El ministro de Economía -Fernando Haddad- afirmó a principios de julio, que el presidente Lula autorizó un recorte de R$ 25,9 mil millones (U$S4,78 mil millones) en los gastos obligatorios del presupuesto federal de 2025. Las medidas podrían adelantarse para este año.
Miércoles 10 de julio 23:31
A lo largo de sus casi 20 meses de gobierno, el gobierno Lula se ha mostrado fiel a las medidas liberales que promueve. Esto es resultado de la política del gobierno para complacer a sectores de la burguesía, incluso coqueteando muchas veces con sectores reaccionarios de la política, como la transferencia de fondos y la proximidad que tantas veces busca el presidente con el fiscal de la masacre de Guarujá en Sao Paulo, Tarcísio de Freitas.
Sobre este brutal recorte que afectará a las economías públicas este año y el próximo, Haddad afirmó: "Lo que determinó el presidente es: cumplir con el marco fiscal. Entonces no hay discusión al respecto". Así las cosas, la preocupación de Haddad y Lula es cumplir con las medidas del propio gobierno de contingencia. El ideal de “Unión y Reconstrucción” que predica la alianza de gobierno (que incluye a empresarios y a los arquitectos del golpe a Dilma Rousseff), sólo revela que se harán nuevos ataques a los trabajadores y sectores oprimidos de la sociedad para firmar pactos cada vez más profundos con los grandes empresarios. El Marco Fiscal es el nuevo techo de gasto y continúa la agenda de derecha que implementó el golpe institucional de 2016.
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El ministro también afirmó que se trata de un peine de dientes finos, atribuyendo una noción técnica a esta decisión que debería entrar en vigor con la publicación del Plan Bimestral del Gobierno el día 22: “Esto se hizo con los equipos de los ministerios. No es un número arbitrario. Es una cifra que se elevó a través de la línea presupuestaria, lo que no está acorde con el espíritu de los programas sociales que se crearon”.
El ministro no menciona de ninguna manera que el marco fiscal y esta política de reducción de gastos es lo que llevó a una huelga de más de dos meses de técnicos administrativos de universidades e institutos federales de todo Brasil. Y que esta medida fortaleció al alcalde Ricardo Nunes y su política de reducción de salarios a los profesionales de la educación y la salud en la capital paulista.
Este recorte de gastos es sólo uno de los elementos que expresan cómo el gobierno de conciliación de clases del PT produce nuevos ataques a los trabajadores. Aliado con la burguesía, tampoco obstaculiza el crecimiento de la extrema derecha, por el contrario la fortalece, ya sea Tarcísio, Nunes u otros enemigos de los trabajadores.
