Maristella Svampa y Eduardo Grüner participaron junto a Nicolás del Caño y Romina Stolarowa –trabajadora de Rappi y militante de la juventud del PTS–, de la presentación del libro Rebelde o precarizada. A continuación, una síntesis del debate y el video completo de la presentación.

Nicolás del Caño, candidato a presidente por el Frente de Izquierda-Unidad, presentó el último jueves en Buenos Aires su libro Rebelde o Precarizada: vida y futuro de la juventud en tiempos del FMI. De los 90 a la era Macri. Lo acompañaron en el panel la socióloga y escritora Maristella Svampa, el sociólogo Eduardo Grüner y de Romina Stolarowa García, joven trabajadora de Rappi y militante de la Juventud del PTS.

Svampa destacó que en el libro de Del Caño “está la historia de una gran cantidad de jóvenes trabajadores y trabajadoras precarizadas, que construyen una suerte de relato coral acerca de sus condiciones de vida” y de lo que es el trabajo “en tiempos de la globalización neoliberal”.

Se refirió a varios trabajos que vienen abordando hace un tiempo el problema de la precariedad, entre ellos Tony Negri, autor junto a Michael Hardt de Imperio y Multitud, y Guy Standing, investigador miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que publicó El precariado. Svampa observó que hasta la década de 1980 la mayor parte de la fuerza de trabajo tenía una condición formal, estaba sindicalizada. Con el desarrollo del neoliberalismo, se pasó a un modelo de acumulación cada vez más “flexible”, “el centro del modelo de acumulación pasa a ser el trabajador precario y el núcleo duro de trabajadores protegidos de los países del norte con una periferia de trabajadores eventuales, se ve invertido”. Alertó contra las visiones “obreristas”, que las cuales considera necesario desprenderse.

Eduardo Grüner destacó que Rebelde o precarizada “es el libro de un militante y es además un libro militante, cuyo objetivo central es informar, argumentar, interpretar y movilizar conciencias. No por las conciencias en sí mismas, sino buscando una movilización que disponga esas conciencias al pasaje al acto de la política militante. El propio Nico dice en su libro que no es un libro de quejas, que es una guía para la acción”. Destacó la profusión de testimonios en primera persona de la juventud precarizada. “Las historias de vida y los testimonios que podemos leer en el libro muestran muy dramáticamente cómo todo esto que el libro viene describiendo afecta la vida en su conjunto”. Una dimensión clave en el trabajo es cómo entender la precarización en la estructura de “relaciones laborales de explotación”, y en esto Grüner valoró positivamente que fueran tratadas en el libro como un todo inseparable de las condiciones de la fuerza de trabajo en el capitalismo. Señaló como peligro, “la precarización como una estructura en sí misma”, contra el cual Rebelde o precarizada tiene el mérito de ponerse en guardia.

Romina Stolarowa, una de las jóvenes que aportó su testimonio para el libro, planteó como los testimonios y análisis del trabajo de Nicolás del Caño presentan un panorama con el que amplios sectores de la juventud trabajadora se identifican. “El sector de aplicación sabe muy bien que la juventud es la más precarizada, pero esa juventud es parte de la clase trabajadora que moviliza el mundo y que puede pararlo”, afirmó. “Dentro de las fábricas, de manera mucho más clandestina, los pibes y las pibas también piensan cómo empezar a luchar por sus derechos laborales”. “El libro que me ayudó a mí y a mis compañeros y compañeras del sector de aplicación, a saber que la precarización laboral es una situación nacional e internacional”, finalizó.

Nicolás del Caño planteó que el propósito del libro es “reflejar una radiografía de esta situación de precarización de la juventud”. Se trata “para nosotros de poder dar cuenta de una historia política de la precarización”. Desde la dictadura genocida y el menemismo que marcó un salto en la ofensiva patronal por flexibiliza la fuerza de trabajo, pasando por el kirchnerismo durante el cual “esa legislación y esas condiciones de precarización se mantuvieron”, hasta la actualidad con Macri y el regreso del FMI. Un actor destacado en esta historia es la burocracia sindical, desde la conversión en empresarios de buena parte de los “gordos” en los años de Menem hasta la colaboración con el ajuste hoy. “escuché a Caló decir que ellos habían garantizado la gobernabilidad de Macri y que les tenían que agradecer, me acordaba de los jóvenes de la UOM de todo el país, pero particularmente nuestros compañeros que dieron muchas peleas en Rosario, que inclusive su salario es menor que lo que se llevan los soldaditos de los narcos”, comentó del Caño. Rebelde o precarizada se propone “pensar las luchas, las formas de organización que estos nuevos sectores se vienen dando a nivel internacional” y a partir de ello “cómo organizarnos la potencialidad de la juventud” que puede “ser parte de forjar una organización para conquistar otro futuro”. Porque la juventud, si se rebela, puede darlo vuelta todo.

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