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Destellos de un marzo francés insurrecto

Gabi Phyro

INTERNACIONAL
@coqueinxaurre

Destellos de un marzo francés insurrecto

Gabi Phyro

Ideas de Izquierda

En Francia volvió a irrumpir con toda su fuerza la clase obrera y la juventud. Frente a la prepotencia de Macron, las y los trabajadores de todo el país escriben una nueva página en la historia de la lucha de clases. Aquí, reunimos algunos destellos, imágenes y comentarios de nuestros compañeros de la juventud de Révolution Permanente para conocer su intervención en esta situación que arde.

En una semana Macron expuso a Francia, y al mundo, que su sangre no es azul y que el rey está desnudo. La lucha contra el aumento de la edad jubilatoria (que sube a 64 años la edad de retiro), pegó un enorme salto con la aplicación del artículo 49.3 de la constitución [1] , que expuso todas las debilidades del régimen político e hizo estallar la bronca. Para colmo, Macron, con su aire de “el niño diez” de la burguesía, habló ante millones de espectadores por televisión desafiando nada más ni nada menos que a la clase obrera francesa. Algo así como María Antonieta cuando mandó a comer pasteles al pueblo que reclamaba pan…

Las imágenes que nos llegan en los últimos días de los jóvenes, los estudiantes, las y los trabajadores de todo Francia nos conmueven por muchos motivos, pero principalmente porque muestran un corte abrupto con cualquier tipo de acción rutinaria a las que nos tenían acostumbrados la burocracia sindical hasta ahora. No se trata sólo de movilizaciones masivas (la del último jueves llegó a contar con 3,5 millones de manifestantes en todo el país según la CGT), sino de huelgas salvajes con cortes de ruta y piquetes, como está ocurriendo en las refinerías de Normandía, pero también en Chambéry, Metz, Lyon, Le Havre o Guéret, donde los trabajadores desbordaron las acciones convocadas por la intersindical.

El “clima” de esas manifestaciones también está cambiando, como nos cuentan nuestros compañeros de Révolution Permanente. Ellos vienen interviniendo desde el primer día del proceso impulsando la “Red por la huelga general”, una coordinación entre distintos sectores de trabajadores y trabajadoras, muchos muy jóvenes, en la que también participan estudiantes e intelectuales que discuten cómo hacer para que este movimiento gane, pase a las políticas conservadoras y acuerdistas de la dirección intersindical y su falta total de perspectiva para luchar por la victoria. No sólo los cantos son más fuertes (y contra Macron), no solo la energía se renueva con la aparición de la juventud y la voluntad de resistencia a la represión, sino que hay una perspectiva de que se puede ganar, de que la victoria es posible.

El caso de Normandía es sintomático de lo que está pasando y del cambio de subjetividad en estos días: frente a la ocupación de una de las principales refinerías del país, el gobierno y la policía iniciaron una feroz ofensiva ordenando la requisición de los huelguistas de las refinerías (una medida represiva que viene desde el año 1938 y que rompe con el derecho a huelga en pos de la protección de las ganancias capitalistas) yendo a sus casas y dando palazos para desalojar el piquete que estaban manteniendo. No es para menos el temor de las clases dominantes: la huelga no sólo contagió entusiasmo en todo el movimiento obrero sino que el bloqueo ya afectaba fuertemente el abastecimiento de los aeropuertos parisinos que pueden dejar de funcionar este fin de semana.

Si bien las fuerzas de seguridad en un primer momento parecieron apropiarse del lugar, la tortilla se dió vuelta, ya que a las horas se encontraron con una impresionante muestra de solidaridad obrera en la que trabajadores metalúrgicos, químicos, portuarios y estibadores de la zona se sumaron a los refineros. Este viernes se sumaron al piquete jóvenes trabajadores, estudiantes, intelectuales (como Frédéric Lordon) y artistas (como la famosa actriz Adèle Haenel y el rapero Médine) de distintas partes del país, muchos organizados en una importante delegación impulsada por Révolution Permanente. “Este apoyo nos hace bien. Se nota que no estamos solos ”, decía David Guillemard, delegado CSE-CGT de la refinería [2]. El portal Mediapart comentaba el viernes que “Al grito de "¡la refinería es nuestra!" , los manifestantes, algunos de ellos de París, recuperan la posesión de la entrada principal”. Esta acción de solidaridad es parte de la política que viene levantando Revolution Permanente desde la Red por la Huelga General, algunos de cuyos miembros hablaban frente a la refinería de Nanterre: “los representantes de los refinadores, de la SNCF, pero también de los basureros de Le Havre, nos recuerdan la importancia del momento”; “nos unen los lazos de la huelga"; “ustedes sostienen la parafina y nosotros el TGV”, decían los transportistas.

