Este día se da para conmemorar el primer congreso nacional de Geografía en 1939 y que sentó las bases para la geografía moderna en México.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Martes 24 de julio de 2018
Tradicionalmente, la geografía es vista como una materia escolar fácil y aburrida y en cuanto a ciencias como una en la que basa el conocimiento en la enciclopedia y para su estudio basta una buena memoria para los datos cartográficos y para el estudio de las capitales.
Solemos pensar en la Geografía, en el mejor de los casos como una sucesión de hermosos paisajes, aunque en la práctica las nuevas tecnologías no pueden desarrollarse sin un estudio geográfico elemental.
Por décadas, la geografía universitaria ha estado desdibujada no sólo en México sino en prácticamente todos los países. Sus productos de investigación aplicada son subestimados, pues se considera que cualquiera podría hacer lo que un geógrafo profesional hace.
En realidad, el carácter interdisciplinario del estudio geográfico ha sido menospreciado, tanto que los mismos profesionales de la Geografía hemos cuestionado la validez y vigencia de esta disciplina ciertamente antigua.
Epistemológicamente hablando, la geografía está emparentada con los saberes grecolatinos, con las Artes, las Letras, la Filosofía y la Historia.
Por eso es lógica su ubicación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM que obedece su origen y tradición clásica, la Geografía de Ptolomeo (siglo II), en la que sintetizó de manera notable el conocimiento clásico del cosmos, constituye una reflexión sobre el planeta en su conjunto (geografía) y sobre el espacio habitado en lo particular (corografía).
En este enfoque ptolemaico se conjugan la observación de la sociedad y la de la naturaleza, nos sirve para poner de relieve la tradición del estudio sistemático sobre campos del conocimiento que hoy diferenciamos como "ciencias", por un lado, y como "humanidades", por otro.
Si bien muchas son las diferencias metodológicas y conceptuales que separan a las prácticas geográficas de la antigüedad y las de nuestro tiempo existe, sin embargo, un hilo de continuidad en este enfoque, digamos, "interdisciplinario". Pues durante el transcurso de la historia de esta ciencia su principal preocupación fue describir lo más fielmente posible la relación entre la sociedad y la naturaleza.
Para el siglo XVIII, la Geografía aprovecha todo su carácter estratégico: los imperios intensifican los viajes de exploración y reconocimiento que consolidarían sus dominios y orientarían las ulteriores expansiones territoriales y con la posterior colonización de América y África.
En el siglo XIX la Geografía se consolida como ciencia al servicio de los intereses imperialistas europeos. Los gobiernos no solo se enfocaron a emprender las exploraciones geográficas, sino que crearon instituciones destinadas a elaborar un cuerpo de conocimientos sobre los países no europeos y a formar a los funcionarios coloniales.
En México, la consolidación de la Geografía ocurre a partir de 1891, cuando se establece el Instituto Geológico Nacional con el objetivo de estudiar los recursos minerales del país en un momento de auge para la minería industrial que servirá de base para el progreso material del régimen porfirista.
Durante el siglo XX prevaleció un enfoque regional y estadístico en el estudio y desarrollo del saber geográfico.
Sin embargo, para el siglo XXI una problemática prevalece para quienes nos dedicamos a este rubro, unos de los problemas fundamentales de la super especialización, pues el científico pierde con frecuencia la dimensión del tema que estudia.
Es decir, no sabe ya en qué parte de la realidad se inserta su estudio y a menudo desconoce por completo las áreas de estudio vecinas, por no mencionar la ignorancia plena respecto de otras ciencias. Esta ignorancia genera aislamiento y este aislamiento distorsiona los propios resultados científicos, cuya comprobación no se somete a la crítica de otras visiones de la misma realidad estudiada.
Contra esta distorsión, la Geografía propone un enfoque interdisciplinario y lo argumenta con 18 siglos de práctica ininterrumpida. El universo conocido ha sido descrito mediante este enfoque integrado y es este enfoque el que sigue dando las claves para la solución de muchos de los grandes problemas en las ciencias en la actualidad.
