La visita oficial del presidente ucraniano terminó en una fuerte discusión con su par estadounidense que frustró los acuerdos que venía tejiendo la administración Trump para terminar con la guerra en Ucrania.
Viernes 28 de febrero 23:30
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La reunión que tuvo lugar este viernes en la Oficina Oval entre los presidentes de EE. UU. y Ucrania fue verdaderamente histórica. Pero no por haber sellado algún acuerdo de relevancia internacional o por haberse tomado alguna decisión trascendental, sino por haberse transformado rápidamente en una grave discusión a los gritos entre los mandatarios de dos países aliados en medio de una guerra que ya lleva 3 años y cientos de miles de muertos.
La reunión era abierta a la prensa, por lo que toda la conversación quedó registrada. Todo comenzó cuando el vicepresidente ultraderechista Vance tomó la palabra para señalar que la solución a la guerra tenía que venir “por la vía diplomática”.
Cualquiera que piense que Washington se volvió pacifista, se equivoca. El punto es que la administración Trump, después de 3 años de estar financiando y armando a Ucrania, quiere deslindarse de los costos financieros que representa para el fisco estadounidense. Además, la guerra en Ucrania la distrae por así decirlo, de la pelea grande y compleja que tiene por delante con China, y para la cual, de paso, le viene muy bien hacer acuerdos con Putin.
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Zelensky le replicó a Vance que con Putin gobernando Rusia una vía diplomática no podía “ni pensarse” y que debían ser inflexibles con “un asesino”. Y Trump le contestó que era un “irrespetuoso” al discutir de esa manera frente a los medios de prensa. Además, le dijo en términos diplomáticos que le faltaban fuerzas en el terreno de la guerra para hacer exigencias en la negociación.
Vance, dirigiéndose a Zelensky añadió que “debería dar las gracias al presidente por intentar terminar con la guerra”. Zelenzky, notoriamente nervioso, le respondió preguntando si alguna vez había estado en Ucrania que hablaba de los problemas que tienen los ucranianos, y agregó que EE. UU. estaba “a un océano de la guerra” pero que en el futuro sentiría las consecuencias.
Trump, sin tratar de disimular su indignación ante un peón que parecía insubordinarse, le dijo de manera determinante y a la vez peyorativa “no nos digas a los estadounidenses lo que sentiremos. No estás en una buena posición, no tienes cartas”, cerró lapidario. De esta forma bastante humillante, Trump resaltó la debilidad en la que se encuentra el gobierno ucraniano.
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“No estamos jugando a las cartas”, se defendió Zelensky. Pero Trump siguió atacándolo diciendo que estaba “jugando con las vidas de millones de personas”, y casi gritando le dijo: “usted está jugando con la Tercera Guerra Mundial, y lo que hace es muy irrespetuoso para EE. UU. que lo ha respaldado mucho más de lo que muchos habrían querido”. “Va a ser muy difícil hacer negocios así”, culminó Trump.
Más tarde, se realizó una reunión a puertas cerradas. Pero tampoco parece haber llegado a buen puerto ya que se levantó la conferencia de prensa común que estaba prevista para anunciar los acuerdos alcanzados.
Lo que se venía negociando era un plan de explotación minera en Ucrania para extraer las valiosas “tierras raras” como se denomina a una serie de minerales que sirven para la fabricación de dispositivos digitales y armas de guerra de última generación. En el proyecto, EE. UU. obtenía la parte del león como se suele decir, mientras que Ucrania invertiría su parte de ganancias en reconstruir los daños provocados por la guerra.
Este plan, claramente neocolonial, venía ligado a la idea de Trump de negociar una paz directamente con Rusia, dejando como convidado de piedra al gobierno ucraniano y a la propia Europa (con la que Trump también viene rompiendo lanzas) que también apoyó todos estos años a Ucrania en los esfuerzos de guerra. Para colmo, el plan pretende dejar en manos de Rusia los territorios conquistados en la disputada región del Donetz.
En este contexto donde Ucrania termina siendo el pato de la boda, Zelensky fue a pedir (al menos) garantías de que Rusia no seguiría atacando y que retiraría sus tropas, pero lo que consiguió de su aliado imperialista, como vemos, solo fueron más agravios.
Luego que Zelensky se fue de la Casa Blanca, Trump posteó oficialmente que cree que el mandatario ucraniano “no está preparado para la paz” y que “le faltó el respeto a los Estados Unidos de América en su preciado Despacho Oval. Él puede regresar cuando esté listo para la Paz”.