Bloqueo en las puertas de la refinería Total de Normandía.
Trabajadores ferroviarios, de empresas de energía, estudiantes, y trabajadores de la RATP invaden los rieles por iniciativa de la asamblea general interpro de la Gare de Lyon.

Al mismo tiempo, los estudiantes de Bordeaux Montaigne, en una reunión de más de 500 jóvenes votaba “enviar un fuerte mensaje de apoyo a los refinadores que están siendo reprimidos, la juventud también estamos sufriendo la represión y debemos responder juntos con solidaridad”. La conclusión que van sacando distintos sectores es clara: la solidaridad de clase puede contra la represión y eso da confianza y fuerza al resto del movimiento. “Lo que está pasando hoy va más allá de la lucha contra las pensiones, podemos conseguir mucho más, podemos conseguir el fin de su mundo”, decía en el piquete del viernes al mediodía un trabajador de la refinería Total. Expresando el sentimiento de lo que estaba pasando, Laura Varlet, trabajadora ferroviaria y miembro de Revolution Permanente, dijo allí que se estaba “escribiendo una nueva página en la historia de la lucha de clases”.

Estas acciones, a su vez, empalman con semanas de huelga reconductible (es decir, que se vota desde la base su continuidad) que se vienen desarrollando en sectores estratégicos de la economía francesa como los transportistas, los recolectores de basura, los trabajadores de las empresas energéticas, las petroquímicas, etc.

A este escenario se agrega el elemento cualitativo que representa la aparición con fuerza del movimiento estudiantil y de la juventud en los últimos días, con asambleas interuniversitarias como la de Toulouse, de miles votando la solidaridad con la clase trabajadora, de casas de estudio tomadas, de secundarios marchando y enfrentando la represión salvaje con toda valentía, de jóvenes precarios copando las columnas sindicales. También son “síntomas” del cambio de flecha de la situación las “pequeñas” muestras de solidaridad que emergen día a día, como las de una quesería parisina que propuso donar sus ganancias del día al fondo de huelga o la de una médica que ofrecía atención gratuita a los damnificados por la represión.

Una experiencia muy expresiva en cuanto a la disposición a la solidaridad y la extensión del movimiento en los últimos días es la que están haciendo algunos jóvenes estudiantes de derecho y abogados de distintas partes de Francia, que ante la represión y las persecuciones policiales se empezaron a organizar en un colectivo que se conformó hace sólo dos semanas y ya tiene decenas de adherentes. Como nos cuenta Romane, una jóven abogada de Revolution Permanente e impulsora de la red, “unos 25 abogados nos contactaron en sólo dos días para incorporarse, lo que muestra que el proyecto es muy atractivo en el marco de la brutal represión del gobierno y de que aumenta el descontento contra la falta de libertades democráticas; además nuestra compañera Elsa ha empezado a aparecer en los medios de comunicación como una referente de este movimiento y de los abogados de la extrema izquierda”. Y nos agregaba un dato clave: si bien existen otras organizaciones de abogados que defienden a presos, muchas de ellas intentan mantenerse al margen de la política. Por el contrario, esta red explícitamente plantea la necesidad de “subordinar lo legal a lo político y poner la lucha de clases en el centro” por la cual vienen desarrollando acciones como la ayuda a los manifestantes detenidos o la preparación para la represión en tres universidades de París donde se respondieron preguntas sobre el derecho de huelga y se pasó un vídeo para explicar los pasos a seguir en caso de caer detenido.

Una organización así es fundamental en un momento en el que el gobierno está desplegando un enorme dispositivo represivo de forma permanente en varias ciudades del país. Aunque la violencia aún no es la que se vio con los Chalecos Amarillos, la policía y la gendermería están jugando en una fina linea que puede agregar más leña al fuego. Este sábado, sin ir más lejos, los enfrentamientos continúan en Sainte-Soline, en Deux-Sèvres en el marco de una protesta ecologista que, sin embargo, empalma con el clima de protestas nacional. La represión fue tan brutal que el pronóstico vital de algunos manifestantes parecería comprometido. Pero el ejemplo da cuenta de la tensión que se vive en todo el país y de la radicalización que acompaña el incremento de la represión.

Esta disposición y combatividad es particularmente importante entre los estudiantes y es uno de los factores determinantes que ha emergido en la última semana dentro del movimiento. Se trata de un movimiento estudiantil que hace años viene desarrollando debates, acciones y participando en la vida política, forjando en importantes sectores una conciencia “anticapitalista”, pero que había frenado su dinámica en los últimos años con la pandemia. La reaparición del movimiento estudiantil con sectores que ven en a los obreros como aliados potencia la fuerza del movimiento. Como nos cuenta Alexis, estudiantes de París 8 y miembro de Le Poing Levé (agrupación juvenil de Revolution Permanente) , los estudiantes comenzaron a ponerse en pie con decenas de asambleas en todo el país, tanto en colegios como en universidades (incluso las muy “conservadoras” o que no suelen movilizar como la Universidad Panthéon-Assas, en la cual se formó Marine Le Pen), algunas masivas, con miles de estudiantes.

