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Red Internacional
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JALISCO, UNIVERSIDAD. Villanueva y la continuidad de la antidemocracia en la UdeG

Este 1ro de abril asume como Rector de la Universidad de Guadalajara Ricardo Villanueva, dirigente feuista y excandidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara

Lunes 1ro de abril de 2019

El pasado 6 de febrero del presente año el Consejo General Universitario (CGU) realizó la votación para elegir al próximo rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), resultando electo Ricardo Villanueva Lomelí, un personaje conocido por ser expresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y por haber sido candidato por el PRI a la presidencia municipal de Guadalajara en 2015.

Villanueva es parte de una casta privilegiada que agrupados en el Grupo Universidad controlan la universidad pública del estado de Jalisco. El proceso de selección del Rector es totalmente antidemocrático siendo Raúl Padilla el dirigente de la camarilla que designa al rector y a los funcionarios clave para que la universidad avance acorde a sus intereses, el órgano “estudiantil” de esta casta es la FEU que además de funcionar como contención del descontento de los estudiantes, sirve como formadora de cuadros políticos que nutren las filas de los partidos políticos tradicionales, incluso ahora del Morena.

Un ejemplo de esto es el exgobernador Aristóteles Sandoval quien también fue expresidente de la FEU y que llegó a la gubernatura del estado de Jalisco por el PRI, y fue durante su periodo que aumentó el número de feminicidios, desaparecidos, asesinatos, así como el crecimiento del trabajo precario, el despojo y la devastación ambiental. El vínculo es claro, Villanueva fue un hombre clave en las campañas de Aristóteles.

Universidad al servicio de una casta

La antidemocrácia en la UdeG tendrá un acto de honor este 1ro de abril, al designar a Ricardo Villanueva como rector de la institución, elegido por el CGU, un organismo que lejos de ser representativo de los universitarios es la representación de una casta, instituido en un órgano a modo para simular la designación “democrática de los altos mandos de la UdeG”.

La mayoría de las consejerías del CGU o al menos los puestos clave son controlados por integrantes del llamado Grupo UdeG que controla Raúl Padilla o por integrantes de los organismos afines a este como la FEU y los sindicatos universitarios que también funcionan como contención de la organización independiente de los trabajadores.

Es así como se garantiza la antidemocrácia en la UdeG, en estos organismos no tienen presencia las voces disidentes, ni las y los alumnos, ni académicos, ni trabajadores tienen derecho a elegir a sus representantes de forma libre y en caso que se llegará a filtrar alguna voz disidente difícilmente tendría eco pues sería aplastado por la inmensa mayoría padillista, si esto no fuera suficiente el rector general tiene derecho de veto sobre cualquiera de las decisiones.

Es esta la manera como la UdeG se ha puesto al servicio de una casta que responde a intereses privados que nada tienen que ver con la educación pública, avanzando en las medidas restrictivas para acceder a la educación, fomentando la elitización y la privatización.

A la par del aumento de las medidas restrictivas de acceso a la UdeG han crecido las universidades privadas muchas de las cuales pertenecen al grupo de los Padilla quienes se benefician del limitado aumento de la matrícula.

Hagamos frente a la antidemocracia en la UdeG

La reciente represión que se vivió en las instalaciones de CUCSH Belenes por parte del cuerpo de Seguridad de la Universidad encabezado por Montalberti Serrano Servantes, un porro ex fegista (federación de estudiantes que antecedió a la FEU), guarura privado de la familia Padilla, acusado de portación de arma prohibida y otros turbios casos de violencia contra estudiantes, destapó nuevamente los cuestionamientos a la antidemocracia universitaria.

La asambleas estudiantil independiente que se reunión después de los sucesos discutió cómo combatir las medidas autoritarias y la antidemocracia.

El movimiento estudiantil generado a partir de esto no sólo exige la destitución de Montalberti y de la Coordinación de Seguridad Universitaria, sino que lucha de conjunto contra la antidemocracia en la universidad pues ésta fomenta el autoritarismo, las medidas de control y la privatización.

Es necesario pelear por espacios verdaderamente representativos donde se decida el rumbo de la universidad, sólo creando estos espacios verdaderamente legítima podremos arrebatar nuestras demandas de manos de la casta padillista.