El viernes pasado, el Ejecutivo Nacional del PSOL (Partido Socialismo y Libertad) decidió abrir negociaciones con el PT para apoyar la candidatura presidencial de Lula y ser parte de la coordinación de la campaña, cuyo escenario avanza para un acuerdo con Geraldo Alckmin, del PSDB, como vicepresidente.
Martes 15 de febrero de 2022 20:47
La resolución marca un claro avance en la línea en la dirección de subordinación a la política del PT, que se venía trazando desde el Congreso del PSOL del año pasado, soslayando los debates internos del partido.
Como se publicó en varios medios, la intención del PSOL es ser parte de la lista de siglas que apoyarán la candidatura de Lula y de la coordinación de la campaña, saltando los debates internos del partido. Este debate se da en paralelo con la propuesta de un sector de coordinar una federación de partidos que se articule con REDE de Marina Silva, partido que apoyó el golpe institucional de 2016 y las reformas contra los trabajadores.
Si bien no forman parte de las mismas articulaciones, tanto el apoyo a Lula como la federación con la REDE, materializan los planes del PSOL de subordinación a una política de conciliación de clases, como ha sido el camino tomado por Marcelo Freixo al interior de ese partido, que actualmente es parte del PSB (Partido Socialista Brasileño).
La candidatura de Lula avanza con fuerza hacia un escenario en el que se habla de Alckmin como candidato a la vicepresidencia, lo que deja claro que los objetivos del PT son gobernar junto a sectores que dieron el golpe institucional que depuso a la expresidenta Dilma Rousseff (del PT) en 2016 y, aún más estructuralmente, apoyaron las política a favor del mercado financiero. Así lo demuestra el debate actual en torno a la reforma laboral, en el que Lula llegó a decir que revisaría la Reforma Laboral como se hizo en el Estado español, pero se echó atrás por las presiones de Alckmin y del mercado financiero.
Cabe recordar que la reforma laboral del Estado español, de hecho, fruto de un acuerdo entre el Gobierno del PSOE-UP, empresarios y sindicatos, sigue permitiendo los despidos irrestrictos, sin indemnización por parte del empresario, permitiendo también los despidos colectivos por "razones económicas, técnicas, organizativas y productivas”. Los mecanismos de reducción de salarios y jornadas laborales se perpetúan gracias a la participación activa de las burocracias sindicales y de los patrones en esta reformulación.
Nada nuevo bajo el sol de los gobiernos del PT que triplicaron la precarización laboral en Brasil, además de confirmar su política de alianzas con sectores reaccionarios que se desarrollaron para gobernar y tutelar el país, como la bancada evangélica, el agronegocio y las Fuerzas Armadas.
El PSOL quiso posicionarse durante años como un partido a la izquierda del PT. Sin embargo, hoy avanza en el camino que ha venido transitando todos estos años de subordinación a la política del PT y alianzas con los partidos capitalistas, expresando su crisis interna.
En el Congreso del PSOL del año pasado, la principal polémica estuvo en torno a la táctica electoral para este año. Por un lado, el bloque “PSOL de todas las luchas”, formado por la Primavera Socialista (corriente de Juliano Medeiros, presidente del PSOL), la Revolución Solidaria de Guilherme Boulos, la Resistencia de Valério Arcary y parte del Grupo Feminista de São Paulo, Subverta e Insurgencia . Por otro lado, el llamado bloque “Oposición de Izquierda”, integrado por el MES, APS, CST, LS y Fortalecer de Luciana Genro y Sâmia Bomfim. Con el 56% de los delegados, ganó el primer bloque, que defendía no lanzar una candidatura presidencial y, en la práctica, apoyar a Lula desde el principio. Ahora, la dirección mayoritaria negocia con Lula para entrar en la coordinación de la campaña.
Brasil viene atravesando un proceso de aceleración de la precariedad laboral, la inflación, el hambre y el desempleo. El brutal asesinato del joven trabajador migrante Moïse Kabagambe es la expresión más cruda y violenta de lo que puede significar la precariedad para los trabajadores. Hay millones de trabajadores con jornadas extenuantes, sin derechos y expuestos a accidentes laborales. Por eso, desde Esquerda Diario y el MRT (Movimiento Revolucionario de Trabajadores), construimos el Polo Socialista y Revolucionario junto al PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado) y activistas, subrayamos la necesidad de que todas las organizaciones de izquierda levantemos una fuerte campaña unificada por la derogación total de la reforma laboral, articulando con la exigencia de la derogación de todas las reformas y privatizaciones. Una campaña que se tomada por centrales sindicales como CSP-Conlutas, Intersindical, pero también por los movimientos sociales y el movimiento estudiantil, que articulados, puedan promover en sus lugares de trabajo, estudio o residencia, una verdadera campaña para exigir que las grandes centrales se hagan cargo de estas demandas, y construyan un verdadero plan de lucha contra los ataques y privatizaciones.
El Polo Socialista Revolucionario debe ser parte de esta iniciativa, articulando con diferentes sectores que puedan fortalecer esta campaña, así como todos los parlamentarios que cuestionan los efectos nocivos de la reforma laboral y que creen que es necesario organizar la lucha más allá de la conciliación que promueve el PT, poniendo sus bancadas y proyección para contribuir a ampliar esta demanda. A través de esta articulación construimos una fuerza que muestre esta lucha como una necesidad fundamental para la vida de los pobres y trabajadores.