como para que todo siga igual. El veto de Milei a la ley de presupuesto universitario, reafirmado por el Congreso, motorizó una rebelión estudiantil que se extiende por las universidades de todo el país. En la Universidad Nacional de Tucumán estas semanas se desarrollaron diferentes acciones que sirvieron para que la organización estudiantil avance unos pasos. Los próximos pasos se darán el lunes con asambleas generales en varias facultades y con la Asamblea Interfacultades, convocada para el lunes 14 a las 17.30 en el Rectorado, votada por las asambleas de Filosofía y Letras, Ciencias Naturales, Artes y Psicología, llamando a participar a estudiantes de otras facultades. En las asambleas convocadas para el lunes en Filosofía y Letras, Psicología, Artes, Derecho, la Escuela de Cine y Ciencias Naturales (esta última será el martes) se discutirá cómo continuarán las tomas y otras medidas.

En La Izquierda Diario venimos reflejando lo que dejó la movilización del 2 y también lo que ocurrió en las jornadas del martes, miércoles y jueves. Estos días agitados ameritan pasar en limpio las primeras conclusiones de un proceso que está lejos de cerrarse.

El veto pasó en el Congreso pero no en las calles

Milei logró que el veto pase en el Congreso en una ajustada votación, con sólo tres votos de diferencia. Se trató de un triunfo legislativo que está lejos de ser una victoria política, ya que la medida de recortar a las universidades, con un confeso plan de privatizarlas, es sumamente impopular. Además se suma a la bronca acumulada por otras medidas antipopulares donde el ajuste lo tienen que pagar los jubilados o la salud pública, mientras la casta hace asados y los grandes empresarios ganan como siempre. Algo de ese pesado humor social sintió Milei el día después, cuando este jueves fue a una casa de empanadas, a una cuadra del Congreso, buscando mostrarse como un ciudadano más y lo único que obtuvo fue una lluvia de insultos, de arriba a abajo. También Martín Menem sintió el afecto de los estudiantes en Río Gallegos.

La masiva movilización del pasado 2 de octubre expresó que algo más que bronca se estaba gestando. Por eso desde el lunes se comenzaron a realizar asambleas, vigilias y tomas en varias universidades. Durante esta semana para miles se hizo claro que aunque el veto haya pasado en el Congreso, no pasa en las calles, por lo tanto se puede pelear. A favor de esta conclusión puede utilizar la experiencia del último gran intento por privatizar las universidades bajo el gobierno de Menem. En 1995 el ídolo de Milei había ideado una ley pactada con sectores de la oposición para avanzar sobre la universidad y se encontró con una importante resistencia estudiantil, que se organizó en asambleas e instancias de coordinación (como las Interfacultades y un Encuentro nacional) para marchar e incluso bloquear el Congreso. Rápidamente, la Franja Morada y la UCR (que tenía la mayoría de los rectores) claudicaron y buscaron que la lucha no avance. Los mismos rectores radicales después se encargaron de aplicar la ley menemista pero las peleas del movimiento estudiantil lograron que, aunque se avanzó con aspectos de la mercantilización, el objetivo de máxima, privatizar las universidades, no se cumpla.

También hay ejemplos muy recientes, como el del hospital Laura Bonaparte. La convicción de pelear de los trabajadores, organizándose democráticamente en asambleas, apelando a la solidaridad de otros sectores y la comunidad, e imponiéndole a los sindicatos que rompan la tregua, fueron pasos claves para que el Gobierno dé marcha atrás con el cierre.

Rata non grata

En toda pelea siempre es importante saber quiénes son tus enemigos y tus amigos. La votación del veto dejó bastante en claro quiénes son los enemigos de la universidad pública. Se sabe que La Libertad Avanza es minoría en el Congreso por lo que todas las leyes de ajuste salen tras pactar con “las ratas”, como le llamó Milei a los diputados. Esta vez lo ayudaron el PRO de Macri, los “radicales con peluca”, gobernadores peronistas como Jaldo y hasta una ex funcionaria de Massa.

La campaña de la Juventud del PTS alertando sobre el voto de Gladys Medina, Agustín Fernández, Elia Fernández de Mansilla (el bloque “Independencia” que responde a Jaldo) y Mariano Campero (de la UCR) tuvo una repercusión mediática y la simpatía entre los estudiantes que se movilizan porque le puso cara a quienes colaboran con Milei.

