Estudiantes, docentes y graduados se reunieron este miércoles en el patio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA para discutir medidas ante el fuerte ajuste presupuestario de Milei. Fue a oscuras, ya que las autoridades cortaron la luz para autoajustarse al presupuesto. Mientras hubo un gran ausente, la conducción radical del centro de estudiantes Nuevo Espacio, que no convocó, La Cámpora no quiso poner votación un apoyo a los trabajadores despedidos de Aerolíneas Argentinas.
Julio Pérez @Juliomp25
Jueves 18 de abril 21:22
Asamblea a oscuras en el patio de la Facultad de Ciencias Económicas - UBA.
Este miércoles casi 200 personas se reunieron en “la rotonda”, el patio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Luego de casi 6 años, se realizó una importante asamblea impulsada por las agrupaciones y estudiantes y docentes independientes de la FCE para discutir la situación de la universidad ante el fuerte recorte presupuestario del gobierno de Milei. Hubo fuertes críticas a Nuevo Espacio, la conducción radical del centro de estudiantes (CECE) que no participó, exigiendo la convocatoria a asamblea.
El encuentro se realizó a oscuras, ya que las autoridades de la universidad decidieron cortar la luz en espacios comunes, cortar el gas, así como también reducir la utilización de ascensores y suspender la convocatoria a programas de investigación. Una medida criticada en la asamblea por autoimponer empeorar las condiciones de educación, un autoajuste a la medida de lo que propone Milei.
Te puede interesar: La lucha por la educación pública en la UBA copó los medios con asambleas y cortes de calle
Te puede interesar: La lucha por la educación pública en la UBA copó los medios con asambleas y cortes de calle
Magalí Peralta, estudiante de la Lic. en Economía y militante de la agrupación En Clave Roja - Frente de Izquierda de la facultad intervino en la asamblea diciendo que “si las herramientas de los centros de estudiantes estuvieran a disposición y no en manos de la Franja Morada, podríamos estar haciendo un gran corte en la Av. Córdoba con clases públicas”. También denunció a la agrupación radical que responde a Yacobitti, por estar negociando la reforma laboral con Milei y la Ley Ómnibus mientras a los estudiantes le cortan la luz. Por último agrego la necesidad de unirse a todos los sectores en lucha: las asambleas barriales, los trabajadores estatales, como así también contra todas las privatizaciones, como el caso de Aerolíneas Argentinas donde los trabajadores de la terciarizada GPSenfrentan los despidos, para vencer el plan de ataque de Milei.
Lucia Ortega, docente de la facultad y miembro del gremio docente AGD, saludó la asamblea e invitó a marchar este 23 en unidad con todxs lxs trabajadores que enfrentan los despidos y el recorte salarial. Denunció que este es un brutal ajuste del presupuesto universitario que se para sobre un deterioro que viene de años, en la facultad el 70% de los docentes tiene un cargo ad honorem, es decir que trabajan gratis.
La perlita de la asamblea, fue el discurso de una representante de la agrupación “somos libres” que apoya a Milei, que dijo estar “preocupada por la situación de la universidad” y que ellos también “defienden la educación pública". El abucheo generalizado no tardó en llegar y se tuvo que retirar al grito de “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”. Incluso su intervención animó a otros estudiantes independientes a tomar la palabra para repudiar al gobierno del “gatito mimoso”, algo muy reconocido de este gobierno, el haber despertado al movimiento obrero y estudiantil, los gigantes dormidos.
La asamblea concluyó con la votación de los presentes por marchar el próximo 23 en la marcha educativa, coordinar con las asambleas barriales, las universidades y terciarios de la “zona Houssay” para llevar adelante acciones conjuntas. Párrafo aparte fue la actitud de la agrupación Proyecto Económicas, referenciada en el peronismo, que no quiso mocionar la solidaridad con los trabajadores estatales despedidos y contra la privatización de Aerolíneas que se habían propuesto en la asamblea.
Plata hay, pero no se destina a la educación
Según la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el presupuesto de este año, que surge del congelamiento del presupuesto de 2023 (ya que el presupuesto para el 2024 no fue aprobado en el Congreso), es el más bajo del que se tenga registro. Para el caso de las universidades, con una inflación que ya ronda el 300 %, esto implica una pérdida presupuestaria del 75 por ciento.
Mientras tanto, el pago de intereses de la deuda se incrementó un 7,3% en el primer trimestre, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Con un gasto destinado de $2.756 millones, si no se pagara esta deuda fraudulenta el presupuesto universitario se podría más que quintuplicar, ya que los gastos de transferencias a universidades representaron apenas $497.636 millones.
Este martes la bancada del Frente de Izquierda presentó la “Emergencia presupuestaria del sistema universitario nacional", un proyecto que propone el aumento de al menos el 300% del presupuesto anual vigente y la actualización de partidas en función de la inflación, de manera que ninguno de los gastos fundamentales para la educación superior se vean afectados.
Al decanato y Nuevo Espacio le faltan luces y le sobra rosca
Una hora antes de que se realice la asamblea, de la cuál la conducción del centro de estudiantes no participó, el Decano de la facultad Pahlen Acuña había convocado a una reunión a docentes en el Salón de Actos de Económicas. Allí junto al Secretario de Hacienda de la UBA Matías Ruiz, explicaron la situación presupuestaria donde denunciaron que el recorte real a la universidad duplica a la media del ajuste del estado y un incremento del 600% interanual en las tarifas de luz. También dijeron que desde la UBA tuvieron que hacer una reasignación de partidas ya que los hospitales que dependen de la institución tuvieron 0 pesos transferidos este año y que el inicio del segundo cuatrimestre no está garantizado.
Ante la grave situación, argumentaron tener que hacer un autoajuste donde a los “docentes no se les puede recortar más” dijo el Secretario de Hacienda, después de reconocer un 35% de recorte real en el salario desde noviembre a hoy. También dijeron de tener que cortar las luces, calefacción y cancelar proyectos de investigación como medida de ahorro.
Las autoridades radicales de la facultad, impulsaron este ajuste al funcionamiento de la universidad, algo que seguramente le debe agradar a Milei, que empeora las condiciones de cursada de la facultad. No llama la atención ya que son estas autoridades las que vienen recortando nuestra educación, sacando contenidos de grado para pasarlos a posgrados pagos o sus cursos “capacitarte”, reduciendo la amplitud horaria de las materias, imponiendo “cortes de ranking” a los estudiantes para que compitan en poder cursar.
Ninguna confianza debemos tener en el Decano, ni en su agrupación estudiantil Nuevo Espacio que no llamó a una asamblea en todo este tiempo. Son sus representantes políticos quienes “por arriba” negocian leyes con Milei como la reforma laboral que quita derechos adquiridos, o en la Ley Omnibus el ataque a la educación prohibiendole a los docentes hacer paro como forma de reclamo. Ya Mariela Coletta, diputada radical y ex presidenta del CECE, le dió su voto positivo a Milei en febrero para la Ley Ómnibus que luego se cayó con la movilización en la calle.
Es con la coordinación de todos los sectores en lucha de forma democrática que podemos vencer el plan de ataque de Milei. Este 23 de abril será solo el comienzo, con una gran marcha donde confluirá toda la comunidad educativa: estudiantes, docentes y no docentes, con el apoyo de trabajadores de otros sindicatos y asambleas barriales. La unidad de estudiantes y trabajadores tan temida por la verdadera casta del país.