Con el apoyo del Partido Radical y la Democracia Cristiana, la Cámara de Diputados aprobó la idea de legislar la reforma de pensiones del gobierno, apostando a incrementar el ahorro individual, fortaleciendo la lógica y el negocio de las Administradoras de fondos de pensión (AFP). A espaldas de los trabajadores, una casta privilegiada de diputados negocia nuestro futuro y nuestras pensiones con un debate sórdido.
Sábado 18 de mayo de 2019 00:25
Fue breve la celebración de la ex Nueva Mayoría y de la dirigencia de NoMásAFP, por la votación en rechazo a la iniciativa del gobierno, del pasado lunes 13 de mayo en la Comisión de Trabajo. Las felicitaciones a la “unidad de la oposición” no se dejaron esperar, como Luis Mesina, vocero de la Coordinadora No + AFP, quien felicitó el trabajo “digno” del diputado Soto (DC). Pero, el histórico y miserable papel que han jugado estos partidos a favor de los capitalistas, no se hizo esperar, y la impotencia de las alianzas con la vieja Concertación se vuelve a evidenciar en toda su dimensión. Este jueves 16, con votos de la DC y el PR, la Cámara de Diputados votó a favor de legislar la reforma del Gobierno al miserable sistema de pensiones.
El debate que dieron los parlamentarios en esta votación no pudo haber estado más lejos de nuestra realidad y nuestras necesidades de vida como trabajadores y jubilados. Interpelaciones como las del jefe de la bancada de la Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, reflejan esta realidad, que sólo busca migajas para las trabajadoras y trabajadores: “O me paralizo e impido que los más pobres reciban unas diez lucas miserables, miserables desde la comodidad desde nuestra billetera, o avanzamos". Durante la votación, es el presidente de la Cámara, Iván Flores, de la misma DC, quien pide el desalojo forzoso a las personas que protestaban con consignas de No + AFP. Nuevamente, se quiere responder con represión a quienes luchamos por nuestros derechos mínimos.
El bloque del centroizquierdista Frente Amplio, que también había apostado sus fichas a la “unidad de oposición", termina declarando a través de Giorgio Jackson: "¿Alguien ha comprado un sándwich de jamón palta en el estadio o en el metro? ¿se han fijado que en la orilla está lleno de palta, chorrea palta, pero cuando lo abren adentro no tiene nada de palta, está seco? ¡Eso es lo que está haciendo el Gobierno con esta reforma!" Una respuesta “simpática” que no da el ancho frente a un gobierno que no duda en llevar a cabo todo tipo de ataques a los trabajadores, a través de sus reformas empresariales, y que tampoco se hace cargo del rol conciliador que han tenido parlamentarios como Jackson con los partidos empresariales de la vieja Concertación.
Por su parte, la derecha alineó a sus bancadas de tal forma que incluso, Marcela Sabat (RN), que se encontraba con licencia por post natal, llegó a la cámara a votar la reforma precarizadora del gobierno.
Finalmente, con 84 votos a favor, 64 en contra y dos abstenciones en la Sala de la Cámara de Diputados, se aprueba la idea de legislar la reforma de pensiones impulsada por el derechista Sebastián Piñera. Con esto, el gobierno le quitó la suma urgencia al proyecto y este vuelve a la Comisión de Trabajo para sus modificaciones.
Lejos de acabar con las AFP -como hemos exigido en masa en las calles- esta reforma viene a fortalecer el sistema de capitalización individual y a precarizar la vejez de las y los trabajadores en Chile, mediante el fortalecimiento del negocio privado. Para enfrentar las pensiones de miseria, no se puede depositar confianza en el parlamento, en maniobras institucionales con la "oposición", ni en los partidos empresariales- como la DC, el PR, PS, PPD- que han cogobernado con la derecha todos estos años. Todos ellos son partidos de la transición de los 90’s que no sólo mantuvieron este pilar de la dictadura, sino que profundizaron el sistema de AFP y las privatizaciones. Lejos del lobby parlamentario, debemos salir a las calles a derribar el negocio de las AFP, con un plan de lucha impulsado desde las grandes centrales sindicales y estudiantiles, articulando nuestras fuerzas desde cada lugar de trabajo y estudio.
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