El gigante europeo, en sintonía a las previsiones con ajustes a la baja como el publicado la semana pasada por el FMI, espera un magro crecimiento económico de 1,7 por ciento en 2016.
Jueves 28 de enero de 2016
Según la publicación de datos sobre la economía alemana, desde el Gobierno hicieron pública su decisión de ajustar a la baja los pronósticos de crecimiento. Por tal motivo se espera que la economía germana crezca un 1,7 % durante 2016, un 0,1 por ciento menos con respecto a una estimación previa que del 1,8 %.
Los datos son publicados en un contexto mundial de preocupación por los problemas en China y la difícil recuperación de EE.UU., que se combinan con un pronóstico de crecimiento mundial muy bajo. La semana pasada desde el FMI publicaron un primer reporte de 2016 donde justamente revisaban a la baja el crecimiento global, en el mismo estiman que la economía mundial crecerá un 3,4 % en 2016 y un 3,6 % en 2017, en ambos casos 0,2 puntos porcentuales menos que en las proyecciones previas, realizadas en octubre pasado.
En este contexto, junto a la desaceleración de los llamados “mercados emergentes” y China (a quien Alemania le exporta gran cantidad de sus productos), se complica la situación de la economía alemana.
Según trascendió, desde el Gobierno dijeron que se prevé que la demanda interna impulse la expansión, con un aumento del gasto de los consumidores de un 1,9 % y subidas en inversión para la construcción de un 2,3 % y en el gasto público de un 3,5 %. Incluso apuestan a mantener el presupuesto federal equilibrado en 2016, a pesar de un mayor gasto estatal en infraestructura y asilo a refugiados.
“La economía alemana está en buen estado”, dijo el Gobierno en un comunicado.
Antes del anuncio oficial, el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, decía al diario Rheinische Post: “a la vista de las buenas condiciones generales como el bajo precio del petróleo y un tipo de cambio favorable, el dinamismo económico debería realmente estar por encima del actual crecimiento económico del 1,7 %”.