En ese marco, señala que en el movimiento estudiantil “estamos impulsando la red por la huelga general, destacando mucho la idea de autoorganización, de organización desde abajo, y de masificación del movimiento en alianza con los trabajadores que están luchando. Es necesario empezar a articular todas las demandas. Entre los jóvenes hay preocupaciones que tienen que ver con la cuestión ambiental, de género, del antirracismo, pero muchas veces estas demandas están inconexas. Nosotros estamos armando ‘cuadernos de reclamos’ con los cuales apostamos a articular estas demandas y masificar la participación del movimiento estudiantil en el proceso de conjunto-. En algunos casos las autoridades de las facultades cierran administrativamente la universidad para evitar que se armen grandes asambleas y haya mayor participación. Nosotros estamos denunciando esto pero también haciendo asambleas impulsadas desde los departamentos y los cursos, para sumar a quienes todavía no han participado”.

Más de 1000 estudiantes en asamblea general en Paul Valéry, Montpellier.

A esta actividad en las universidades se suma una intensa dinámica en los secundarios. En la última jornada del jueves hubo casi 400 liceos (colegios secundarios) tomados. Se trata de un movimiento con poca estructuración y coordinación, con poca presencia de las corrientes políticas pero que tiene motores que los sensibilizan profundamente, incluso más allá de la reforma jubilatoria y que los hace ser uno de los grupos más combativos de las últimas jornadas. Es un sector que viene de varias luchas contra reformas regresivas en la educación, reformas que elitizan y excluyen a muchos de la universidad desde su temprana adolescencia y que viene acumulando bronca contra el régimen y contra un sistema que les ofrece poco futuro. Además, el intento de Macron de generalizar el "servicio nacional universal", una especie de servicio militar acotado (sin formación militar), genera un enorme rechazo que se acrecienta cuando los “docentes” que estarían a cargo de esas clases son los mismos que se encuentran del otro lado de la barricada.

Jóvenes marchando el 23 de Marzo en Burdeos.

Leo, también militante de Révolution Permanente y de Le Poing Levé, agregaba que “esta juventud también se ve a la noche, con manifestaciones salvajes que son reprimidas fuertemente por la policía. La represión radicalizó mucho a la juventud que ve que el gobierno quiere imponer sus medidas a los palazos. Son cientos de jóvenes los que participan también en los piquetes de huelga. El movimiento no sólo se radicalizó en sus demandas, en sus métodos de lucha, sino que también se extendió a nuevos sectores”. Y nos cuenta algo muy interesante sobre la importancia de la coordinación que ellos están impulsando y cómo fue clave en este cambio de situación: “hemos impulsado organismos de coordinación interfacultades desde enero, desde que comenzó todo el movimiento. En la primera fase eran más pequeñas, pero tuvimos iniciativa y organizamos marchas en el Barrio Latino, ese barrio mítico por las barricadas del Mayo Francés. Ahí todavía éramos pocos pero logramos hacer acciones importantes. Pero ahora que el movimiento se radicalizó la coordinación interuniversitaria fue, por ejemplo, la que llamó a una marcha hacia la asamblea nacional el día en que se conoció el 49.3, cuando ni la intersindical ni nadie había convocado. A partir de esta convocatoria se juntaron miles de personas y fue la única marcha convocada ese día en la capital de París en el marco del silencio de las direcciones sindicales”.
Todo esto confirma que el intento de Macron y de sectores de la burguesía de mostrar las acciones radicalizadas de los últimos días como impulsados por una “minoría”, cae totalmente en saco roto. No sólo las acciones se masifican día a día, sino que las propias encuestas dan cuenta de que el movimiento es sumamente popular: el 79% de los trabajadores y el 62% de la población consideran que el movimiento debe endurecerse para ganar. A su vez, la radicalización de las acciones se ha extendido nacionalmente, sorprendiendo por los feroces combates en pueblos y ciudades que se consideraban “tranquilos”, y más importante aún: las mismas cuentan con un gran consenso. Es que como nos cuenta nuestra compañera Alberta, estudiante y militante de Révolution Permanente la situación en los últimos ya no es la misma: “Ya no son sólo las jubilaciones”, “el decreto 49-3 despertó una rabia que va mucho más allá de cuestión de la jubilación, la gente no puede soportar esa medida antidemocrática, que quiere hacer pasar la ley sin consultar al parlamento (además de que fue una ley súper rechazada en la población). Esto despertó una rabia en general contra el régimen y por eso se escucha que Macron se vaya junto con todo su gobierno. Lo que también cambió es la brutal represión”.

