La patronal de FATE comenzó en noviembre un ataque. Amenaza con despidos y viene realizando avances en las condiciones de trabajo. Cómo hacer una preparación activa para una lucha inevitable.
Martes 19 de marzo de 2019 18:52
Como es sabido, son muchas las patronales que están atacando a los trabajadores y en especial al activismo.
La patronal de Fate no fue la excepción. Lanzó su advertencia primero (noviembre 2018) e hizo después la presentación de su Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) trucho (febrero de 2019). La secretaría de Trabajo le dió curso el 8 de marzo y el 22 de marzo vencen los 10 días hábiles para llegar a un acuerdo. Después de esta fecha, las partes se liberan, salvo que haya alguna prórroga por algunos días más. El SUTNA ya rechazó este PPC. O sea, acuerdo no va a haber.
¿Empezó el ataque? Una preparación activa para una lucha inevitable
La Lista Granate (PTS e independientes), que integra el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC), viene planteando que el ataque comenzó desde el momento mismo en que la patronal hizo su anuncio y sus amenazas. En el marco de que las condiciones de trabajo son críticas, al punto que hace pocas semanas ha muerto un trabajador tercerizado, que se podría haber evitado, la patronal luego de presentar el PPC siguió avanzando usando el temor a los despidos para imponer peores condiciones. Se impuso la colocación de las máquinas para el AutoControl en toda la planta, hay apretadas para que se desarrolle el trabajo continuo y que haya menos tiempo de descanso y de comedor, el no reconocimiento del departamento médico de los certificados presentados por los trabajadores, con la consiguiente suspensión por falta no justificada.
La patronal comenzó el conflicto con una amenaza dura con su PPC y avances parciales. Este es el inicio de un conflicto, aunque no se desató aún la ofensiva mayor que la patronal aún tiene en carpeta.
Sin embargo, para la Lista Negra/PO aun el conflicto propiamente dicho no empezó y las medidas más fuertes se reservan para el futuro. Así lo dijo Alejandro Crespo en su discurso en la masiva asamblea del pasado martes 12 de Marzo: "Ojo con desatar este conflicto" advirtió desde el atril armado para la ocasión, refiriéndose a la amenaza de 437 despidos. El lunes 18 frente al Ministerio advirtió que "el día que se le ocurra avanzar con sus amenazas, no vamos a hacer un paro, un quite de colaboración, vamos a ir a la acción más grande de los trabajadores de Fate de su historia”.
Su política es no disponer hoy de la fuerza de los trabajadores ni enfrentar duramente cada uno de los avances parciales que se dan dentro de la planta. De allí que nuestros compañeros de la Granate hayan solicitado durante largas semanas la realización de una asamblea de fábrica. Por fuera de esto y del corte posterior que mostró las ganas de luchar, las actividades son relativamente chicas para el ataque que está en curso y el gremio tomado de conjunto no es parte de esta pelea.
Que cada golpe no merezca una respuesta contundente no es un error sino una posición. El propio Alejandro Crespo lo explicó cuando dijo "a algunos les cuesta entender el desarrollo de este pre conflicto, y quieren que las consignas digan primero que vamos a defender las condiciones laborales y los puestos de trabajo".
Por todo esto, desde la Granate y el MAC nuestra propuesta fue que el acto del día de ayer 18 fuera una Jornada Nacional con paro del Sutna donde se pudiera, movilizando a cientos y cientos de trabajadores, uniendo el reclamo salarial al rechazo de todo el gremio al ataque a Fate. Esto fue rechazado diciendo que si Fate no puede parar, como se lo vamos a pedir a otras fábricas y con el argumento de que cuando vengan los despidos, se hará la lucha más grande de la historia del Sutna.
De esta forma, por un lado no da una pelea por los avances parciales que hoy se están dando dentro de la fábrica con los efectos que tienen; y por otro no organiza la preparación seria y activa para una pelea anunciada mediante grandes demostraciones de fuerza. Cada paso por pequeño que sea que da la patronal, aumenta su confianza. Si cada golpe fuese respondido con otro, como se hizo con el corte, entonces la moral de los trabajadores aumentaría. Esta es la mejor preparación para un eventual ataque general. Al mismo tiempo si se pudiera mostrar la fuerza del conjunto del gremio y de todos sus aliados, también se estaría haciendo una verdadera y correcta preparación para ese momento donde el conflicto se desate en toda su magnitud si la patronal no retrocede.
La propuesta que hicimos en la asamblea desde la Granate, fue organizar el paro del Sutna y movilización. Esta fue puesta a votar en oposición al resto del plan de lucha, propuesto por la Negra y apoyada por todas las listas que incluía además el rechazo al PPC. O sea que había que votar el rechazo al PPC o una medida de lucha de todo el gremio. Una maniobra digna de un Congreso de la FUBA pero desubicada para una situación tan delicada. Al mismo tiempo la discusión es ocultada por la Prensa Obrera a sus lectores.
La Negra-Po puede estar en contra de tomar medidas como un paro del Sutna Nacional, sin embargo, debería plantear alguna alternativa para que un sindicato recuperado juegue un papel de primer orden en una situación como esta, que se muestre firme y fuerte cuando se ataca a la principal fábrica del gremio.
