A pesar de las advertencias de la ONU los gigantes del turismo, Airbnb y Booking, ofertan pisos turísticos en territorio ocupado palestino por Israel demostrando que no solo sacan beneficio de contribuir enormemente al problema de la vivienda sino también del genocidio al pueblo palestino.
Lunes 7 de octubre
Las atracciones turísticas como los barcos que organiza Israel para ver la destrucción en Gaza, se complementan con las grandes empresas que ofrecen alojamiento como Airbnb y Booking, convirtiendo el conflicto en una especie de parque de atracciones.
La ONU había denunciado esta práctica, pero no existe límite para la codicia de los grandes capitalistas que no solo sacan beneficio económico de la producción de armas para el genocidio sino que también buscan grandes beneficios del turismo a tierras desoladas por las bombas marca “made in Europe”.
Pero no es solo una oferta de hospedaje vacacional sino que en estas zonas de vacaciones, antiguos territorios As-Sawiya y Qaryut, expropiadas de tierras palestinas se ofrecen visitas a bases y escuelas militares israelíes. En mitad de un genocidio y una escalada militar en Oriente Medio con ataques al Líbano y respuesta militar de Irán los grandes capitalistas no pierden la oportunidad de ampliar sus horizontes de mercados.
Este ejemplo de depredación absoluta de una tragedia como la de un genocidio perpetrado por Israel pero auxiliado por Europa y EE.UU. nos muestra la relación directa que existe entre los intereses de los grandes empresarios de Occidente y la industria militar que barre el resto del mundo en busca de recursos y nuevas posibilidades de negocio.
Solo en el Estado Español, Airbnb tiene bajo su negocio más de 190.000 pisos turísticos. En Francia superan los 300.000, en Alemania hay solo 10.000 en Berlín y podríamos seguir con una lista interminable, pero la lección es clara. A los grandes empresarios del turismo no les basta con controlar grandes zonas de tensión de la vivienda en los centros del imperialismo, quieren más capital y si pueden conseguirlo contribuyendo al genocidio, les es indiferente.
También es el caso de la banca española. Un reciente informe del Centro Delás, titulado “La banca armada y su corresponsabilidad del genocidio en Gaza” demuestra que doce entidades financieras españolas, entre ellas Santander, BBVA y CaixaBank, Ibercaja, Banco Caminos o Banca March han financiado a siete de las más de 15 empresas que surten de armamento a Israel. En este caso, son las mismas que vienen desahuciando a miles de familias en el Estado español y acumulando cientos de con el objeto de especular sobre el precio de la vivienda.
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Esto deja una lección bastante importante a quienes peleamos contra el genocidio, los grandes capitalistas y el imperialismo.
La lección es que no existe una división entre los problemas “cotidianos” como la vivienda o los salarios y la lucha contra el genocidio. Los mismos capitalistas que en Europa son responsables de nuestra crisis de la vivienda son los primeros interesados en la inversión en armamento por parte de los gobiernos europeos para poder expandir sus intereses a través del militarismo y encontrar nuevas fuentes de beneficio económico. Esos capitalistas que reducen los salarios y aumentan los precios son los que utilizan sus beneficios para reinvertirlos en el genocidio. Y los distintos gobiernos, como el del Estado español, son los principales responsables de defender sus intereses al interior de los estados y en cualquier parte del mundo.
En estos momentos los distintos partidos del régimen político comienzan la discusión sobre los presupuestos para 2025 y, teniendo esto en cuenta, no será ninguna sorpresa el aumento de presupuesto militar una vez más por parte del “progresismo” que fuera de la palabrería de falsa solidaridad con Palestina siguen enviando apoyo económico y militar al Estado genocida de Israel ya desde el anterior gobierno con Podemos en lugar de Sumar.
La lucha por la vivienda debe buscar como abrazar la lucha por la libertad el pueblo palestino y viceversa puesto que lo que se muestra cada día que pasa de esta reactivación del genocidio es la clara relación entre los intereses particulares sobre la vivienda, los salarios… en los países imperialistas y los intereses generales del expansionismo imperialista de los grandes capitalistas de Europa y Estados Unidos. Unir las luchas se vuelve un hecho imprescindible en la batalla contra el genocidio y el imperialismo.
