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Parásitos. Con tu sueldo se compran sus yates: los amigos de Massa y Macri ganan fortunas con el tarifazo

Si tus facturas pasan de 5 mil a 45 mil pesos, imagínate lo que van a ganar los dueños de Edenor, Edesur y las empresas ligadas el negocio eléctrico. Midlin, Vila, Manzano, Caputo, los oscuros dueños de la luz y cómo hacen sus negocios.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Viernes 4 de agosto de 2023 14:33

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Esta semana las boletas de luz empezaron a golpear las puertas de miles de hogares. Literalmente. El peso de los números nos sacudió el rostro (y el bolsillo). Estabamos acostumbrados a facturas altas. El tarifazo macrista sobrevivió al “vamos a vivir mejor” de Alberto y después el FMI le pidió otro. Y Sergio cumplió. Pero lo que pocos esperábamos es que el invierno llegase con semejante aumento. Facturas que pasaron de 5 a 45 mil pesos. Sin romper nada.

Mientras hay familias que se sientan alrededor de la mesa para ver cómo pagar, o llaman angustiados a las líneas de reclamos que nunca atienden, hay otros hombres que sonríen. Algunos están de paseo por el verano europeo, otros en la nieve patagónica. No reparan en gastos. El aire en 18°. Es que ellos son los dueños de la luz. Y de gran parte de la plata que pagás en servicios.

Con ustedes, los amigos del poder que se están haciendo una panzada con el nuevo tarifazo.

Massa "sorprendido" en un cariñoso abrazo de Daniel Vila
Massa "sorprendido" en un cariñoso abrazo de Daniel Vila

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Edenor: yates, Suiza, campos de golf en la cordillera

José Luis Manzano pasa gran parte del año en Suiza, en su casa de Ginebra. Es dueño de muchas empresas, energéticas, agroindustriales, mediáticas. Varias de ellas junto a Daniel Vila, millonario mendocino que entre otros lujos tiene viñedos y canchas de golf en las zonas más cotizadas de Mendoza, entre las montañas. Juntos construyeron una de las sociedades con más llegada al poder. Hijos del menemismo, tuvieron buenas relaciones con Kirchner y Macri, pero Sergio Massa es su preferido. Por eso estuvieron en su asunción como superministro hace un año.

Junto a Mauricio Filiberti, empresario químico y dueño de uno de los yates más lujosos del mundo, le compraron a Pampa Energía su parte de Edenor (51% del capital social). Fue en diciembre de 2020 y por 100 millones de dólares. O al menos eso declararon.

Edenor tiene más de 3 millones de clientes, como su nombre lo dice en la zona norte metropolitana. Durante el tarifazo de Macri, se dividió con Edesur los 478 millones de dólares que ganaron entre 2016 y 2019. En el 2022 volvieron a declarar importantes ganancias, pero además siguieron beneficiándose con subsidio estatales, condonación de deudas y multas, entre otros beneficios que más abajo contamos.

La casita de Daniel Vila en la precordillera mendocina
La casita de Daniel Vila en la precordillera mendocina

El yate de Mauricio Filiberti (Edenor), famoso en las revistas de alta sociedad
El yate de Mauricio Filiberti (Edenor), famoso en las revistas de alta sociedad

Edesur: la multinacional italiana que te corta la luz pero su cuenta sigue encendida

El 72% de las acciones de Edesur hoy son de la corporación eléctrica italiana Enel. El resto está en manos de la firma holding Distrilec, propiedad de los grupos Reca, Escasany, Caputo y Bemberg, de los llamados “burgueses nacionales”.

Con la distribuidora Edesur tiene 2,5 millones de clientes, entre la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires y doce partidos de la provincia de Buenos Aires. Pero los negocios y el poder de Enel no se pueden medir solo por Edesur. Es un típico caso de integración vertical de empresas, que tiene intereses en toda la cadena. Por ejemplo tres plantas generadoras de energía (Enel Costanera, El Chocón y Central Dock Sud); tres empresas de transporte de energía (Transmisión del Mercosur, Transportadora de Energía y YACYLEC), y una en el sector de comercialización (Enel Trading Argentina, ex Cemsa).

Tampoco los negocios y el poderío de Enel se pueden medir solo a nivel local. Tras su fusión con EGP Americas, se convirtió en la Compañía eléctrica privada más grande de Latinoamérica, con más de 26 millones de clientes.

Como decíamos, Edesur se repartió con Edenor 478 millones de dólares de ganancias entre 2016 y 2019. En 2022 tuvo ganancias de 18,5 millones por día. Pero a las multinacionales, gracias a su “contabilidad creativa”, hay que mirarles la billetera ampliando más el foco. Entre las maniobras entre sus propias empresas y su negocio continental, en 2021 informó ganancias de 4100 millones de dólares en Latinoamérica. Esto es, medidas en términos EBITDA, o sea antes de contabilizar los gastos financieros (deudas, amortización, etc).

