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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. ATE Morón: un sindicato “amarillo” contra los trabajadores

La agresión de la patota de Darío Silva a la delegada de ATE provincia no es un hecho aislado.

Sábado 28 de abril de 2018 17:21

El viernes en el Congreso provincial de ATE, una patota con Darío Silva (Secretario General de ATE Morón) al frente, agredió a Eliana Farías, trabajadora del Hospital de Niños de La Plata que quedó internada en terapia intensiva. El ataque se suscitó luego, de que en el Congreso, un delegado opositor repudiara “a la patota que había agredido a los trabajadores del Hospital Posadas”, en enero de este año. El sector de Silva se abalanzó sobre el escenario, y en ese marco, golpearon a Farías. Pero este repudiable ataque no fue un hecho aislado.

El antecedente del hospital

Cuando el 16 de enero se conoció la noticia de un nuevo centenar de despidos en el Hospital Posadas, los trabajadores fuimos a exigirle a ATE Morón (uno de los 5 sindicatos del Hospital) que convocase a una asamblea. Una demanda elemental, cuando la Dirección y el Gobierno atacaba a las fuentes de trabajo. Pero la respuesta de Dario Silva y su grupo, fue salir a responder con una patota que nos atacó, donde tres compañeros sufrieron lesiones.

Desde ese momento, el sindicato local no llevó adelante ni una sola medida de lucha frente a los despidos, creciente flexibilización laboral, jubilaciones anticipadas, u otros ataques del Directorio. Es que ATE Morón es parte del plan de las autoridades, que persigue a los trabajadores opositores que defienden sus derechos, para avanzar en una reestructuración del Hospital, con peores condiciones laborales y privatizaciones de áreas y servicios.

Pero, ¿quién es Darío Silva?

Como decíamos en el Hospital hay al menos afiliación a 5 sindicatos. En el caso de ATE, la conducción seccional de Morón responde a Darío Silva, electo en su cargo por la lista verde de ATE Nación. Esta conducción, que durante el gobierno kirchnerista se reivindicaba parte del proyecto “nacional y popular”, rápidamente saltó la tranquera al cambiar el gobierno y se pasó directamente a las huestes del macrismo.

En marzo de 2016, tras 641 despidos, Silva fue el encargado de levantar todas las medidas, entre ellas un acampe y vigilia que mantenían los despedidos en el hospital, argumentando una supuesta “mesa de diálogo” con ministros macristas que nunca llegó.

Al mes siguiente, Silva tomó trascendencia pública en diversos medios zonales por su compromiso con Tagliaferro, Intendente de Morón del PRO, cerrando paritarias mientras cientos de trabajadores municipales eran despedidos sin ninguna medida por parte de ATE. La integración del gremio a la política macrista se pagó con más de mil despidos entre el Posadas y los municipales en 2016.

La cara de esta integración se refleja en el hospital en la estructura misma de ATE en el Hospital: procedimientos clientelares, prebendas en manejo de ingresos, cambios de turno y servicio, designación de ascensos de categorías, supervisiones y jefaturas; junto con la utilización de patotas, que amenazan constantemente a los trabajadores, lo que hace que sean los garantes de cada ataque que llevó adelante esta Dirección y el Gobierno.

Con la conducción de Silva, se impuso la generalización de la implementación de los “contratos 48” en detrimento de la pelea histórica por el pase a planta. En enero de este año en un comunicado público sostuvieron que el actual contrato que rige la administración pública es precario, “pero es lo que hay” sin ninguna medida para enfrentarlo.

Pero con ellos también pasó la implementación de las 12 horas en vigilancia, y el constante ataque al rechazo a la implementación de las 12 hs para el turno noche de enfermería por más de 10 meses. ATE Morón sostuvo públicamente que “las 12 horas del turno noche, había que hacerlas”, queriendo condenar al personal de enfermería a jornadas insalubres que afectaban la calidad del servicio.

Pero bajo su conducción también pasaron los cierre de servicios y la tercerización de sectores como limpieza, el desguace de farmacia limitando la elaboración de fármacos, y sobre todo, la inacción frente a los cientos de despidos que no sólo han dejado en la calle familias enteras sino que ha puesto en peligro el derecho al acceso a una salud de calidad a los pacientes.

Esta política propatronal de ATE Morón lógicamente se expresó en que no han tomado en tres meses ni una sola medida de lucha. Es más, el 22 de enero, ATE Moron llamó abiertamente a carnear un paro que tenía como demanda central la denuncia de los despidos y la exigencia de la inmediata reincorporación: “la CICOP, acompañada de un grupo de militantes de distintos partidos de izquierda, tiene intención de llevar a cabo un paro de actividades en nuestro Hospital Posadas para este martes 23. Este martes, los trabajadores de ATE Moron desarrollarán sus tareas normalmente en el Hospital”.

Con esta declaración de principios de ATE Moron comenzó el desconocimiento y boicot de todas las medidas de fuerza, no solo votadas por los trabajadores del hospital, sino también las dispuestas por ATE Nación, que convocó a diversos paros aislados y a algunas movilizaciones por la problemática de los despidos en el Estado.

Su “estrategia”, como sostuvieron en un comunicado del 9 de febrero, fue la del "diálogo responsable" con las autoridades, mientras utilizaron diversos mecanismos para instalar el miedo en la base de los trabajadores.

E incluso cínicamente llegaron a utilizar el argumento macartista contra las “intencionalidades políticas” de los despedidos que luchamos por nuestra reinstalación, para dividirnos de nuestros compañeros que no están despedidos, mientras ellos garantizaron el ataque de los funcionarios macristas. Las “intencionalidades políticas” de ATE Morón lo fue convirtiendo en un sindicato cada vez más “amarillo”.

