La huelga de los petroleros está en su segunda semana. Pueden imponer una derrota al proyecto de despidos, privatización y entrega de la riqueza nacional de Bolsonaro y fortalecer a toda la clase trabajadora. Es urgente que las centrales sindicales unifiquen las luchas y que la izquierda use todas sus fuerzas para organizar actos de apoyo en todo el país.
Jueves 13 de febrero de 2020 20:08
Reproducimos la declaración del Movimiento Revolucionario de los Trabajadores (MRT) de Brasil, impulsor de Esquerda Diario, el sitio en portugués de la red internacional de La Izquierda Diario.
Hoy la huelga de los trabajadores petroleros está demostrando ser el principal polo de resistencia a los planes neoliberales del gobierno de Bolsonaro. Llega a su día 13 con 108 unidades paralizadas en todo el país, enfrentando al Gobierno, el poder judicial y el asedio de los principales medios de comunicación. Muestran que es posible detener los miles de despidos de trabajadores efectivos y contratados, y avanzar contra las privatizaciones.
Es por esto que es urgente que la CUT (Central Unica de los Trabajadores) y la CTB (Central de los Trabajadores de Brasil) unifiquen las luchas de los diferentes sectores cuyos sindicatos están vinculados a estas centrales, y se dividen convocando huelgas para fechas distantes. Que junto con las otras centrales sindicales y organizaciones de izquierda organicen actos y una gran campaña en todo el país para apoyar activamente la huelga de los petroleros con el fin de romper el asedio de los medios de comunicación y poner en la agenda de los principales debates nacionales lo que sucede en Petrobras.
Las medidas de apoyo activo para la huelga podrían marcar la diferencia. La CUT, liderado por el PT, tiene decenas de millones de afiliados y podría ofrecer una gran ayuda para convocar actos en las ciudades, panfletos repartidos en los lugares de trabajo y barrios, acciones que den visibilidad a la huelga ... ¿Por qué las centrales sindicales no ponen todas sus fuerza para construir actos masivos en las principales capitales del país? ¿Por qué los sindicatos de trabajadores postales y de educación, que están vinculados a las mismas organizaciones sindicales que la mayoría de los sindicatos petroleros, y se enfrentan a la misma política de Bolsonaro, no piden una movilización unificada ahora, en lugar de dividir convocando huelgas separadas? Por qué las centrales no colocan anuncios en las principales redes de televisión para llegar a cada rincon del país. En otras palabras, una gran campaña para apoyar activamente la huelga, con un impulso mucho mayor que las tímidas medidas tomadas hasta ahora por las direcciones sindicales.
Las organizaciones de izquierda, como el PSTU, que dirige la central sindical CSP-Conlutas, o el PSOL, con sus parlamentarios, también tienen que poner todas sus fuerzas para fortalecer la huelga. Hacemos un llamamiento a estas organizaciones para organizar actos y medidas en apoyo de la huelga, y que aumenten la demanda de las centrales sindicales más grandes para unificar las luchas y rodear a la lucha de los petroleros con el mayor apoyo posible.
Nuestra organización, como parte de la junta directiva del Sindicato Trabajadores del Metro de São Paulo, propusimos y una asamblea aprobó la distribución de una Carta Abierta a la población, en apoyo de la huelga de los petroleros, para romper el asedio de los principales medios de comunicación y mostrar la necesidad de apoyar esta lucha. Consideramos que este es un pequeño ejemplo frente a todo lo que se podría hacer si las centrales sindicales, y también las organizaciones de izquierda, buscan poner toda su fuerza en esta lucha.
Los principales medios de comunicación ocultan la huelga, ya que representa un gran peligro para los ajustes que quiere aplicar el gobierno. Esta es una lucha que comienza contra más de 1000 despidos en una fábrica de fertilizantes en Paraná (al sudeste de Brasil). En un país con más de 11 millones de desocupados, ejemplos como estos son un gran dolor de cabeza para los empresarios que presionar para reducir aún más los salarios de los trabajadores, usando la absurda tasa de desempleo como chantaje.
Medios de comunicación como Folha, Globo, Record, los principales del país, están a favor de los ataques que Bolsonaro ha estado llevando a cabo, como la reforma del sistema de pensiones y las políticas de privatización de Petrobras. En otras palabras, los principales medios de comunicación ocultan la huelga porque saben que las protestas contra los despidos y las privatizaciones no pueden ponerse de moda en este país.
Ante esto, proponemos inspirarnos en un ejemplo del año 1995, cuando los metalúrgicos del ABC de San Pablo cruzaron sus brazos y se detuvieron en apoyo de los petroleros en huelga, quienes en ese momento se enfrentaron al Ejército enviado por el expresidente Fernando Henrique Cardoso, para reprimir la huelga. La acción tomada por los trabajadores del Metro de San Pablo es también otra, pequeña, pero ejemplar medida de apoyo.
Si los petroleros ganan, será un duro golpe contra el proyecto privatista de Bolsonaro y su ministro de Economía, el neoliberal Paulo Guedes.. La victoria de la huelga fortalecería la lucha contra la venta de refinerías y terminales, la entrega de los recursos naturales a las multinacionales, y más que eso, nos permitiría pelear por una política de precios que deje de estar al servicio de aumentar las ganancias de las empresas a expensas de la población brasileña.
También estaremos en una posición mucho mejor para avanzar en la lucha necesaria por la unidad de nuestra clase, comenzando con la igualdad de derechos y salarios para los trabajadores permanentes y contratados, luchando por la fectivización de todos, y por una Petrobras 100% estatal, administrada democráticamente por trabajadores y con control de la población, que es lo que puede garantizar que esta enorme riqueza nacional esté al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre, garantizando la seguridad operacional y ambiental en las operaciones, así como combustibles baratos para toda la población.
