Milei, UCR y PJ en Tucumán. ¡Viva la dependencia Carajo!

No es la primera vez que cuando se apuesta a una mayor entrega del país a la injerencia del capital financiero se utilicen símbolos o fechas patrias. Macri volvió a endeudar al país con el FMI en el mes de mayo de 2018.

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Pero incluso, en este caso, es casi una confesión de la falta de una clase dirigente interesada (política/empresaria) en la conquista de una efectiva soberanía nacional a lo largo de la historia. Aquí encontramos al “grupo de los seis”, grandes empresarios de la construcción, UIA, SRA, bancos, el comercio y la bolsa alentando este “Pacto de Mayo”.

Más allá del blindaje de la ciudad con la policía del gobernador Jaldo para garantizar el acto de Milei y los gobernadores garantes del Pacto de Mayo, pudimos realizar el acto repudiando esta nueva entrega y saqueo de los bienes comunes naturales y
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— Alejandro Vilca (@vilcalejandro) July 8, 2024

Un poco de historia

“Nuestra revolución ha sido política, ha cambiado el gobierno, no la sociedad, que nada tenía que cambiar para ser lo que hoy es. La prueba es que conservamos los códigos civiles y coloniales”. Esto lo decía uno de los ídolos de Milei, Juan B. Alberdi en sus Escritos Póstumos, (vol. V, 263).

La cita de Alberdi la hace el historiador marxista Milcíades Peña para explicar cómo en el proceso de independencia en toda América Latina las clases dominantes de terratenientes y comerciantes hispano criollos pretenden desplazar a la burocracia de funcionarios puestos por el Rey por personal propio (o ellos mismos) pero sin dejar de reconocer la autoridad del supremo español.

En gran medida fue la negativa de reconocer por parte del Estado Español las solicitudes de constituir una monarquía constitucional, por parte de las élites criollas, junto con la embestida militar realista, lo que precipitó la decisión de las clases dominantes locales a declarar la independencia en Tucumán.

No es aquí donde vamos a desarrollar la historia que continuó en aquella época, pero volver sobre los intereses de los sectores dominantes de aquel momento, nos permite pensar el presente y preparar el futuro.

Aquel accionar político y militar a “contragolpe”, una independencia que combinó autonomía del Estado Español para asumir una plena dependencia económica y financiera de Inglaterra, es una marca de origen que continuó bajo otras formas y actores hasta nuestros días.

¿Independencia o mayor entrega a los capitales extranjeros?

Con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversores (“el Rigi”) se pretende profundizar la dependencia de un país atado al FMI y donde el gran capital extranjero y sus socios locales -históricamente una burguesía local que optó por su subordinación- podrán hacer y deshacer a su antojo. Ahora vienen a llevarse las últimas “joyas de la abuela”, el litio, el cobre, el gas y petróleo de Vaca Muerta.

Y para quienes desde UxP huyen despavoridos de sus compañeros que votaron a favor del Rigi como la senadora Carolina Moisés, próximos a estrenar un peronismo libertario, deberían reflexionar también sobre la continuidad de un orden legal a favor del gran capital consolidado desde 1976 hasta hoy. La legislación en materia de inversiones, inversiones mineras, tratados bilaterales de inversión, la ley financiera. ¿Acaso con todo ese entramado legal la patria no se viene vendiendo?

Pero no, mejor no hablar de ciertas cosas. Y sí hacerlo, como es el caso de Cristina Fernández o legisladores del peronismo como Emiliano Estrada (Salta) quien acaba de dar una charla junto a la diputada Leila Chaher (Jujuy), quienes se preocupan por los dólares que no ingresarán al país dada las facilidades que otorga el Rigi a las multinacionales, y cómo eso perjudica el pago de la deuda al FMI. Su preocupación es por pagar y pagar, como si haber pagado serialmente la deuda nos hubiese hecho menos dependientes. Durante todos estos años la deuda no dejó de crecer.

En el caso del litio, tampoco UxP presenta una alternativa al saqueo. No solo por sus tímidas regulaciones de un Estado atado de pies y manos a las multinacionales, que han armado sus esquemas globales de negocios y ubican a la Argentina como mera proveedora de materias primas. Incluso quienes hablan de un “capitalismo humano”, como Grabois, apuestan a un esquema donde YPF se haga del 51 % de la actividad litiera y el resto sea de las mineras, cuando son los fondos buitres de Blackrock, Citicorpo o Vanguard los accionistas tanto de YPF como de las mineras Livent y Sales de Jujuy (asociadas). Una utopía propia de pretender humanizar a un sistema que funciona acorde a la obtención de ganancias, obtenidas de la explotación del trabajo y de todo tipo de mecanismos de expoliación de los territorios.

En materia política, esta estrategia termina lavando la cara de figuras del régimen. Grabois la semana pasada habló de “generar nuevas representación políticas” en su visita al gobernador Gerardo Zamora,quien al final terminó firmando el pacto con Milei.

En 1890 ante la entrega del país al capital financiero y la usura por parte de Roca, Juarez Celman, en momentos de crisis económica, surge la Unión Cívica. “Un partido de los productores nacionales en tiempos de crisis”, lo definió Milcíades Peña.

Hoy, 134 años después, la UCR reescribe sus orígenes atando su destino a Milei como hace el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, tras el fracaso de la UCR en el PRO de Macri. Nace una Unión Cívica Libertaria, la cuestión es si así, ¿avanzará?

La independencia hoy en sus manos es un sueño eterno. Solo habrá una pesadilla de mayor dependencia y decadencia para las mayorías tal como denunció el diputado nacional por Jujuy, Alejandro Vilca, en su reciente visita a Tucumán.

Para evitar eso, hay que pelear una salida alternativa al país que ellos diseñan. Romper con el FMI y el capital financiero, implementar un conjunto de medidas soberanas y a favor de las mayorías trabajadoras como la estatización del litio bajo control de trabajadores y comunidades, la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo, un salario mínimo igual a la canasta básica y actualizado por inflación, la diversificación productiva frente al monocultivo de la caña de azúcar, el limón o el tabaco, para generar trabajo todo el año en el campo.

Este tipo de medidas requiere de un pacto con las y los trabajadores y el pueblo pobre pero también de contar con una gran fuerza política propia, un partido de trabajadores socialista. A esto apostamos desde el PTS-FITU, alentando cada lucha de la clase trabajadora como la que están dando los rurales de Ledesma que apuestan a defender el gremio recuperado frente a una patronal insaciable y una conducción gremial nacional que les juega en contra. Rodearlos del apoyo de la juventud, docentes, intelectuales, periodistas, el movimiento feminista, puede ser un ejemplo solidario que fortalezca el poder de la única clase que por su trabajo cooperativo en el campo, la industria y los servicios hacen funcionar todos los días la sociedad.

Contrario al individualismo del sálvese quien pueda de Milei o un regulacionismo estatal raquítico que alienta el peronismo, es hora de prepararse para escribir otra historia, una donde las mayorías trabajadoras y populares decidan todo, partiendo de controlar y planificar la economía en función de sus intereses en una perspectiva ecológica de cuidado de los bienes comunes naturales como el agua y la tierra.

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