Este sábado, estudiantes de la UNA; trabajadores de las telecomunicaciones y de call center; jubilados y jubiladas; artistas y trabajadores precarizados, se reunieron en la Casa Cultural Socialista del barrio, para debatir cómo enfrentar el plan del gobierno, cómo derrotar a la derecha y prepararse para tirar abajo la Ley Bases.
Lunes 6 de mayo 21:42
Algunos compañeros y compañeras que participaron de la reunión, son parte de las Asambleas de Plaza Almagro, Boedo, Coronel Díaz y San Fe, además, vienen compartiendo desde hace tiempo espacios de organización en común en los lugares de trabajo y en reuniones abiertas en el local, para discutir los desafíos por delante frente al gobierno de Milei, de cara a la votación de la Ley Ómnibus en el senado y el paro general que convoca la CGT para este 9 de mayo.
Se abrió el intercambio partiendo de la movilización contra la votación en diputados de la Ley Bases, también de la enorme marcha educativa del 23 de abril y de la organización que están impulsando las asambleas barriales, en los lugares de trabajo y estudio. Frente a esto surgió la pregunta sobre qué clima y ánimos se veía en los distintos espacios y qué se opinaba del paro convocado por la CGT, como también sobre la aprobación en diputados de la Ley Bases.
David, compañero jubilado de la Asamblea de Plaza Almagro, planteó la necesidad de discutir qué hacer, tanto si se aprobaba o no la ley en el senado, dijo que esta ley, si se aprobaba, sería muy regresiva para el conjunto del pueblo y se preguntaba si se había perdido “la batalla cultural”.
Maju, también jubilada y parte de la Asamblea Plaza Almagro, remarcó que había mucho desconocimiento sobre qué se votaba, qué puntos claves incluye esta ley y agregó: “Hay que salir a discutirlo con todo el mundo, explicar y dar cuenta del ataque que implica para los laburantes”. Una pregunta que recorrió la reunión fue: “¿Por qué, el día que se trató la ley en diputados, no hubo la masividad, como si la hubo el 24 de Marzo, el 8 de marzo y en la marcha educativa?”.
En dicha reunión, no faltó la juventud. Juliana, bailarina y estudiante de la UNA, destacó que, “la marcha en defensa de la educación pública, cambió el clima en la UNA, se movilizaron muchos estudiantes como no había pasado hasta ahora y se empieza a hablar un poco más de toda la situación, aunque todavía no se transforme todo eso en mayor organización. Hay muchas luchas y marchas dispersas, necesitamos pensar cómo coordinar toda esa fuerza para golpear todos juntos”.
Un trabajador de cocina, que participa de los cacerolazos de Coronel Díaz y Santa Fe, contó: “Están empezando a participar vecinos que votaron a Milei, porque los aumentos de tarifa de luz, ya no se aguantan”. Agregó: “Otros vecinos que se reivindican peronistas están desorientados, pero con ganas de hacer algo frente a la situación, hay que discutir con ellos para acercarlos”.
Florencia Saracho, trabajadora de Telecom y parte de la minoría del sindicato FOETRA, planteó los puntos claves de la Ley Bases: le otorga facultades delegadas al gobierno; la reforma laboral que nos flexibiliza y quita más derechos; la eliminación de la moratoria jubilatoria, aumentando la edad para jubilarse y, además, permite la privatización de empresas públicas, entre ellas Aerolíneas Argentinas, donde ya hay más de 150 despidos en la principal tercerizada, GPS. Contó que sus trabajadores están impulsando un fondo de lucha para que la pelea no se quiebre por hambre. Agregó: “Qué distinto hubiera sido si la CTA, que nuclea importantes sindicatos como el subte, aeronáuticos, estatales, docentes y otros, junto a la CGT, hubieran llamado a paro y movilización el día que se trató la Ley Bases en diputados”. Llamó a redoblar la movilización y la exigencia a paro, el día que se trate la ley en el senado. Y no dejó de denunciar los sectores colaboracionistas como el PRO; la UCR; el bloque de Pichetto, Innovación Federal y un sector del peronismo que votó a favor del régimen de incentivo a las grandes inversiones, favoreciendo a los grandes empresarios, además de los gobernadores como Jaldo y Jalil, quienes dicen que, “hay que ayudar al gobierno” y cómo la CGT fue parte de negociar esta reforma laboral. Por último, señaló: “Myriam Bregman, junto a los diputados del Frente de Izquierda, hicieron una gran denuncia en el Congreso, sobre los puntos que se estaban tratando y quienes son los responsables políticos, con una llegada masiva de millones en redes sociales, canales de TV y radios, que dan cuenta del impacto que tuvieron sus intervenciones. Nuestras bancas están al servicio de mostrar una voz que represente al pueblo trabajador, denunciando y cuestionando los arreglos y negocios que arman un puñado de diputados a espaldas y, en contra de los intereses de las mayorías, a la vez que apostamos a la más amplia movilización en las calles para frenar los planes del gobierno”.
