Chaco. Caso Leandro Bravo: impunidad para los cuatro policías que lo asesinaron en 2022 en Charata
Basándose en el relato construído por la fiscal Silvana Rinaldis, el Tribunal de la Cámara del Crimen de Charata desconoció las pruebas y decidió absolver a Fleitas Noguera, Gómez, Sosa y Díaz, quienes en febrero de 2022 torturaron hatsa la muerte al hombre de 37 años. “Vamos a apelar y seguir peleando en todas las instancias judiciales y en las calles”, dijo la hermana de Bravo.
Este martes el Tribunal de la Cámara del Crimen de Charata dictó sentencia en el juicio contra los miembros de la Policía del Chaco Alexis Fleitas Noguera, Enzo Gómez, Franco Sosa y Carlos Díaz, acusados de “tortura seguida de muerte” y “falsedad ideológica” en perjuicio de Leandro Bravo, hecho ocurrido la tarde del 26 de febrero de 2022 en la misma ciudad de Charata.
En caso de ser declarados culpables, a los cuatro policías les iban a caber penas de prisión perpetua. Pero los jueces los jueces Juan Carlos Clauster, Lorena Cimbaro Canella y Sergio Benito finalmente dijeron que los uniformados son “inocentes” y los absolvieron.
Como se detalló en una nota anterior, Bravo tenía 37 años y dos hijos, era empleado judicial y estaba cerca de recibirse de abogado. Aquel día salió en moto con uno de sus primos a comprar cerveza, fue víctima de una persecución policial y poco después terminó muerto bajo custodia de los mismos efectivos.
Los cuatro policías del Chaco que mataron a Bravo y acaban de ser absueltos | Foto Diario Norte
Fuentes calificadas afirman que en el juicio que comenzó el 14 de octubre y finalizó este martes no quedaron dudas de que los cuatro criminales fueron quienes efectivamente asesinaron a Bravo. Desde una segunda autopsia que echó por tierra las conclusiones de una primera (favorable a los victimarios) hasta las cámaras de seguridad vecinales y diversos testimonios, todo hacía prever que los jueces no tendrían más opciones que declarar culpables a los imputados.
Sin embargo, el Tribunal decidió apoyarse en el relato de la fiscal Silvana Rinaldis, quien en su alegato le dio todo el crédito a la primera autopsia y argumentó que la muerte de Bravo no fue producto de torturas sino de su “estado de salud” previo. Para Rinaldis los policías lo detuvieron “sin excederse” en el uso de la fuerza y el hombre falleció por su salud “extremadamente frágil”. Por eso decidió no acusar a los represores y pedir su absolución. Los jueces hicieron propia esa explicación y decidieron darles impunidad a los asesinos.
“La fiscal es cómplice y tiene antecedentes de haber sido cómplice en casos de abusos sexuales en las infancias”, se escuchó decir en la sala de audiencias apenas leída la sentencia del Tribunal.
Tras escuchar la sentencia Florencia Sánchez, hermana de Leandro Bravo, dijo a la periodista Mar Korol de Pañuelos en Rebeldía que “el fallo es realmente vergonzoso, esa absolución está basada en un recorte totalmente parcializado de las testimoniales y las pruebas, dieron vuelta todos los hechos que habían quedado demostrados”. En ese marco, afirmó que “lo que hacen es seguir criminalizando y poniendo en tela de juicio la vida de Leandro, lo que hizo o no su familia respecto a su situación de consumo, dándole a la vez vía libre a la Policía para que siga cometiendo estos hechos”.
La familia estuvo acompañada y representada políticamente por Pañuelos en Rebeldía. Su referente Claudia Korol, presente al momento de leerse la sentencia, coincidió con Sánchez. “Este juicio significó fundamentalmente la impunidad para los policías”, sentenció al afirmar que “la Justicia, una vez más, decidió tergiversar todas las pruebas y resolver que la Policía pueda seguir matando, torturando, persiguiendo a los jóvenes”.
“Es indignante que gran parte de la sentencia esté dirigida a cuestionar a Leandro Bravo y a su familia, incluso presionando a los testigos que dieron cuenta de lo sucedido. Fue un juicio contra Leandro y no contra los policías”, concluyó Korol.
La hermana de Bravo anticipó que la familia va a “apelar este fallo y a seguir peleando en todas las instancias judiciales posibles. Y vamos a seguir en la calle, porque si no hay justicia dentro de los tribunales que haya condena social”.
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).
