La semana pasada corresponsales de este medio en la zona norte del GBA recolectaron testimonios en distintos establecimientos laborales para medir el impacto en los trabajadores del escándalo de los vacunatorios vip. Bronca y desilusión con el gobierno fueron las principales respuestas.
Domingo 28 de febrero de 2021
El escándalo del “vacunatorio vip” que funcionaba entre el Hospital Posadas y el Ministerio de Salud, mediante el cual varios funcionarios, sindicalistas y amigos del poder recibieron la vacuna contra el covid-19 mucho más rápido que cualquiera de nuestros abuelos, generó el repudio de todo el pueblo trabajador.
Durante la semana pasada, la red de corresponsales de La Izquierda Diario en la zona norte del Gran Buenos Aires lanzó una encuesta en fábricas, hospitales y servicios de transporte público donde se consultaba a quienes trabajaban allí qué les había generado la noticia de las vacunas vip.
Todos los encuestados mostraron indignación. Una trabajadora de limpieza del Parque Industrial de Pilar nos contó que sintió "odio, bronca, impotencia". Un operario de Linde (ex Praxair) expresó: "La verdad que es muy argentino usar los beneficios de poder, en todos los ámbitos. Pero justo con esto no podía haber beneficios. Da bronca". Mientras que a un obrero de Mondelez Planta Pacheco le provocó "indignación, bronca y repulsión". Un compañero de este último lo sintió como una "injusticia" y se preguntó ¿Qué les cuesta vacunar primero a los esenciales y luego a la población de riesgo?.
"Es una vergüenza y da mucha bronca porque hay mucha gente enferma y sin posibilidad de nada y los pobres jubilados la están esperando" mencionó un contratado de Procter & Gamble.
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"No era cuestión de amistad, era cuestión de clase"
Muchos de los consultados relacionaron su bronca hacia los privilegios de funcionarios y amigos del poder para beneficiarse en el sistema de vacunación como una cuestión de clase. "Impotencia de que con tu plata, la de todos, ellos manejen a su placer las vacunas. Dejaron las vacunas a merced de sus acomodos, de su casta" nos relataba un obrero de Firestone.
Una empleada de la autopartista plástica, ubicada en Pilar, nos cuenta con asombro que "cuando salió la noticia, no le di tanta bola porque pensé que eran un par de casos y entiendo que la amistad a veces hace que nos juguemos por el otro. Pensé que era solo eso, un par de casos. Después vi que no era cuestión de amistad, era cuestión de clase".
"Ahora que se está destapando voy entendiendo que hasta en esto nos divide la clase y como leí hoy. La burguesía cree que la vacuna les corresponde primero a ellos porque es por derecho divino" agregó la obrera.
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Un trabajador de la Comisión Nacional de Energía Atómica expresó: "Me generó indignación pero no sorpresa. Típica aplicación práctica de los privilegios de la casta política burguesa. Y que nadie me diga que Alberto no sabía del tema".
Un chófer de una importante línea de colectivos que une la zona norte con CABA mencionó que le generó una sensación de que no cambia más la realidad de la Argentina. "Los mismos hijos del poder o famosos se llevan lo mejor y el pobre pelotudo que se rompe la espalda trabajando que se joda y siga así dando vueltas en su propia marginalidad que son ellos mismos los que la provocan" nos decía.
Un enfermero del Hospital Larcade, el cual se encuentra luchando por aumento salarial y mejores condiciones laborales, vio el escándalo como "una clara estrategia de la burguesía de imponerse de manera discriminatoria frente al pueblo en su mayoría y más aún del sistema de salud que conformamos la primera línea frente a esta pandemia".
"Hoy por hoy, si fueran las elecciones, no votaría al gobierno"
Entre los encuestados encontramos a trabajadores que votaron al Frente de Todos en las pasadas elecciones presidenciales. Ellos expresaron desilusión. "No tengo tanta confianza en este gobierno. Está haciendo desastres"y "Típico comportamiento de la clase política. Inadmisible e imperdonable. Cruzaron un límite" expresaron dos trabajadores de Fate.
