La Alianza imperialista, a pedido del Estado español que dirige Pedro Sánchez incluyó -junto con Oriente Medio y el norte de África- a la región del Sahel, como regiones con potencial "desestabilizador", especialmente por los flujos migratorios que ahora se auto habilitaron para frenar con la fuerza militar.
Jueves 30 de junio de 2022 09:45
MADRID, 29/06/2022.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), su homólogo de Francia, Emmanuel Macron (i), y el presidente de la Consejo Europeo, Charles Michel (2-i), antes de la cena ofrecida a los jefes de Gobierno que participan en la cumbre de la OTAN. Museo del Prado-Madrid. EFE/Brais Lorenzo
Tal y como pretendía el Gobierno del PSOE-Unidas Podemos, la OTAN finalmente aprobó el "Concepto Estratégico", un documento político que establece las bases de la actuación militar de la alianza imperialista de cara a los próximos diez años.
La inclusión de Ceuta y Melilla—enclaves coloniales españoles en el norte de África— como sus límites geográficos de actuación para blindar lo que denominan “flanco sur”, refuerza la intención del imperialismo español de que los países africanos no incumplirán sus deberes de gendarmes de las fronteras. Sánchez lo logró: se consolidó la postura de que el no control de los flujos migratorios se puede considerar como un ataque a la soberanía de los países miembros y en consecuencia habilitar la intervención militar.
Hace pocos días el mundo entero pudo ver en los salvajes asesinatos de 37 personas en Melilla, las consecuencias de esta postura del autodenominado "gobierno más progresista de la historia". La ultra derecha de Vox estaría pensando que ni ellos lo hubieran hecho mejor. Unidas Podemos con su oprobioso silencio, continúa en ese gobierno.
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Ambas ciudades africanas (Ceuta y Melilla) se encontraban, hasta ahora, fuera de los términos “defensivos” del tratado que rige el funcionamiento de la OTAN, debido a la situación de tensión entre los intereses del imperialismo español y Marruecos—país que goza de una buena relación con EEUU—.
Sin embargo, con Marruecos actuando como el cancerbero de la frontera europea gracias a que el gobierno ha utilizado el Sáhara como moneda de cambio, se ha avanzado un paso más en la construcción de la Europa-fortaleza.
La Alianza, a petición del Estado español, ha incluido, junto con Oriente Medio y el norte de África, a la región del Sahel—zona que comprende una decena de países, como Mauritania, Senegal, Níger o Malí, entre otros—como una fuente de “conflicto, fragilidad e inestabilidad” que “afecta directamente a la seguridad de la OTAN y sus aliados”, haciendo mención a que la región sería “terreno fértil para la proliferación de grupos armados y organizaciones terroristas”.
La situación de estos territorios -añade el documento aprobado este último miércoles en la Cumbre- puede dar lugar a “interferencias desestabilizadoras por parte de competidores estratégicos”, entre las que se encuentran los ataques informáticos, la desinformación, la coerción económica y ahora también la inmigración, al mismo nivel que las anteriores.
De esta forma, no solo se afianza el blindaje de las fronteras, sino que se considera a la inmigración como una posible herramienta desestabilizadora más al servicio de la “guerra híbrida” coincidiendo con el pronóstico de un horizonte marcado por un aumento de los flujos migratorios, en especial provenientes de África, a causa de hambrunas inminentes.
Una vez más, el imperialismo norteamericano, europeo y español, al tiempo que va dejando un reguero de sangre y miseria allá por donde pasa con sus guerras, sanciones y el expolio sistemático de recursos por parte de sus multinacionales, orquestan planes militares para contener los movimientos migratorios que ellos mismos han generado a golpe de violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Este punto aprobado hoy en la Cumbre pretende servir como advertencia disciplinaria para los gobiernos de los países limítrofes con Europa en general, y para los norteafricanos en particular: si no desempeñan correctamente su labor como gendarmes de la “fortaleza” europea, podría considerarse que están atacando a uno de los países de la Alianza, lo que justificaría una intervención militar de la OTAN en ese país fronterizo.
La valoración global de la Moncloa con respecto al renovado plan estratégico de la OTAN, así como a la celebración de la cumbre en Madrid, es muy positiva. El gobierno más progresista de la historia está “no solo muy satisfecho, sino orgulloso” de que se haya considerado a la inmigración como una “amenaza híbrida”, tan orgulloso como estuvo con la Policía marroquí y la Gendarmería española en la frontera con Melilla.
Este tipo de actuaciones hacen más patente aún la necesidad de construir una alternativa política que enfrente abiertamente al imperialismo norteamericano, europeo y al del propio gobierno español, luchando por la ruptura de todos los pactos con la UE y la OTAN y la retirada de todas las empresas españolas de los territorios en los que contribuyen al expolio de recursos y condenando a la miseria a su población, a la que luego esos mismos Estados imperialistas pretenden despojar de todos sus derechos cuando se ve obligada a migrar.