La marcha del jueves 23/3, una de las más grandes hasta ahora.

Leo fue uno de los detenidos por esta represión pero nos asegura que si la intención era desmoralizar a los huelguistas y jóvenes como él no lo están logrando: muchos de los detenidos que estaban allí en la comisaría, luego de ser arrestados por organizar una acción de solidaridad con el piquete de huelga que organizaban los recolectores de basura, al ser liberados se sumaron a la Red por la Huelga General y volvieron a manifestarse. El nos contaba que ahora “se está haciendo una crítica radical al gobierno, e incluso a la quinta república francesa, a sus rasgos más antidemocráticos. Cada noche la juventud está enfrentando a la policía en las calles de París y está manifestando sin esperar las consignas de la intersindical burocrática que está dirigiendo el movimiento hacia la derrota, queriéndolo pacificar”. Además, agregaba que “ante esto el gobierno también se está radicalizando e intenta parar por la fuerza el movimiento en curso. Por eso empezaron a encarcelar a cientos de jóvenes cada día y yo fui uno de ellos, que terminó en una cárcel durante casi tres días. Luego de eso recibimos un gran apoyo en todo Francia con manifestaciones de cientos en frente de la comisaría. También me enviaron decenas de videos de trabajadores, artistas e intelectuales que mandaron su solidaridad. A nivel internacional recibimos un gran apoyo de nuestros compañeros de la FT (Fracción Trotskista- Cuarta Internacional) y del PTS que agradezco mucho. Me pareció muy buena la acción que hicieron el 24 de marzo frente a la embajada francesa en Buenos Aires”.

Para terminar, hablamos un poco de las perspectivas en los próximos días y de la política más general que están planteando desde Révolution Permanente y la Red por la Huelga General: “El gobierno quiere requisar a los huelguistas de los sectores centrales, estratégicos de la economía. Porque en unos días no va a haber gasolina en toda Francia. Por eso estamos con los compañeros de Révolution Permanente y de la Red por la Huelga General, de la que participan decenas de compañeros de las refinerías de los transportes, de los recolectores, en el piquete de huelga de Normandía defendiendolo de la policía y de que sea requisado para apagar la huelga. Nuestra perspectiva es que surjan en todos lados Comités de Acción, que discutan medidas de fortalecimiento de la huelga y coordinación con otros sectores, en la perspectiva de la generalización de la huelga a toda la clase trabajadora, algo que se niega a hacer la intersindical. La intersindical parece sobrepasada pero todavía falta la emergencia de una dirección alternativa. La intersindical no repudia la represión, no apoya las acciones más radicalizadas ni se enfrenta a las requisiciones, pero falta una dirección alternativa que logré superarla. Apostamos a que el movimiento pueda ampliar sus reivindicaciones hacia la cuestión de los salarios y el conjunto de las demandas que hoy afectan a la clase obrera y a la juventud. Todo esto en la perspectiva de una huelga general política en contra del gobierno para conquistar todas nuestras demandas que necesariamente va a ir contra el régimen antidemocrático de la quinta república”.

Primera reunión de la Red por la Huelga General en la Bolsa de Trabajo de París, el 13/3.
La Red por la Huelga General marchando codo a codo junto a la coordinación sin papeles de París durante la manifestación contra la ley de inmigración y jubilación

El panorama de lo que está por venir aún está completamente abierto. Pero en principio podemos decir que hay un antes y un después del marzo francés. Tras años de pandemia, en el marco de una guerra reaccionaria en el centro de Europa y de un capitalismo que va de crisis en crisis, la clase obrera francesa se planta e ilumina con sus barricadas nuevas perspectivas de futuro. Contra el discurso que quiere desmoralizar diciendo que todo gira a la derecha, que la clase obrera ya fue, y que sólo queda resignarse a la miseria de lo posible, la juventud y los trabajadores de Francia nos llenan de energía para pelear día a día contra este sistema de explotación y opresión que no tiene nada para ofrecer. La construcción de una organización revolucionaria en Francia, como la que están poniendo en pie nuestros camaradas de Révolution Permanente, es un paso fundamental para pelear por la victoria de este gran movimiento y una fuente de inspiración para los revolucionarios de todo el mundo.


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[1Que habilita que una ley sea aprobada sin votación si no media un voto de censura en 24hs, lo cual no ocurrió.
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Gabi Phyro

Historiador. Miembro del Comité Editorial de Armas de la Crítica