El frío polar y la falta de infraestructura básica convierten a la escuela N° 48 de Lago Hermoso ubicada en San Martín de los Andes en un aula improvisada, lejos de las condiciones necesarias para un aprendizaje de calidad. La comunidad educativa pide a las autoridades que tomen medidas urgentes para garantizar el derecho a la educación de todos los estudiantes.
Jueves 22 de agosto 09:22
La Escuela N° 48 de Lago Hermoso en la ciudad de San Martín de los Andes ha enfrentado serias dificultades desde el inicio de las obras de construcción. La antigua casa escolar, en malas condiciones, fue reemplazada por trailers ubicados en un terreno donado. Sin embargo, los trailers carecen de infraestructura adecuada, como electricidad estable y calefacción, lo que ha generado numerosas complicaciones.
Según palabras del director, Gastón Schodlbauer, "los trailers son como freezer a las noches, con un frío que llega a ser hasta de 15 grados bajo cero". Esta situación extrema obliga a estudiantes, docentes y auxiliares a trabajar en un ambiente hostil, donde "los chicos y las chicas vestidos con las camperas, sentados arriba de almohadones, porque las sillas están heladas". Este destino era un lugar transitorio y terminó siendo casi permanente, porque hace casi dos años que permanecen ahí. Durante un período, las clases se trasladaron a la parroquia, pero las condiciones tampoco eran óptimas.
Las consecuencias de esta precariedad son evidentes. La falta de infraestructura adecuada ha llevado a la pérdida de numerosos días de clases. Schodlbauer afirma que "hemos perdido 23 días de clases, nada más que por esto, porque el mantenimiento no nos soluciona los problemas a tiempo". Además, las condiciones climáticas adversas y las constantes roturas de cañerías han generado un ambiente insalubre y poco propicio para el aprendizaje.
La situación se agrava aún más por la disminución de la matrícula. Muchas familias han optado por trasladar a sus hijos a otras escuelas debido a las dificultades para acceder a la Escuela 48 y a las condiciones edilicias. Como señala el director, "tuvimos una baja en la matrícula de casi el 50%, porque muchas de las familias ya se habían acomodado en el pueblo".
A pesar de que la construcción de la nueva escuela está prácticamente finalizada, la falta de infraestructura exterior, como el cerco perimetral y el pozo de agua y los constantes retrasos en la obra han prolongado esta situación de emergencia. Schodlbauer denuncia que "nos han dejado a la deriva" y que "la obra está parada".
Es urgente que se completen las obras y se brinden las condiciones adecuadas para que los estudiantes, docentes y familias puedan desarrollar sus actividades educativas en un entorno seguro.