Al contrario de esta línea que proponemos la realidad es que al día de hoy ni siquiera se ha informado de la situación al conjunto del gremio con un Boletín Informativo, incluidas las suspensiones que está habiendo ahora en la fábrica Pirelli.
Es cierto que el ataque general no empezó, pero la preparación para ese enfrentamiento tiene que ser activa. Responder con toda la fuerza posible cada golpe que intente la empresa por parcial que este sea, mostrar las fuerzas que de conjunto tiene el gremio y sus aliados. Esto es lo que puede llegar a disuadir a la patronal y prepararse seriamente por si el combate es inevitable. Poner paños fríos, dejar pasar los golpes, "guardar" las fuerzas es una mala preparación, que en realidad esconde un intento de evitar por la vía de la negociación un enfrentamiento que, antes o después, parece ser inevitable.
Consecuente con ello, el programa que levantan intenta que el patronal encuentre una salida a su supuesta crisis sin tener que hacerse cargo de ella, sin pagar por ella.
El programa de la Negra/PO
El Boletín de la Negra/PO que está al final de esta nota, tiene un programa y una concepción que entendemos no es clasista.
En uno de sus párrafos sostiene:
“En su primer parte, referida a sus “reclamos al gobierno”, y comprendiendo qué el dinero que el Estado administra sale de nosotros, los trabajadores, deberían ser otorgadas esas “concesiones económicas” a cambio de “un compromiso de modernización de equipos”, que garantice ahora y en el futuro los puestos de trabajo y las condiciones laborales de los trabajadores, dando respuesta a su segundo reclamo sobre “Productividad” y “Eficiencia”. En estas condiciones, por supuesto los trabajadores aportaríamos nuestra buena predisposición, para capacitarnos en las nuevas tecnologías y reorganizar los nuevos procesos de trabajo”.
¿Les parece compañeros que al hipermillonario Madanes que tiene una fortuna personal de 1600 millones de dólares, que ganó los últimos años en Fate y sigue ganando con Aluar, hay que darles los impuestos que generan un saqueo al bolsillo trabajador, como es el IVA, para que invierta en maquinarias nuevas? ¿Esta es realmente la propuesta de la Negra/PO para que Madanes deje de atacar a los trabajadores? ¿Que se lleve a su bolsillo lo que el Estado saquea al pueblo?
El Boletín termina:
"Finalmente, la invitamos a abrir una mesa de negociación real y efectiva, sin presiones artificiales, donde ambas partes puedan avanzar en soluciones concretas."
Esta sería a nuestro entender además una ilusa forma de evitar el conflicto abierto. Aunque el Estado lo ayude el pobre Madanes y el ataque se postergue (cuestión que por ahora no está siquiera garantizada), por esta vía, por fuera de la lucha abierta, no se le va a poner un freno a esta patronal que antes o después va a intentar un ataque en regla contra los trabajadores y su sindicato recuperado.
Lejos queda el programa que los compañeros del PO levantan en sus textos, cuando llega la lucha misma. El Manual del delegado clasista se repite, en todas las publicaciones del PO, casi como un mantra. En ese "manual" en la parte misma donde se explica cómo actuar en los PPC dice que "ante las suspensiones o despidos hay que aplicar los recursos de los trabajadores: 1) asamblea de fábrica para rechazar cualquier suspensión o despido y reclamar el reparto de las horas de trabajo sin modificación de los salarios de bolsillo; 2)apertura de los libros de la empresa a los trabajadores, para determinar los reales resultados de las empresas y la forma en que son repartidos; 3) obligación del pago del 100% del sueldo en las suspensiones; 4) ocupación de cada fábrica que cierre, suspenda o despida. Por su expropiación sin indemnización, y con control obrero."
Eso en el papel. En el árbol verde de la vida, se busca una salida común, donde se incluye la preocupación del sindicato por la productividad y la eficiencia de la patronal a cambio de la garantía de los puestos de trabajo.
Lo que propone la Negra-PO además es una verdadera utopía, porque en manos de la patronal, la inversión que se reclaman al Estado la va a llevar a una reducción de los puestos de trabajo que van a ser "innecesarios" desde su punto de vista si es que no se reducen las horas de trabajo. Si se consiguiera un compromiso de sostener los puestos de trabajo sin lucha y gracias al apoyo del Estado, todo sería provisorio porque la empresa antes o después va a volver al ataque, más aún si toma nota que el sindicato tiene como estrategia, evitar el conflicto por todos los medios posibles.
Como dice el "manual", se trata de dar una lucha abierta para que se abran los libros de contabilidad, que se repartan las horas de trabajo si la patronal tiene menos necesidad de producción y agregamos nosotros, pelear para que haya un control por parte de los trabajadores de la producción para evitar los accidentes y las enfermedades laborales que son una plaga que se extiende para sostener las ganancias empresarias. En fin, que la crisis la paguen los capitalistas, como corresponde, desarrollando la lucha con todas las fuerzas posibles.
Camilo Mones
Trabajador de la alimentación, despedido de Kraft y PepsiCo. Referente de la lista Bordó, oposición en el gremio de la alimentación. Dirigente del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC | PTS + independientes)