Ante la absolución de Milani que la bronca e indignación se transforme en lucha.
Viernes 9 de agosto de 2019 18:48
Recibo la noticia mientras armaba el punto “exilio” para los alegatos en juicio “Escuelita VI” que tenemos el próximo miércoles en Neuquén. Y ya no puedo escribir más.
Bronca, bronca, más bronca. Odio. Dolor que se siente en la panza y recorre el cuerpo.
Pienso en Olivera, en Schaller, en Ledo, pero también en Alejandrina, en el Turco, en Vicky, en Oscarcito Ragni, Juan Marcos Herman, y todos los compañeros y compañeras cuyos casos conozco y conocí estos años. Que sentí, con los que lloré, con los que aprendí acerca del genocidio en la dictadura. Del horror pero también de la fortaleza.
Pienso en todas las madres, familiares, amigos. Pienso en las Madres de Neuquén. En las que no abrazan genocidas. Las que nos abrazan a todos y todas con fuerza. Las que no abrazaron a Milani ni lo abrazarían nunca. Las que luchan junto a los obreros, pero no compartirían un acto con Milani.
Pienso en los querellantes y en el esfuerzo enorme que significa armar la prueba de un juicio tramposo, de uno que ocurre después de 40 años de esos hechos, de un juicio donde la prueba la ponen los sobrevivientes, donde se dividen en tantas partes como intentos de negar el plan genocida existe. Pero sigue un juicio que logramos con lucha, con miles en las calles.
Pienso en el dolor, pienso en la tortura, en los que no llegaron a juicio, en Pedro, que no salió de la tortura. Pienso, pienso y la bronca sigue recorriendo el cuerpo.
Pienso ahora sí, con todo ese odio, en la organización, en esos trabajadores que se levantaban y se organizaban políticamente, en esos estudiantes que peleaban por sus demandas.
En Marina Ubaldini que con sólo 5 meses fue secuestrada y resignificó su vida. En Juan Marcos Herman que quería ser abogado laboralista y defender trabajadores. En los periodistas del Alto Valle solidarios con Enrique Esteban.
En la juventud que se vuelve a organizar, en los obreros y obreras que resisten, en las Madres que están en cada audiencia, en los que se levantan contra el Servicio Cívico de Bullrich y la Gendarmería asesina, en que falta justicia por Santiago…..y son tantas cosas en qué pensar que resulta tan claro que hay que redoblar esfuerzos en organizarnos y salir como siempre a las calles que son nuestras, en luchar y seguir peleando, porque los genocidas tienen que estar en la cárcel.
Porque ningún gobierno nos regaló los juicios que se lograron en base a la pelea de miles en las calles. Milani no es inocente aunque esos jueces quieran lavar sus manos ensangrentadas absolviéndolo. No lo podemos permitir.
Por todos nosotros, por los pibes y pibas que se levantan con fuerza, por los 30 mil.