El secretario de Energía, Rodríguez Chirillo, expuso el miércoles pasado en el Congreso, una serie de modificaciones sobre la Ley Ómnibus que preserva y mejora el negocio de los biocombustibles. Fue a pedido de las empresas y los gobernadores. Es el caso de Sadir en Jujuy. Grupos como Ledesma así se fortalecen. Hay que frenarlos con la mayor unidad hacia lograr un paro masivo el 24 de enero.
Domingo 14 de enero 00:00
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, expuso el miércoles pasado en el Congreso, una serie de modificaciones sobre la Ley Ómnibus que preserva y mejora el negocio de los biocombustibles.
Estos cambios son en respuesta a las presiones de los ingenios azucareros y productores de biocombustibles de maíz, junto a sus respectivos gobernadores. Es el caso de Sadir por Jujuy, quien recibió a los dueños de los ingenios hace días. A cambio el gobierno nacional espera los votos de los senadores y diputados para hacer avanzar la Ley O. en el Congreso.
En el caso de la UCR jujeña, sus legisladores se hicieron presentes en la reunión con los ingenios y su partido sigue negociando con el gobierno. Necesitan acordar alguna compensación por la caída de la coparticipación, y en ese sentido, vuelven a hablar de reestablecer el impuesto a las ganancias sobre el salario. Por lo que no se puede descartar, que junto a los ingenios, el gobierno de Sadir termine cerrando filas con Milei.
En el caso de las patronales de los biocombustibles habrían logrado un compromiso del gobierno nacional de aumentar el porcentaje de bioetanol (de maíz o caña de azúcar) del 12% actual por litro de nafta al 18% en tres años. Luego seguiría subiendo hasta el 27%. Y en el biodiesel (de soja) el corte por litro pasaría de 7% a 10%, para luego escalar al 15%.
Aunque cambiarían el sistema actual que establece cupos de venta de biocomubstibles por uno de licitaciones, donde cada empresa no pueda vender más del 14% de todo el mercado. Según Infoabe esto no modificaría la concentración actual en pocos actores. En el caso del los ingenios, los principales productores son La Florida, Tabacal y Ledesma.
El gobierno también dio marcha atrás con la autorización a que las petroleras puedan elaborar biocombustibles. Desde el sector de energías fósiles hicieron llegar su descontento a través de dos notas presentadas al gobierno nacional, solicitando la marcha atrás de estas modificaciones propuestas en la Ley Ómnibus.
De lo que no se habló más es del reclamo que el Centro Azucarero Argentino hizo al gobierno respecto a la eliminación de aranceles a la importación de azúcar. Algo que sostuvo “crea riesgos para el sector”. El silencio no es de los inocentes, sino de grandes patronales que si lograron que Milei ceda en biocombustibles, es muy probable que también lo esté por hacer respecto a esta medida de apertura comercial.
Este avance en los acuerdos entre los ingenios y el gobierno es una mala señal para los trabajadores. Dado que desde el inicio, las patronales nunca se quejaron de la quita de derechos que implica el DNU sobre los trabajadores. De más está decir que, el DNU en materia laboral es ampliamente solicitado por los empresarios aunque se reserven su opinión a las cenas y tertulias suculentas en grandes platos y bebidas.
Incluso en el caso de Ledesma, la empresa ya aplica aspectos del DNU en materia de quita de derechos laborales. Por ejemplo, en el empaque de frutas no contabilizan las horas extras, dado que organizan la jornada laboral de manera tal que podes trabajar un día 6 horas y otro días 10 horas. Y en el cultivo de frutas introdujeron a empresas tercerizadas para la poda de las plantas, algo que se pretende aplicar con el DNU al quitar el Art. 15 de la Ley de Trabajo Agrario (N° 26.727).
Empresas como Ledesma no bien se dio a conocer el DNU establecieron el cacheo del personal que no puede ingresar a la plata con hojas de coca. Tampoco se pueden hacer reuniones gremiales dentro del establecimiento, algo que pretende prohibir el DNU, y que la empresa ya lo aplica desde antes.
De avanzar entonces el plan de Milei, estas patronales que hablan de libertad como el Presidente para puertas adentro sostener una total dictadura, se verán más envalentonadas. Tanto para con los trabajadores, sus organizaciones sindicales como para los consumidores fijando los precios de las mercancías que se les ocurran como ya viene sucediendo con el azúcar y el papel.
El paro del 24E exige de la mayor unidad de las filas de la clase trabajadora para pelear por sus propios reclamos, en forma independiente de las patronales. Ante empresas como Ledesma se necesita desarrollar la unidad de las y los trabajadores que dan lugar a sus diversas producciones: azúcar, cítricos, papel, jugos.
Esta fuerza unida a la del pueblo trabajador, ocupado y desocupado, es la única que puede inclinar la balanza a favor de las mayorías y que los reclamos obreros y populares puedan conquistarse. Del otro lado, están dispuestos a reforzar las cadenas de la esclavitud obrera y popular. Esa es la única “necesidad y urgencia” que los guía. Estamos a tiempo de frenarlos.
Gastón Remy
Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.