El presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca hace siete meses con una bajísima popularidad y con una elección muy cerrada frente a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Lunes 17 de julio de 2017
Cuestionado por la mayoría de los estadounidenses respecto a sus discursos xenófobos y machistas, el RusiaGate, un escándalo que liga a Rusia como interventor en la campaña presidencial a favor de Trump, hoy se ha convertido en uno de sus mayores enemigos y le sigue dando golpes duros ante la opinión pública.
Según diarios nacionales y las encuestas de la televisora ABC y el Washington Post, Trump tiene una aprobación del 36 %, la más baja de un presidente desde hace 70 años que la encuesta se realiza, y una desaprobación del 58%.
La encuesta arroja además que el intento del gabinete por reemplazar el Obamacare ha sido insuficiente y es aprobado únicamente por el 24% de los encuestados.
El reciente encuentro de su hijo con una abogada rusa en la torre Trump es desfavorable para la popularidad del presidente y fortalece la sospecha de injerencia rusa en las elecciones.
La mayoría de los encuestados consideran incompetente al magnate para negociar ante líderes mundiales, el RusiaGate generó que sus votantes lo vean no apto para la relación con Vladimir Putin.
Uno de los puntos más importantes revelados por la encuesta es que estos números bajos del republicano tampoco fortalecen a los demócratas.
La crisis de representación política se mantiene en Estados Unidos, donde es claro que la juventud, las mujeres y los trabajadores no cuentan con un partido que defienda sus intereses.