¿A quién representan?

Esta política de Silva se apoya por un lado en su convivencia y negociados con las autoridades, y por el otro, en la enorme división que hay en Hospital, con múltiples sindicatos y asociaciones que son una traba para hacer pesar la fuerza del conjunto de los trabajadores del Hospital.

Pero hay un dato que no debe pasar desapercibido. Según lo publicado por el propio gremio en las elecciones de diciembre de 2017 la lista de Silva obtuvo 884 votos, en un Hospital donde trabajan al menos (según fuentes oficiales y lo que ellos mismos sostienen) 4.700 trabajadores. Por lo que los supuestos 884 votos conseguidos por Silva sólo representan al 18% del total de los trabajadores. En estos tres meses no logró, a pesar de todos sus mecanismos de cooptación y control, reunir a más de un centenar de trabajadores del Hospital. Mientras por abajo, a diario, hay distintas manifestaciones de bronca y repudio a su accionar, y apoyo a los despedidos.

Un ejemplo de ello sucedió esta semana, cuando los trabajadores echaron a un delegado de ATE Morón al grito de: “Fuera los traidores”.

Unidad de los trabajadores

Ante esta situación, desde la agrupación La Marrón del Hospital sostuvimos desde un principio que hacía falta poner en pie un cuerpo de delegados por sector para unir a todos los trabajadores más allá de su adhesión sindical, que funcione con plenarios de delegados con mandatos; junto a asambleas generales de afiliados y no afiliados, con los despedidos. Para pelear unificadamente por la reincorporación, el pase a planta de todos, contra el cierre de servicios y/o su privatización y las jubilaciones anticipadas o la implementación del trabajo monotributista. Demandas elementales para la defensa de la salud pública, y por un servicio gratuito y de calidad para la comunidad.

¿Y ATE Provincia y Nación?

Desde enero ATE nación y provincia no se han pronunciado sobre el ataque de la seccional Morón a los trabajadores del Hospital. Esto mismo se le solicitó a la conducción en varias oportunidades, junto con el pedido de que colaboren con el fondo de lucha, la convocatoria de asamblea de afiliados de ATE en el Hospital con la presencia de las direcciones de Nación y Provincia, junto con otras iniciativas. Todas exigencias que fueron rechazadas por la conducción Verde hasta el momento.

Incluso, contrariamente al pedido de los trabajadores en lucha, el propio Darío Silva, en una reunión en el local de ATE Morón, sostuvo el 22/3 el respaldo de Oscar Isasi, Secretario General de ATE provincia, al gremio que conduce con patotas: "Cuando el Colorado Isasi estuvo el otro día con nosotros, hablando de algunas situaciones que ustedes bien saben, el volvió a repetir que tiene un profundo respeto por nuestra seccional y de ninguna manera, esto que algún trasnochado planteó, que se iba a intervenir nuestro gremio, queda totalmente descartado". Estas declaraciones de Silva nunca fueron desmentidas por la Verde.

Sobre la agresión del viernes, en el Congreso de ATE, hasta el momento su conducción se refirió a los hechos en un comunicado donde sostienen que sucedió “un hecho de violencia generado por un grupo minúsculo que ante una crítica y una moción de parte de un compañero intentaron agredirlo" y que “vamos a detectar a los responsables y vamos a castigar con todo el rigor del estatuto a este tipo de personajes que tienen más que ver con organizaciones autoritarias que con el modelo sindical que pregonamos”.

El “grupo minúsculo” tiene nombre y apellido, y hay agresores y responsables de la agresión, como lo vieron con sus propios ojos todos los delegados presentes y en los videos publicados.

Este nuevo ataque de ATE Morón en un Congreso provincial frente a todos los delegados y la conducción es un salto de calidad. Por eso crece en el Hospital la exigencia a la dirección de ATE Nación y Buenos Aires de la inmediata expulsión de Darío Silva y su patota del gremio, que desde ya apoyamos.

Esta medida es elemental, para que los trabajadores del Hospital Posadas sigamos llevando adelante nuestra lucha para enfrentar con fuerza los ataques de las autoridades y el Gobierno. Hasta el momento todos los fallos judiciales nos han dado la razón, a pesar de las mentiras del Directorio, el Gobierno de Macri (a través de Marcos Peña y el Ministro de Salud) y ATE Morón. Hemos conseguido las primeras reinstalaciones, y vamos a ir hasta el final para poder lograr que todos vuelvan a sus puestos de trabajo para no afectar la atención pública sanitaria.

Para eso seguiremos el camino de luchar unificadamente, con otros gremios como STS y Cicop, y coordinando con otros conflictos como los mineros del Turbio, los tercerizados del Sarmiento, Ferrobaires, los docentes combativos, el INTI, que también sufren el ajuste y los despidos.

Porque somos todos trabajadores, y a la hora de defender los puestos de trabajo, la salud y la educación pública, rechazar los tarifazos, no nos preguntamos a qué sindicato o central pertenecemos, o si somos de planta o contratados, o en qué barrio vivimos. Nuestros intereses son comunes, totalmente opuestos a los empresarios y funcionarios del Estado de los Gobiernos de turno.

Por eso luchamos por enfrentar de conjunto y con un plan de lucha unificado los planes de ajuste del Gobierno, junto a la comunidad, defendiendo también sus derechos.

Estas experiencias, son a su vez, las que plantean la perspectiva de recuperar los sindicatos para los trabajadores, sin patotas, sin burócratas y sin patrones.