Jorge Alfredo González integró la patota de la Brigada de Investigaciones que en 1990 torturó, mató e hizo desaparecer al joven trabajador, cuyo cuerpo fue hallado en 1995. El policía estuvo prófugo quince años. En 2010 lo condenaron a perpetua. El año pasado le dieron la condicional. Tras varias dilaciones judiciales, Mirna Gómez logró que el verdugo de su compañero vuelva a prisión.
Daniel Satur @saturnetroc
Lunes 11 de septiembre de 2023 10:03
Mirna Gómez, 33 años de lucha contra la impunidad
Este viernes la jueza de ejecución penal de La Plata, Laura Lasaga, debió retroceder sobre sus pasos dados a fines del año pasado y mandó a detentar al expolicía bonaerense Jorge Alfredo González, condenado en 2010 a prisión perpetua por “privación ilegal de la libertad calificada” y “torturas seguidas de muerte” en perjuicio de Andrés Núñez. El asesino gozaba hasta el viernes de una increíble libertad condicional.
A fines de septiembre de 1990 González y varios secuaces de la Brigada de Investigaciones de La Plata detuvieron ilegalmente a Núñez, de 32 años. Lo acusaban de un robo que no cometió. Lo torturaron hasta matarlo. Enterraron su cuerpo en un campo de General Belgrano. Fue hallado cinco años después, tras la confesión de un cómplice.
Como ya relató este diario en varias oportunidades, durante años el Poder Judicial y funcionarios peronistas garantizaron la impunidad de los asesinos, lo que incluyó que algunos estuvieran mucho tiempo prófugos. González entre ellos. Pese a todo Mirna Gómez, compañera de Núñez, logró que condenara a González y un puñado de policías. Otros aún esperan juicio.
En junio de 2022 González pidió su libertad condicional (o anticipada) pese a tener una condena firme y llevar poco más de diez años preso. Lo hizo ante la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías de La Plata, que entiende en la ejecución de las penas. Increíblemente, el 28 de noviembre la jueza Lasaga concedió el pedido y el asesino volvió a las calles.
La familia de Núñez y la Fiscalía apelaron y en marzo de este año la misma Sala II de la Cámara (por mayoría) revocó el fallo. Pero González no fue detenido. Su defensa interpuso un recurso ante el Tribunal de Casación Penal.
El martes 29 de agosto, la Sala V de ese tribunal, integrada por los jueces Daniel Carral y Ricardo Borinsky, rechazó el recurso de la defensa de González y convalidó el fallo revocatorio. O sea, el expolicía debía volver a prisión. Finalmente la jueza Lasaga, en calidad de magistrada de ejecución penal, ordenó la detención de González.
Fieles exponentes de la Maldita Policía
Si la Policía Bonaerense que hoy conducen Axel Kicillof y Sergio Berni es especialista en gatillo fácil, torturas en comisarías, desapariciones forzadas y todo tipo de destrezas dentro del crimen organizado, bien vale decir que tiene escuela. Y no hace falta remontarse a los tiempos de Ramón Camps y Miguel Etchecolatz.
En los años 90 la fuerza que conducía Eduardo Duhalde se ganó el mote de “Maldita Policía” a partir de una acumulación incalculable de asesinatos y escándalos mafiosos. La desaparición de Núñez fue uno de los casos que inauguró esa lista.
Con la detención de González, actualmente hay sólo dos detenidos por el crimen de Núñez. El otro es el exsubcomisario Luis Ponce (que también había estado prófugo entre 1990 y 2012). Ambos condenados a prisión perpetua. El exsuboficial Víctor Dos Santos también había sido condenado y murió en la cárcel hace algunos años.
La mayoría de los policías bonaerenses que actuaron en el hecho (como ejecutores o encubridores) sigue impune. Inicialmente se identificó a trece miembros de la Brigada de Investigaciones con distintos grados de responsabilidad. Varios fueron quedando libres de culpa y cargo gracias al accionar de funcionarios, jueces y fiscales.
Desde octubre de 2018 se espera la llegada de otro juicio oral y público. Esta vez contra los exoficiales Ernesto Zavala, César Carrizo y Gustavo Veiga, acusados de encubrimiento e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Los excomisarios Oscar Silva y Pedro Costilla iban a ser juzgados también, pero murieron impunes.
El nuevo juicio aún no tiene fecha. Estará a cargo del Tribunal integrado por Emir Caputto Tártara, Ezequiel Medrano y Cecilia Sanucci. Por complicidad o autopreservación, los jueces habían intentado zafar a través de un pedido de excusación, pero la Cámara de Casación Penal lo rechazó y les exigió que ponga fecha de juicio “en el menor tiempo posible”.
Luego del crimen de Núñez, varios de sus asesinos se fugaron. A González lo encontraron en Córdoba en 2005 (quince años después) y a Ponce en Neuquén en 2012 (22 años después) mientras buscaban a otro represor de la dictadura. Ambos fueron juzgados.
Quien sigue oculto y protegido es el exoficial Pablo Martín Gerez Duhalde, sobrino de Eduardo Duhalde. Él fue quien comandó el operativo la noche del 27 de septiembre de 1990 y “consiguió” el campo donde se enterró a Núñez. Su “padrino” policial era Mario “Chorizo” Rodríguez, emblema de la “maldita policía” formateada por el peronismo noventista.
Gerez Duhalde lleva 32 años en la clandestinidad y no parece estar pasándola mal. ¿El “tío” no sabe dónde está? ¿Tampoco lo sabe Julio Alak, el ministro de Justicia de Kicillof y exintendente platense que también encubrió aquellos crímenes de la Bonaerense? ¿Por qué el peronismo que gobernó 29 de los últimos 33 años, no hizo nunca nada para encontrarlo?
Submarino seco
En el juicio de 2010 se dio por probado que el sargento González fue quien, cumpliendo órdenes del subcomisario Ponce, le puso una bolsa de nylon en la cabeza a Núñez. El “submarino seco” siempre fue una de las torturas preferidas de los uniformados bonaerenses (y de otras provincias, claro).
Condenado a perpetua, González hizo todo para salir rápido. Siempre servicial con sus compañeros de la Unidad 9 de La Plata, era el que más limpiaba el pabellón. Hizo cursos de oficios, terminó el secundario y se inscribió en la Facultad de Humanidades de la UNLP. A mediados de 2022, con años de “buena conducta”, fue por la libertad anticipada.
Su reclamo llegó a la conocida Sala II de la Cámara, encargada de velar por el cumplimiento de las penas de los condenados. La misma que condenó a González y Dos Santos en 2010. Hace trece años una de las integrantes de la sala era Laura Lasaga. Hoy es quien la preside. Con su firma de diciembre último, la jueza permitió que González haya cosechado hasta hoy más años de prófugo que de preso. Ahora, con dos fallos superiores en contra, debió volver a detener al asesino. Sorpresas te da la vida.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).