Las elecciones lusas fortalecen al gobierno social liberal de Costa. Derrota aplastante de sus exsocios de izquierda, el Bloco y el Partido Comunista de Portugal. La extrema derecha crece.
Lunes 31 de enero de 2022 02:08
El Partido Socialista (PS) del social liberal António Costa, en el poder desde 2015, obtuvo la mayoría absoluta en las legislativas de Portugal celebradas este domingo. El PS ha logrado 117 de los 230 escaños del arco parlamentario (9 más que en 2019), lo que representa el 41,68 % de los votos. De este modo, António Costa ha revalidado su mandato por cuatro años más y con mayoría absoluta.
El otro dato destacado de la jornada es el crecimiento de la extrema derecha. El partido Chega!, fundado en 2019, se consolida como la tercera fuerza política de Portugal al conseguir el 7,15 % de los votos y obtiene 12 diputados. El auge de esta fuerza con un discurso xenófobo y ultraderechista, es paralelo al hundimiento de las fuerzas de la izquierda neorreformista, como el Bloco y el PCP, que perdieron un enorme peso electoral, como consecuencia de años de apoyo sostenido al gobierno social liberal de Costa.
El diario "Público" de Portugal titula con la frase "La mayoría da sorpresa absoluta", ya que, hasta el propio António Costa, primer ministro desde 2015, había descartado en los últimos días esa posibilidad ante unas encuestas que daban un empate técnico entre el PS y los conservadores del PSD que lidera Rui Rio. En mayúsculas, "Diario de Notícias" (DN) resume su titular de portada con la palabra absoluta y una foto de Costa celebrando la victoria con el brazo en alto. Por su parte, el semanario "Expresso" explica que los 117 diputados obtenidos por el PS (falta por distribuir 4 escaños, una vez contado el voto extranjero) elevan a la formación de Costa al "cuarto mejor Partido Socialista" de la historia de Portugal. Es la segunda vez que el PS logra la mayoría absoluta en unas elecciones legislativas.
Lo más notorio es que mientras el PS celebra el triunfo, sus exsocios del gobierno por “izquierda” quedan hundidos. El Bloque de Izquierdas cae desde 19 diputados a 5 escaños, mientras el Partido Comunista pasa de 10 a 6.
En 2015, el Bloco y el PCP llegaron a un acuerdo con Costa que permitió al Partido Socialista (PS) gobernar en minoría, pese a no haber ganado las elecciones. A ese acuerdo se lo conoció como la “jerigonza”. El apoyo “desde afuera” de la izquierda reformista fue clave para que Costa lograra dos períodos consecutivos al frente al gobierno.
Las elecciones anticipadas del 30 de enero se convocaron a fines del 2021 tras la ruptura del bloque de izquierdas en la votación de los presupuestos generales. Durante la campaña, Costa apostó por pedir el voto para lograr una mayoría absoluta para el Partido Socialista. Ahora podrá gobernar si necesitar el apoyo de sus exsocios de izquierda.
Catarina Martins, líder del Bloco de Esquerda ha declarado después de la jornada electoral que el resultado es "malo" para su formación y ha culpado al primer ministro de "crear una crisis artificial para lograr una mayoría absoluta". "El voto útil penalizó a los partidos de izquierdas", ha agregado.
La realidad es que lo que ha “penalizado” a los partidos de la izquierda reformistas portuguesa ha sido su apoyo durante dos períodos consecutivos al gobierno de Costa. Un gobierno que aplicó reformas antiobreras, que militarizó huelgas obreras y rescató a la banca. Ahora, ante una perspectiva de recuperación económica postpandemia, los votantes de la centroizquierda han optado por apoyar al gobierno y no a los que le hicieron la comparsa tantos años.
Como contracara, la extrema derecha de Chega! Ha crecido y se transforma en tercera fuerza. ¿Cómo se explica este cambio en el escenario electoral? Durante todos estos años, las fuerzas de izquierda institucional como el Bloco y el PCP han sostenido al gobierno de Costa. Un gobierno que aplicó planes neoliberales, militarizó huelgas obreras y benefició a la gran banca. El descontento social creciente con su gobierno lo ha canalizado la extrema derecha, de forma reaccionaria. Ese ha sido el resultado de la subordinación de las fuerzas de izquierda neorreformista al gobierno social liberal.
La experiencia de Portugal es un espejo donde se puede mirar también el neorreformismo español. Los últimos datos electorales indican una caída persistente de Unidas Podemos, mientras, en el flaco de la extrema derecha, viene creciendo VOX. La politica de alianzas con los social liberales para "frenar a la derecha", como planteaban todos los neorreformistas, han dado lugar nada más y nada menos que al crecimiento de esas fuerzas reaccionarias. Una leccion clave para toda la izquierda a nivel mundial.