En la empresa fabricante de pastas secas de San Justo hay 16 trabajadores contagiados con coronavirus, pero no paró de producir ni un solo día.
Viernes 31 de julio de 2020
“Cuando uno pregunta por los contagiados, te acusan de que querés hacer quilombo, cuando en realidad lo único que queremos es tomar recaudos para cuidarnos con nuestras familias y en el barrio. Pero lo único que ellos te contestan es que te cuides por tus propios medios. No se hacen cargo de nada”, denunció uno de los trabajadores contagiados.
Lo que sucede es que en Villa D’Agri los contagios aumentan velozmente. Hay 16 trabajadores contagiados y cuatro de ellos contrajeron el virus en la última semana, mientras que otro grupo continúa a la espera del resultado de los hisopados. “Mientras estamos en el pico de la pandemia, miles de trabajadores a los que nos llaman esenciales estamos expuestos a contagios masivos de covid”, cuenta con bronca uno de los operarios.
No es la primera vez que denuncian esta situación, por lo que ya resulta un hartazgo “Es angustiante lo que se vive en la empresa porque los casos se multiplican día a día. Al principio de la pandemia no teníamos alcohol en gel, ni barbijos y la respuesta por parte de la empresa a nuestro reclamo fue que el barbijo "no ofrece ninguna protección contra el virus”.
A pesar de las persecuciones y aprietes, los trabajadores presentaron una nota exigiendo que se cumpla con los protocolos del Ministerio de Salud. Desde el sector jerárquico de la fábrica y pese a que se comprometieron a mejorar los protocolos, los cumplieron a medias ya que frente a los primeros casos hisoparon al sector, pero nunca frenaron la producción y tampoco realizaron la elemental desinfección de la fabrica. Por el contrario, se hizo una producción récord.
Te puede interesar: Felfort, Alijor, Mondelez y las alimenticias tienen licencia para enfermar
Te puede interesar: Felfort, Alijor, Mondelez y las alimenticias tienen licencia para enfermar
“Los trabajadores exigimos un protocolo que tenga como prioridad nuestra salud y no la producción. Los delegados lamentablemente parecen ser parte de la empresa, y esto pone en riesgo nuestra salud y la de nuestras familias”. Continuaron explicando: “Nunca nos negamos a trabajar. Lo único que pedimos fue un protocolo adecuado y elementos de protección. Lo mínimo. Cuando empezaron los contagios aislaron a todo el grupo y los hisoparon, eso estaba perfecto. Pero como eran varios los compañeros que tuvieron que aislar, bajó la producción, ahora ya no lo hacen y solo aíslan a los positivos”.
Otro de los operarios se indignó y contó que “contrataron a un bombero que da charlas para intentar convencernos de que con una máscara y con un barbijo somos inmunes. Pero eso fue peor y así se contagiaron cuatro compañeros más en una semana. Todos sentimos algún tipo de síntomas. No tenemos nadie que nos defienda. Lo único que pedimos es protección. Sin embargo, los contactos estrechos siguen trabajando. Parece un chiste de mal gusto que mientras los laburantes nos contagiamos, la Comisión Interna aplaude de pie las medidas de la gerencia”.
“El sindicato STIPA (de pastas alimenticias) mira para otro lado cuando los delegados, entre gallos y medianoche, arreglan que continúe la producción”, se lamentó una compañera.
Desde Recursos Humanos quieren convencer a los empleados que “cada uno es responsable de la salud y que los contagios vienen de afuera”, pero en la fábrica no se acepta la versión oficial.
Te puede interesar: Zona Oeste del Gran Buenos Aires: más de 23 mil contagios
Te puede interesar: Zona Oeste del Gran Buenos Aires: más de 23 mil contagios
Es que la realidad en las industrias alimenticias es muy dura. La falta de escrúpulos del empresariado, el abandono por parte de los sindicatos burocráticos y la actitud cómplice de la intendencia de Espinoza, del gobernador Axel Kicillof y del presidente Alberto Fernández habilita esta situación que se hace insostenible para quienes son considerados esenciales. Esto tiene total consonancia con lo que está pasando en Mondelez.
Al ritmo del aumento de los contagios crecen la demanda y la furia en los lugares de trabajo. El Plenario Nacional de Trabajadores de la Alimentación que se realizará este próximo 8 de agosto, será para debatir entre todos sobre estos temas y empezar a organizarse para dar la pelea ante el atropello de las patronales.