Los tres jaldistas y el radical con peluca votan igual que el bussista Gerardo Huesen y la empresaria Paula Omodeo. Venían de votar contra los jubilados, ahora contra la universidad. Por eso en cada asamblea se vota un repudio a estos diputados “traidores” o “panqueques”, según los calificativos más suaves.

La salida viene desde abajo, no negociando con los de arriba

Otra conclusión es también saber quienes se hacen los amigos y no lo son. Los rectores reunidos en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) han buscado dosificar la movilización para poder negociar entre cuatro paredes, por eso pasaron seis meses entre la primera y la segunda marcha federal. En abril negociaron y traicionaron a los docentes. Ahora, consumado el veto, se guardaron en los despachos. En el caso de Tucumán, el rector Pagani solo envió cartas a los diputados tucumanos. En la prensa afirmó que la mayoría le contestó pero no dio detalles, ¿acaso él ya sabía cómo iban a votar los tres diputados de Jaldo y no lo dijo?

Es por eso que venimos planteando en asambleas e impulsado un bloque independiente en las movilizaciones, señalando que no tenemos ninguna confianza en las autoridades radicales y peronistas. Son las mismas que después aplican el ajuste, por ejemplo no cumpliendo con el convenio colectivo de los docentes, o las que son cómplices del saqueo minero, con la UNT asociada a La Alumbrera o el proyecto MARA.

Otro tanto ocurre con el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que reúne a las federaciones de gremios docentes y no docentes. Para el día en que se trató el veto no convocaron a ninguna acción masiva ni tampoco prepararon el escenario entre la marcha del 2 y la sesión del 9. El paro llegó el día después, con el veto aprobado. Por eso también es progresivo que en varias asambleas se comience a votar la exigencia de un paro nacional y un plan de lucha, por la universidad y contra todo el plan de ajuste.

Como hicieron en abril, las autoridades de las universidades pusieron sus fichas en negociar el ajuste con el Gobierno y la realidad mostró el fracaso de este camino. La respuesta viene desde abajo.

A las calles para tirar todo el plan de Milei

Como correlato de las autoridades, la Federación Universitaria de Tucumán, en manos de la Franja Morada, y las conducciones de los centros de estudiantes no muestran ningún camino de cómo seguir la pelea. Las asambleas, vigilias y tomas surgieron desde la iniciativa estudiantil, las cuales estuvimos impulsando desde la Juventud del PTS. Estas instancias democráticas no surgieron desde los centros de estudiantes (salvo en la Escuela de Cine). En el caso del MPE, se sumaron a las de Filo y Psicología cuando ya eran una realidad. En el caso de la Franja Morada directamente militan en contra, por ejemplo en Económicas contra el paro docente, o contra las tomas en Naturales y en Derecho (cuando solo hay convocada una asamblea autoconvocada para el lunes).

Estos posicionamientos no son cuestiones de azar. La Franja Morada, como brazo estudiantil de la UCR, hizo campaña para que Campero sea diputado. El MPE militó la campaña de Jaldo y las boletas que llevaron a los diputados peronistas que votan para Milei. Ambos responden al rector Pagani y la vicerrectora Mercedes Leal, por eso también fueron sus voceros en el acto del 2/10, leyendo el documento de los rectores.

El "radical con peluca" Campero acompañado de Milagros Céliz, presidenta de la Federación Universitaria de Tucumán (FUT), en un encuentro de Franja Morada.

Como ocurre en cada proceso de lucha, las conducciones burocráticas temen la organización democrática y participativa de los estudiantes que se reúnen, debaten y votan medidas. Van a buscar deslegitimar a quienes realmente pelean contra el veto mientras ellos no mueven un dedo, a menos que sea para meter palos en la rueda. Si queremos tirar abajo el veto hay que redoblar la organización con asambleas, clases públicas, cortes de calle, tomas y toda acción que ayude a ampliar las fuerzas del movimiento estudiantil.

En este sentido el lunes hay un paso clave que es poner en pie la Asamblea Interfacultades, tomando como punto de apoyo las facultades que ya están organizadas para ampliar esa organización a otras. Tenemos que extender la rebelión estudiantil, camino a una Tercera Marcha Federal Educativa. Para eso necesitamos unir fuerzas. ¡Solo con nuestra fuerza organizada en la calles podemos defender la educación pública y enfrentar el conjunto del plan de Milei!