Human Rights Watch publicó hoy un informe donde acusa a la ONU, en complicidad con Pakistán, de forzar a través de prácticas coercitivas el regreso a Afganistán de más de medio millón de personas.
Lunes 13 de febrero de 2017 12:00
Human Rights Watch publicó hoy un informe donde acusa a la ONU, en complicidad con Pakistán, de forzar a través de prácticas coercitivas el regreso a Afganistán de más de medio millón de personas
La organización Human Rights Watch (HRW) criticó hoy duramente a la ONU por lo que considera "complicidad" con la campaña masiva de "abusos" de Pakistán contra los refugiados afganos para que regresen a su país con falsas promesas e incentivos en efectivo.
HRW presentó hoy en Kabul y en Islamabad el informe "Coacción paquistaní, complicidad de ONU: El regreso forzado masivo de refugiados afganos", un informe con 115 entrevistas a refugiados, en el que la organización carga duramente contra el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) por promover ese éxodo.
"Impulsando este programa de ’repatriación voluntaria’ y al no llamar públicamente a acabar con estas prácticas coercitivas, la agencia de la ONU se ha convertido en cómplice del abuso en masa de refugiados de Pakistán", indicó HRW en el informe.
El Gobierno paquistaní lanzó a mediados del pasado año un ultimátum a los refugiados afganos, una de las comunidades más numerosas y antiguas del mundo, para que abandonaran su territorio antes de marzo de 2017.
Pakistán alberga a 1,4 millones de afganos registrados legalmente y a otros 900.000 en situación ilegal, lo que los configura como una de las comunidades de desplazados más grandes y antiguas del mundo que comenzó a llegar a territorio paquistaní con la invasión soviética en 1979.
Las autoridades paquistaníes ampliaron la semana pasada hasta el fin del año el plazo para el regreso de los afganos, de los que ya han retornado a su país 600.000, 365.000 de ellos legalmente documentados como refugiados.
HRW criticó que el regreso de refugiados se haya incentivado con ayudas de 400 dólares por persona (un monto que según la ONG iba a ser la mitad y finalmente ACNUR contribuyó a doblar) y promesas de tierras en su país de origen que el Gobierno afgano no está en condiciones de cumplir.
"ACNUR fue en realidad cómplice en este regreso forzado de refugiados" por incrementar la ayuda en metálico para incentivar la repatriación, indicó en conferencia de prensa en Kabul la investigadora principal de HRW en Afganistán, Patricia Gossman.
Para la activista, las autoridades paquistaníes están llevando a cabo un operativo "ilegal" que empuja a miles de personas a abandonar sus casas. "Los retornados en muchos casos no tenían información de las condiciones en las que iban a regresar (...) algunos de los retornados fueron a áreas que sabemos que están en conflicto", agregó.
Gossman también criticó al Gobierno afgano por no cumplir sus compromisos al tildar de "ridículo" e "irresponsable" prometer tierras de las que no dispone, algo que pidió corregir cuando se reanude la operación de regreso de refugiados el mes que viene.
HRW dijo que los refugiados se enfrentan en su tierra de origen a un conflicto armado en plena espiral, violencia, miseria, casi completa falta de servicios sociales y desplazamiento, una situación que, recuerda la ONG, la ONU ha calificado de "emergencia humanitaria".
"La ONU y los donantes internacionales deberían presionar a Pakistán para poner punto final a los abusos, proteger a los restantes 1,1 millones de refugiados afganos en Pakistán y los estimados en alrededor de 750.000 sin registrar a buscar protección", dijo HRW.