PARALELO 42. Alerta social: abuso policial y redes de trata en El Bolsón

León es solo un pibe de 16 años de familia laburante y jugador de futbol, que fue salvajemente arrastrado de su casa, mediante culatazos sobre su cabeza cubierta por una bolsa que le comprometieron dos vértebras del cuello, además de que le provocaron problemas urinarios por las sucesivas patadas en sus riñones y en todo su cuerpo. Semejante brutalidad por patear un cono vial en el control policial que separa Chubut y Río Negro sobre la ruta 40.

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Su madre Adriana junto a organismos de DDHH, la Agrupación Otoño y agrupaciones anti represivas decidieron movilizar al Consejo Deliberante este miércoles 19 de agosto a las 10:30 momento en que se realizaba la sesión del cuerpo legislativo. Ella nos cuenta: “La denuncia está hecha ante la justicia del Chubut por nosotros y también por efectivos de Esquel hacia estos policías que irrumpieron en mi hogar y golpearon salvajemente a mi hijo. También contra los cómplices de la Policía de Río Negro, que siendo vecinos míos, no hicieron nada para impedir lo que le hacían a mi hijo León a metros de su puesto de control.” Y agrega: “Tengo los cojones para no tener miedo y estar acá acompañada para decir lo que sentimos todos, pido justicia para que nos ayudemos como sociedad”.

“Tengo los cojones para no tener miedo y estar acá acompañada para decir lo que sentimos todos, pido justicia para que nos ayudemos como sociedad”

También confluyeron a la conferencia de prensa que se estaba realizando en el lugar el Consejo de la Mujer de El Bolsón, Mujeres en Libertad y el Colectivo Ni Una Menos para sumar el repudio a cinco intentos de secuestros en los últimos cinco días. Desde seguimientos a intentos de subir por la fuerza a chicas a autos sin patente, lo que hace sospechar una operación de red trata en el pequeño pueblo comarcal. Una referente del Consejo de la Mujer afirmó: “Nos convoca poner en alerta a la sociedad, esto está sucediendo en pleno centro y a plena luz del día, estamos colectivamente cuidando a los y las pibas de la ciudad. La policía está sacándole la mercadería a pibes laburantes o golpeándolos en vez de evitar los intentos de secuestro de pibas que estamos denunciando”.

El aumento de abusos policiales en la localidad en los barrios y puestos de control, y la posible presencia de redes de trata y sus distintas formas de “reclutamiento”, cuestionan cada vez más a las denominadas fuerzas de seguridad. Las propias pibas presentes nos cuentan que la Policía local constantemente las amedrenta y violenta en la vía pública. “¿Porque siempre tenemos que agachar la cabeza e irnos de las plazas, nos cierran las canchas y demás lugares públicos para que otros se queden ahí? Un policía no es un amigo y lo sabemos muy bien”, afirma una piba auto convocada, y agrega: “Es una persona armada que tiene el poder, y nos pueden hacer lo mismo que le hicieron a León, o hasta arrebatarnos la vida ¿Por qué tenemos que tenerle respeto si nos maltratan y nos hacen sentir menos que ellos?”.

“¿Porque siempre tenemos que agachar la cabeza e irnos de las plazas, nos cierran las canchas y demás lugares públicos para que otros se queden ahí? Un policía no es un amigo y lo sabemos muy bien”

Por ultimo nos cuenta: “Nos están tapando la boca a los adolescentes, estamos haciendo un cambio y en plena revolución nos callan y nos aíslan a todes, porque saben que tenemos otro pensamiento y eso les molesta”.

La juventud es uno de los blancos de la represión a nivel nacional como el caso de Rafa Nahuel en Villa Mascardi, Franco Cabrera de Cipolletti o el caso de Guillermo “Coco” Garrido que fue ahorcado en un calabozo de la propia comisaría de El Bolsón. Todas víctimas jóvenes de gatillo fácil. También es el sector social mayoritario donde opera el secuestro para la trata de personas como el caso de Otoño Uriarte en 2005

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¿La policía es una institución que está para cuidarnos?

Con el caso Facundo Castro como testimonio a nivel nacional, es necesario poner en la mesa de discusión el rol de la Policía, Gendarmería y demás organismos de seguridad. Tenemos una constante en la mayoría de los casos a nivel nacional; o la Policía es de mínima cómplice de los operativos de trata y los lobby prostituyentes, o ejecutora de abusos, gatillo fácil y desapariciones forzadas.

Tanto los y las trabajadoras, las mujeres y la juventud son siempre blanco de algún tipo de abuso o directamente sus vidas son arrebatadas por estos. Roberto Uriarte, papá de Otoño Uriarte, víctima de un red de trata, e impulsor de la Agrupación Otoño afirma: “No se trata de una o dos manzanas podridas, se trata de toda una institución represiva que tiene como función general la defensa de la propiedad privada y los grandes negocios, no nuestro cuidado. Gobierne quien gobierne siempre se responde a los mismos intereses, los que nos manifestamos siempre somos callados, reprimidos históricamente”.

El padre de Otoño concluye: “Con tantos hechos hay que entender que es todo un sistema que genera esto, ese es el punto de reflexión más importante, no podemos delegar nuestro cuidado en la Policía, cualquiera que tenga una concepción de igualdad sobre las cosas no puede confiar en la Policía. Ellos están para asegurar todo tipo de negocios, desde la trata hasta defender al político o patrón más corrupto, y para el resto nos queda la represión y eso es lo que siempre prevalece a lo largo de la historia”.

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