Andrea, trabajadora de call center, planteó que junto con la Red de Trabajadores Precarizadxs, estaban pensando ir a volantear a los call center, la convocatoria al paro general y también, a movilizarse el día que se trate la Ley Ómnibus en el senado. Contó que en los call center, la situación viene siendo difícil con salarios que no alcanzan y trabajando en condiciones de precarización, siendo muchas madres solteras y jefas de hogar. Por eso, la importancia de contarle a sus compañeros de qué trata la reforma laboral que quieren pasar con esta ley que, “nos precariza y nos quita nuestros derechos”.
Eze, también parte de la Asamblea de Almagro, refirió: “Veo difícil que la CGT convoque a una movilización, tenemos que ir organizándonos desde abajo”. Hubo intervenciones alrededor de que los sindicatos son nuestras organizaciones obreras, que apostamos a construir agrupaciones político sindicales fuertes, para dar la pelea en cada lugar de trabajo y por recuperarlos de raíz. “Tenemos que apostar a llegar a la base de los sindicatos, porque sabemos que sus conducciones son burocráticas, que están atornillados a sus sillones. Y seguir impulsando con fuerza las asambleas barriales, donde nos encontramos y coordinamos entre distintos sectores”.
Pablo, compañero de la Asamblea de Scalabrini y Corrientes, dijo: “Hay que cuestionar a las centrales sindicales, porque no pelean realmente por la autoorganización de los trabajadores, muy distintos a lo que venimos construyendo en las asambleas barriales, donde todo se decide y se vota democráticamente, donde podemos plantear nuestras opiniones. Somos los trabajadores los que realmente podemos pelear por la verdadera autoorganización y democracia directa en nuestros lugares de trabajo y estudio, es esa autoorganización por abajo la que puede recuperar los sindicatos para que sean dirigidos realmente por los laburantes”.
Como parte de las conclusiones resolvieron que es una tarea muy importante la de las próximas semanas: hablar con todos los compañeros de estudio, trabajo y del barrio para contarles que es lo que busca tratar la Ley Bases en el senado, a la vez, la necesidad de que podamos discutir la exigencia a la CGT y CTA para que el 9 de mayo sea un paro activo, con movilización. Siendo miles en las calles, es donde realmente, podemos torcerle el brazo al gobierno y diputados cómplices para que se caiga de conjunto esta ley.
“Desde el PTS, queremos seguir impulsando y desarrollando todas las instancias y formas de autoorganización que surjan, con el objetivo de pelear un programa de salida a la crisis, económica y política, para quienes lo lleven adelante sea la clase trabajadora, en alianza con el movimiento de desocupados, el movimiento de mujeres y la juventud, somos los únicos que podemos darle una salida alternativa a esta crisis. Por eso nos preparamos para ir a un gran encuentro entre distintos sectores de trajadorxs ocupadxs y desocupadxs, para organizar la unidad por abajo de todxs los sectores de asambleas, lugares de laburo y estudio, queremos ser un frente de lucha para tirar el DNU, la Ley Ómnibus y el plan de ajuste de conjunto”.
“Es por eso que queremos abrir estos encuentros de discusión política, mientras compartimos experiencias en la construcción de agrupaciones en común, en los lugares de trabajo y estudio, las asambleas barriales y otras formas de organización. Y en el marco de esta experiencia, abordar un punto muy importante que es cómo podemos construir un verdadero partido revolucionario, un partido de las y los trabajadores que se proponga terminar con todo tipo de opresión y explotación que vivimos en este sistema”.