Otro operario, también de esta empresa, con enojo nos decía: "Me parece una vergüenza. No puedo creer que el ex Ministro de Salud haya hecho eso o que fuera cómplice. Me pareció bien que se lo haya desplazado de su cargo y dado a conocer la lista de las personas que iban a recibir la vacuna de forma vip. No me gustó que tampoco se tomará medidas con estas personas. Tienen derecho como todos a vacunarse pero tendrían que cobrarles la vacuna".
Su compañero, quien también estaba enojado por la noticia, nos contaba: "Hoy por hoy, si fueran las elecciones, no votaría al gobierno. Tampoco veo alternativa confiable. Si hubiera una elección entre Macri y el gobierno, volvería a votar a este último".
El chófer mencionado anteriormente también había votado al Frente de Todos pero con los últimos hechos su opinión cambió: "La verdad deja mucho que desear la gestión, son unos tibios de mierda. Pasa exactamente lo mismo que con los empresarios: cuando parece que van a tomar una decisión popular, los empresarios aprietan un poco y al toque se echan para atrás. No se termina de entender de qué lado de la grieta terminan estando".
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Otros ejes de la encuesta
Los corresponsales de LID también les consultaron a los entrevistados cómo creían que se está llevando adelante el plan de vacunación y qué medidas deberían tomar el gobierno y los sindicatos para que toda la población acceda a la sociedad vacunas de manera eficiente.
Un obrero de Metalsa nos contaba que "las vacunas hoy junto con que las familias tengan un laburo tiene que ser prioridad". Una ama de casa que reside en Pilar expresó: "Creo que el gobierno debería asegurarse también de llegara la gente más pobre que no puede inscribirse, a nivel nacional, que no tiene agua y menos recursos. Hacer un seguimiento de cada caja que mandan a cada hospital y/o municipio para verificar que lleguen a quien corresponde, ya que lamentablemente, hay mucho acomodo que no ven".
La obrera de la autopartista plástica mencionada anteriormente desarrolló: ¡El gobierno está manejando pésimamente el plan de vacunación! Los hechos lo demuestran. El gobierno y los sindicatos deberían hacer un paso al costado si ellos son los que se privilegian. Tienen que dar un paso al costado y dejar que los trabajadores de la salud y docentes organicen eso... que más que ellos que saben la necesidad de los barrios".
Un operario de Mondelez Planta Pacheco se preguntó: "¿El sindicato y la Comisión Interna no hace nada?, ¿qué pasa que no reclama?". Él afirmó que "estos dos están unidos con la empresa. Tiene que volver la Bordó, que defiende a los trabajadores. Estamos fritos con este sindicato y esta comisión". Para él, la empresa debería comprar las vacunas para sus empleados.
Mientras un obrero de Alpla encuestado nos afirmaba que los involucrados en el "Vacunagate" no deberían cobrar sus sueldos hasta que todos estemos vacunados, el obrero de la alimentación nos contaba que la campaña de vacunación es "lenta y muy poca información para saber cómo vacunarse" y que debería "organizarse y manifestaciones multitudinarias exigiendo el arribo de las vacunas lo más rápido posible". Este mismo obrero planteó que los sindicalistas involucrados deberían renunciar a sus cargos y estaba de acuerdo con que las patentes de las vacunas deberían abrirse para el país.
La trabajadora de limpieza del Parque Industrial de Pilar opinó que "no hay una logística en la distribución de las vacunas, ni un control estricto de adonde van a parar ni a quien se vacuna". Y aconsejó como solución: "Primero debería formarse un ente de control formado por laburantes que controlen la distribución de las vacunas y una vez controlado a donde van, que controlen por orden de prioridad (empleados de salud, jubilados, personas de riesgo, laburantes esenciales). Esto deberían regularlo gente ajena al poder".