El rechazo generalizado contra el decreto sanitario ha llevado a movilizaciones por toda la comunidad.
David Medina @David_jacobino
Martes 24 de noviembre de 2020
El pasado sábado la junta de Castilla y León sacó un decreto por el cual reordena el personal sanitario. En concreto, esto implica que la Junta podrá "adaptar permisos, vacaciones licencias, jornadas de trabajo, régimen de turnos y descansos, profesionales sanitarios en formación, guardias medicas, personal con dispensa por funciones sindicales, flexibilización de la jornada y trabajo no presencial, prestación a tiempo parcial del personal y jubilación y las bolsas del personal estatutario temporal" según informa Burgos Conecta. También incluye el decreto el traslado a cualquier centro o institución sanitaria de la comunidad -en una comunidad enorme-al igual que la posibilidad de contrataciones de personal facultativo y no facultativo.
El decreto ha cosechado un aluvión de críticas, ya que se sacó un sábado mientras se estaba negociando con los sindicatos. La junta alega que ha sido un error de comunicación y que no se hará nada por imposición pese a que el decreto ya está hecho.
Los sanitarios han reaccionado concentrándose en toda la comunidad exigiendo que se retire el decreto y la dimisión del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. En las concentraciones se leyó un comunicado en el que los sindicatos denuncian que se ha pasado de los elogios a la "barbaridad" de imponer medidas contra sus derechos.
Los sindicatos afirman que mientras recortan sus derechos no se han revertido los recortes realizados, continua la falta personal y medios y añaden que además ya se les quito las 35 horas y los derechos de ayuda social.
En Izquierda Diario ya denunciamos la situación de colapso sanitario en Burgos así como durante la primera ola el caso de Soria->http://www.izquierdadiario.es/Soria-La-agonia-de-la-Espana-vaciada]. Las medidas tomadas van en camino de mayor explotación de los trabajadores sanitarios no de aumentar sus plantillas (aunque el decreto lo permita) o revertir los recortes.
Ante esto los sanitarios se están movilizando tanto en Castilla y León como en otras comunidades como Madrid. Con esto han demostrado capacidad de movilización y lucha, lo que en estos momentos sirve de ejemplo a otros sectores que sin duda tienen razones para movilizarse viendo ataques como el que se va a realizar a las pensiones.
Ante los diferentes ataques que sufre la clase trabajadora urge luchar por un programa de emergencia que apueste porque la crisis y la pandemia esta vez paguen las grandes fortunas.
Si fuera por el Gobierno de la Junta y el Gobierno central seguiremos como siempre, pagando la cuenta los mismos. La única salida es la movilización y la organización. Las movilizaciones de sanitarios, así como otras luchas de trabajadores, deben ser apoyadas y coordinadas para que queden aisladas y derrotadas. Hay que imponer a los sindicatos que rompan con la pasividad y convoquen a la lucha en defensa de los derechos de la clase trabajadora.