El periodista presentó ayer su libro “Mentir a diario” en la Edición XXI de la Feria del Libro de Córdoba.
Domingo 11 de septiembre de 2016 19:52
Fotografías: Foto Sur
En el Patio Mayor del Cabildo Histórico, cerca de 400 personas recibieron al periodista. Víctor Hugo inició la charla comentando el contenido del libro, que recopila los primeros meses macristas y su relación con el poder económico concentrado y los medios de comunicación.
Luego de la presentación, repasó la repartición histórica de nuestro país, haciendo hincapié en el gobierno de Perón y en los años kirchneristas.
A modo de esquema matemático, sintetizó su pensamiento político en base a dos bloques de poder. Uno se trataría del “Poder real” en el que estarían inmersos los medios de comunicación, la cúpula eclesiástica, los banqueros y los empresarios. Por otra parte, está el “Poder político”, compuesto por el pueblo y sus representantes, que se enfrentan al poder real. Es decir, la famosa grieta.
La conclusión que desprende de este esquema es que el pueblo, como poder político, se traicionó a sí mismo en las pasadas elecciones presidenciales.
Contó también que su ideal de “igualdad”, mediando esta confrontación de poderes, sería que la riqueza se reparta “fifty-fifty” entre la clase trabajadora y quienes comandan el poder real. De este último dijo que “venimos hace doscientos años con ellos haciendo historia”, ya que fueron quienes hicieron las leyes y éstas son difíciles de derribar. “Es más fácil que el mundo explote por los aires, terrón por terrón, a que se acabe el capitalismo”, reflexionó sobre este asunto.
¿Cuál es el lugar que ocupan los medios de comunicación?
Víctor Hugo recalcó durante toda su charla la importancia de los medios de comunicación y cómo usaron su poder creador de opinión pública para moldear el descontento social frente al kirchnerismo y a sus métodos para administrar el Estado. Recalcó el rol que cumplen medios como Clarín y La Nación y, por supuesto, no olvidó la Ley de Medios y su falso carácter democratizador.
Pero, ¿qué ocurrió durante los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner? ¿Acaso los medios no constituían un “poder real”? Los medios de comunicación siempre han formado un poder central dentro de la administración del Estado, ellos no sólo marcan la agenda que los gobernantes quieren imponernos, sino que son parte de entramados económicos diversos, es decir, se convierten en una maquinaria de noticias que reflejan la realidad que les conviene a los empresarios, esos mismos que colocan presidentes.
Sin ir más lejos, la confrontación entre el kirchnerismo y el grupo Clarín comenzó en el año 2008, luego de que las patronales del campo declararan un lock out contra las retenciones impuestas por el gobierno de Cristina Fernández. Allí empezó lo que Julio Blanck, editorialista de Clarín, describió como “periodismo de guerra” en una entrevista que le realizó Fernando Rosso en La Izquierda Diario. Víctor Hugo utilizó este dato durante su charla, sin nombrar la fuente de la entrevista.
Lo que el periodista no explicó fue que durante esta “guerra”, el kirchnerismo no escatimó en gastos a la hora de montar sus operetas, par a par con “el grupo”. Puso en pie medios adictos a través de sus empresarios estrellas, Spolzky y Garfunkel y el ex candidato a gobernador Eduardo Accastello en Córdoba. Con pauta oficial motivó a los medios que ya existían para que les guiñaran el ojo en sus editoriales, pagaron cuantiosas sumas de dinero a periodistas y para no quedar atrás frente a su contrincante, utilizaron el canal TV Pública como su gran vidriera de propaganda. Así, durante diez años formaron opinión pública junto al Grupo Clarín, así se formó “la grieta”.
En el medio de esa grieta quedaron cientos de trabajadores de prensa sin trabajo cuando el gobierno kirchnerista terminó, sin contar los que fueron perseguidos ideológicamente durante años, aquellos que no encontraron un espacio dónde reflejar lo que les ocurre a los trabajadores que salen a luchar por sus puestos de trabajo y un salario digno, un lugar donde reflejar un periodismo no sexista y estigmatizante para las mujeres y la comunidad LGTBI, un lugar donde contar la situación de miles de jóvenes que no pueden estudiar y que se encuentran en trabajos precarizados.
Lo que Víctor Hugo no dijo es que existe un periodismo verdaderamente combativo, que sale a la calle a contar lo que pasa en cada universidad, en cada escuela, en cada puesto de trabajo. Ese periodismo es el que desde hace dos años propone La Izquierda Diario, con cientos de colaboradores por todo el país, que está en cada lucha de trabajadores y con las mujeres y la comunidad LGTBI exigiendo igualdad de derechos. Y porque no creemos, como Víctor Hugo, que lo que tenemos fue otorgado por un “gobierno popular”. Lo que conseguimos fue arrancado con la lucha en las calles y ahí es donde también debe encontrarse el periodismo combativo.