Ya es un sentido común afirmar que el Brexit es un punto de inflexión llamado a tener consecuencias –económicas, políticas y geopolíticas– de largo plazo. Algunos de sus efectos fueron inmediatos: mayor volatilidad en los mercados; crisis política y estatal en Gran Bretaña; incertidumbre sobre el proyecto europeo hegemonizado por el liderazgo alemán. Aún está por verse si el Brexit abrirá un “exit moment” extendido a la Unión Europea, alentado por los partidos euroescépticos de la extrema derecha.
COMENTARIOS