Recalculando. Como si Kicillof y Berni no condujeran a la Bonaerense, CFK criticó el operativo contra choferes

Luego de varias horas y viendo el escándalo alrededor del violento episodio de la mañana de este jueves, cuando detuvieron a dos choferes por la agresión a Sergio Berni el pasado lunes, Cristina Fernández de Kirchner salió a criticar el operativo policial por redes sociales.

La vicepresidenta compara el asesinato del chofer de la linea 620 con el atentado contra su vida, mientras critica cómo fue el tratamiento de los choferes detenidos en la mañana de este jueves. Pero nada dijo de la detención que continúa hasta el momento, frente a la cual sus compañeros trabajadores respondieron paralizando las líneas de colectivos. Ni una palabra sobre el pedido de que liberen a los choferes detenidos, que vienen realizando cientos de sus compañeros.

Aunque la orden de la detención fue de la jueza porteña Luisa María Escrich, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el operativo fue conjunto entre la Policía de la Ciudad y la Bonaerense, mientras en simultáneo el ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Julio Alak, impulsa otra causa. Es decir, la brutal detención de los choferes esta mañana hubiera sido imposible sin el impulso de las denuncias y el aval político de Sergio Berni y el gobernador Axel Kicillof, que largaron la persecución a los trabajadores. Cristina Kirchner criticó el operativo policial como si Berni y Kicillof no condujeran la Policía Bonaerense ni estuvieran dando impulso a múltiples causas judiciales persecutorias.

El repudio a la violencia desatada contra los trabajadores fue tan extendida que obligaron al Frente de Todos y en particular al kirchnerismo a recalcular sus acciones e intentar despegarse de la situación. Ninguna crítica similar recibió la Bonaerense por su responsabilidad en el desalojo y represión en Guernica, ni por Facundo Castro, ni por Lolo Regueiro ni por muchos otros casos.

Sin embargo, el golpe que recibió Sergio Berni el lunes y la repercusión que tuvo los días siguientes son síntomas del enorme descontento que crece en la población por las consecuencias de la crisis económica y social. Una situación que se agudiza cuanto más avancen los planes de ajuste que preparan el Frente de Todos con Sergio Massa a la cabeza para cumplir las metas del FMI, pero también el ajuste acelerado y profundizado que proponen Juntos por el Cambio y los libertarios.

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