Poniéndole energía a la asunción de Massa
Poniéndole energía a la asunción de Massa

Todas ganan…saqueando nuestros bolsillos

El negocio eléctrico y energético en la Argentina va mucho más allá de Edesur y Edenor, está claro. Se trata de un mercado oligopólico, concentrado en pocas manos. El 50% de la generación se lo reparten entre 5 empresas. El transporte también. Por ejemplo Transener S.A. (Pampa Energía), tiene el 85% de la red de alta tensión. Las distribuidoras, que llevan la electricidad desde esas centrales a los hogares e industrias, pertenecen a grandes grupos locales o multinacionales, como vimos con Edesur y Edenor.

Pampa Energía (de Marcelo Mindlin), el Grupo Sadesa (de las familias Miguens Bemberg, Caputo, y Escasany) y el Grupo DESA (de Rogelio Pagano) son los otros grupos más poderosos. Pagano por ejemplo es dueño de Edesa, Eden, Edes, Edea y Edelap, que tiene cientos de miles de clientes en La Plata, el interior de la Provincia de Buenos Aires y la Costa Atlántica. Además de Enel, hay multinacionales como la holandesa BAF que controla empresas provinciales como la jujeña EJESA.

Pero el modelo de negocios es el mismo. Explotan los bienes comunes y fuentes de energía, reciben subsidios del Estado y otros beneficios, están en los distintos puntos de la cadena, precarizan a sus trabajadores y trabajadoras, y esquilman a cientos de miles de clientes con pésimos servicios.

Ese modelo de negocios, que Menem terminó de imponer en los ’90, se ha mantenido casi intacto. En realidad en muchas cosas se ha profundizado. Bloomberg, la agencia especialista en noticias financieras, asegura que “de cara a 2023, el energético se posiciona como el sector estrella para las inversiones en empresas argentinas”. Entre ellas destaca a la “nacional y popular” YPF, Vista Energy, Pampa Energía y Transportadora de Gas del Sur. Todas multiplicaron por 350% en valor de sus acciones en la bolsa de Nueva York.

Los fondos de inversión miran la Argentina como buitres que se acercan a su presa. Gobierne quien gobierne, saben que el botín estará disponible.

El Estado presente

Todos estos negocios serían imposibles sin la garantía del Estado. Empezando, obviamente, por la privatización de un servicio público que tiene a 45 millones de “clientes” cautivos. Continuando con subsidios millonarios para que las empresas siempre ganen: en 2022 se calcularon 120 mil millones por mes solo para empresas de energía eléctrica. Condonando deudas como hizo Sergio Massa. El primer día hábil del 2023 les refinanció las deudas que las distribuidoras contrajeron con Cammesa, la vendedora estatal mayorista de energía. Esto implicó un benefició, solo para Edenor y Edesur, de $140.000 millones de pesos. Podrán pagar en 96 cuotas subsididas en pesos. Igualito que cuando pedís un “convenio de pago” en Edesur, ¿no?

Pero además les perdonan las multas aplicadas por falta de cumplimiento de los acuerdos de inversión, fallas o apagones. O las premia con la construcción del gasoducto “Néstor Kirchner”, por la que Pampa Energía y otras embolsaron 1800 millones de dólares.

Los servicios no pueden ser un negocio

Estamos en pleno invierno, pero el cambio climático alterna días “primaverales” con “olas polares”. Sea como sea, las estufas, ventiladores o aires acondicionados se encienden. Y entonces se enciende la maquinita de facturar de Vila, Manzano, los Bemberg y Midlin, las cuentas de las multinacionales italianas, holandesas o chilenas que son parte del negocio.

Dentro de un mes, cientos de miles de familias se encontrarán, como estos días, con facturas impagables. Serán más pobres que el mes anterior. Algunos elegirán endeudarse, otros comer menos, otros pasar frío.
Te cortan la luz, te roban el sueldo, te amargan la vida.

Ese modelo de servicios públicos es el que defienden los partidos tradicionales y sus candidatos. En eso no tienen internas. Larreta y Bullrich, Massa y Grabois, Milei.

Myriam Bregman y Nicolás del Caño dicen que los servicios públicos no pueden ser un negocio. Que no podemos seguir haciendo millonarios a costa del bolsillo o el frío del pueblo trabajador. El Frente de Izquierda es la única fuerza que no tiene ningún compromiso con estos parásitos. Por eso en su plataforma plantean una salida a los tarifazos.


  •  Anulación de todos los tarifazos.
  •  Declarar de utilidad pública el sistema energético para anular todas las concesiones, sin indemnización, y reestatizar el servicio.
  •  Crear una empresa única y estatal de energía, administrada por trabajadores, técnicos y comités de usuarios.
  •  Planificar un servicio de calidad y barato para el pueblo trabajador (con obras para extender y mejorar el acceso); también para pequeños comerciantes y pequeños productores.

    Hay que organizarse para pelear contra este saqueo y por esta salida.


  • Lucho Aguilar

    Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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