Elecciones 2023. Destacado resultado del Frente de Izquierda en Neuquén: para fortalecer las luchas que se vienen

En las elecciones del domingo se expresó el rechazo a las variantes derechistas como la de Javier Milei y Patricia Bullrich, identificadas con la posibilidad de una agudización de la crisis económica que ya estamos viviendo. Por esa razón, muchos trabajadores y trabajadoras, aún padeciendo las consecuencias del ajuste encabezado por Sergio Massa, y con una pobreza que aumenta al ritmo de la inflación, optaron por votarlo.

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La provincia de Neuquén no escapó a esa dinámica. Si bien, al igual que ocurrió en las PASO, es una de las provincias en las que Javier Milei gana, entre las primarias y las generales retrocede del 39,04% al 36,71%, mientras que Unión por la Patria crece del 19,76% a 31,77%. Juntos por el Cambio, desciende más de dos puntos, pasando de 22,82% a 20,53%.

En ese escenario adverso para la izquierda, la fórmula de Myriam Bregman (PTS) y Nicolás del Caño (PTS) obtuvo un 5,01%. El resultado más alto del país, superando el 4,71% que cosechó en las PASO junto a la fórmula Gabriel Solano (PO) - Vilma Ripoll (MST).

Pero para ponderar el resultado de la izquierda, es importante considerar también las categorías no ejecutivas, que son aquellas en las que la población tendió a votar con menos temor y más próxima a sus convicciones.

En el tramo de la boleta pegado a la fórmula presidencial, el de diputados del Parlasur distrito nacional, el Frente de Izquierda obtuvo el 6,09%, con la lista encabezada por mi compañero, histórico dirigente ceramista, Raúl Godoy (PTS). En la categoría de diputados nacionales, obtuvimos un 6,76%, con la lista encabezada por la dirigente docente y Secretaria General de ATEN - Capital, Angélica Lagunas (IS). La lista regional de diputados del Parlasur, que me tocó encabezar, cosechó el 6,83%.

En el caso de la ciudad de Neuquén, la más poblada de la Patagonia, el Frente de Izquierda obtuvo el 5,51% para la fórmula presidencial, el 6,91% en Parlasur nacional, 7,87% para diputada nacional y 7,92% al Parlasur regional. Pero la ciudad no es una excepción: en muchos departamentos y localidades obtuvimos votaciones importantes. En el caso de la fórmula presidencial, las votaciones más altas son en el departamento Confluencia (5.47%), Lácar (5.26%), Huiliches (5.10%), Minas (4.82%), Catan Lil (4.76%), Zapala (4.58%), Los Lagos (4.55%), Aluminé (4.45%), Chos Malal (4.08%), creciendo en todos los casos en las categorías legislativas.

Se trata de resultados nada despreciables en una situación compleja como la actual. El papel destacado de Myriam en toda la campaña y, en particular, en los debates presidenciales que vieron millones, desenmascarando a Milei como un títere del poder económico, a Massa como responsable del ajuste y a Bullrich como promotora de un ajuste con más represión, fue central para posicionar a la izquierda como una referencia en todo el país.

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A eso, en la región, se suma un arraigo de la izquierda clasista en las gestiones obreras ceramistas y textil, entre la docencia y trabajadores estatales, entre estudiantes de distintos niveles. El Frente de Izquierda sostiene desde hace años un nivel de adhesión que ha permitido obtener diputados y concejales que estuvieron siempre en cada lucha, en una provincia con una tradición de lucha que por momentos se expresa de forma más activa y en otros casos de manera latente, pero que está. Algo de lo que el historiador Ariel Petruccelli denominó alguna vez “contracultura de la protesta”.

Sin ir más lejos, mientras desarrollábamos la campaña electoral, fuimos parte de la gran pelea de los obreros y obreras de la Cerámica Neuquén, que lograron derrotar el intento de remate de la fábrica y conservar los puestos de trabajo de la gestión obrera. Un triunfo importante que muestra que luchar sirve.

Neuquén es una provincia que bate permanentemente récords de producción de petróleo y gas. Pero pasada una década del desembarco del fracking en Vaca Muerta, la pobreza, la desigualdad, la falta de vivienda, el deterioro de la salud y la educación, y los problemas estructurales del pueblo trabajador, no hicieron más que profundizarse. El Frente de Izquierda es la única coalición que se opone al consenso “extractivista”, que nos vende “progreso” mientras para los de abajo solo hay saqueo. Nuestra campaña denunció, como la de nadie más, estas falsas soluciones para la crisis social que vivimos.

Como siempre decimos, en nuestras campañas no hicimos promesas, sino un compromiso de lucha. Los tiempos por venir estarán signados la atadura a los mandatos del FMI. La clase trabajadora debe prepararse para enfrentar más ajustes, nuevas devaluaciones y más extractivismo, sobre la base de una ya delicada situación social con más del 40% de pobreza. De cara a lo que viene, la elección del Frente de Izquierda y la influencia conquistada más allá de los votos, son un punto de apoyo indudable.