La Organización Mundial de la Salud denunció que hasta el momento en los países pobres solo se inocularon con la vacuna a 25 personas. Es decir, un 0,00006 por ciento de las 39 millones de vacunas suministradas, en su mayoría a personas en países ricos.
Lunes 18 de enero de 2021 09:49
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De los 39 millones de dosis de la vacuna anticovid que se han administrado ya en el planeta, solamente 25 (es decir, un 0,00006 por ciento) han sido inoculadas a personas en países pobres, criticó hoy el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien pidió un reparto más justo.
"El mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral, y el precio de ese fracaso se pagará con vidas y empleos en los países más pobres", señaló el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el discurso de apertura del Comité Ejecutivo de la OMS, que se reúne a lo largo de los próximos nueve días.
Los 39 millones de vacunados por ahora, en 49 países, representan apenas un 0,5 % de la población mundial, y los 25 vacunados en países pobres a los que aludió Tedros se encuentran en Guinea.
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Tedros recordó que las vacunas para la pandemia de la gripe A que emergió en 2009 no llegaron a los países en desarrollo hasta después de que terminara aquella crisis, o que los fármacos para portadores del virus VIH llegaron a los afectados en las naciones pobres una década después que en las ricas. La situación con el desarrollo y distribución de la vacuna actual está siguiendo la misma lógica. Mientras que los países más ricos del mundo ya negociaron con los laboratorios la compra de una cantidad de vacuna que supera en 5 o 6 veces su población, los países más pobres no tendrán acceso a la misma hasta finales de 2021 o incluso mediados de 2022.
"La reciente emergencia de variantes del coronavirus altamente contagiosas hace que el despliegue rápido y equitativo de las vacunas sea aún más importante", insistió Tedros.
"No sería justo que adultos jóvenes y sanos en los países ricos se vacunen antes de que puedan hacerlo trabajadores sanitarios y personas mayores en los países más pobres", señaló.
Tedros también lamentó que "algunos países estén dando prioridad a acuerdos bilaterales" para la adquisición de vacunas, lo que en su opinión está encareciendo los precios de las dosis.
Eso "pude retrasar los envíos de la plataforma COVAX", coordinada por la OMS para garantizar un acceso equitativo de las vacunas en los países en desarrollo con ayuda financiera de los países desarrollados, que al mismo tiempo financian las investigaciones de las farmacéuticas en la iniciativa.
Lo cierto es que ese circuito por medio del cual los estados de las principales potencian financiaron a los grandes laboratorios para la obtención de una vacuna, llevó a una carrera que se desarrolló tanto en el plano del negocio del llamado Big Pharma, como a nivel geopolítico.
Junto al prestigio de los Estados para tener la vacuna primero y comenzar una campaña, que por ahora resultó caótica, las grandes farmacéuticas convirtieron lo que debería ser patrimonio de la humanidad en un negocio multimillonario.
Cuando el año pasado países como Sudáfrica e India pidieron que se liberen las patentes para que las vacunas se pudieran producir libremente y en cantidades mayores por todos los países, la propuesta fue rechazada, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza.
Desde ese mismo momento cualquier plan de acceso equitativo, como el que promueve la OMS se volvió utópico. En última instancia la OMS solo advierte pero no enfrenta este esquema, del que es parte.
La única forma realista de que la vacuna llegue rápido y que sea accesible a todo el mundo es afectando los intereses de los grandes laboratorios, liberando las patentes y fabricando en forma industrial y genérica el suero para todos los países.
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