Cambiemos no era un monstruo invencible. El 14 y 18 de diciembre se demostró. Salimos a la calles desde temprano y terminamos a la noche copando todos los barrios con cacerolazos contra la reforma previsional.
Miércoles 31 de enero de 2018 16:31
Mauricio logró aprobar la ley previsional pero no le fue fácil ni gratis. Desde ese momento al día de hoy, con el escándalo del Ministro Triaca en el medio, que mantenía una empleada doméstica en negro, y con el anuncio de aumento de tarifas ¡La imagen positiva de Macri cayó un 10% y continúa en picada! Sus votantes se están preguntando si no fue un error haberlo elegido. Empieza a haber también, sectores que rompen definitivamente con el gobierno, porque “no lo votaron para eso”. No era un cheque en blanco, se ve.
Más información: Escándalo: Jorge Triaca insultó y echó a una empleada por WhatsApp
La herida que no cierra
Ahora, la preocupación que tienen ellos es cómo seguir con su plan económico sin provocar la misma reacción, porque si esa herida que le provocaron los trabajadores continua, podrían desbordarse.
Los patrones no se tomaron vacaciones y en enero siguieron los despidos a lo largo y ancho del país, pero se encontraron con que los telegramas de despido tenían resistencia, porque diciembre dejó ideas fuertes en la cabeza de miles: desde los ingenios azucareros en Jujuy, hasta los mineros de la Patagonia. Pasando por los trabajadores de la salud y la educación como en la UEP en La Plata, obreros de la industria y la alimentación como Cresta Roja y los trabajadores de Fanazul. La predisposición de los trabajadores a defender con uñas y dientes sus empleos prende una alarma en el gobierno de los CEOs.
Te puede interesar: Alerta censura: los grandes medios ocultan las luchas obreras de todo el país
Un claro ejemplo son los trabajadores del Hospital Posadas enfrentando los despidos y el vaciamiento de la salud pública. Allí, una de las despedidas es la única técnica en cáncer del hospital y junto con ella quieren dejar en la calle 120 enfermeros y médicos.
¿A dónde está, que no se ve?
Toda esa voluntad de lucha se encuentra con un obstáculo: las conducciones sindicales burocráticas en los lugares de trabajo, que necesitan que nada los desborde desde abajo para no perder sus privilegios. En las fábricas donde no hay experiencia de lucha, la intimidación, los aprietes y el miedo que meten los burócratas es aún más grande.
La CGT y la CTA fueron cómplices totales de que se apruebe el robo a nuestros abuelos. ¿Qué hubiera pasado si las fábricas, los puertos, los subtes, los colectivos, los bancos y las telecomunicaciones dejaban de funcionar, como un mensaje para que se frene la ley? ¿Y si esas conducciones y centrales garantizaban el paro y transporte en micros para que todos los trabajadores que quisieran pudieran ir ese día a la puerta del congreso a decir que frenen la votación?
La fuerza de los trabajadores es enorme. El desafío entonces está en romper las cadenas de esas burocracias y conducciones, transformar la lucha por los puestos de trabajo en enfrentamiento contra el gobierno; unir las distintas luchas en curso para pegar con un mismo puño. ¡Al gobierno le conviene que estemos todos peleando por separado! Tenemos que exigir que se hagan acciones contundentes, que ganen el más amplio apoyo como se vió que hicieron los trabajadores de Fanazul, que impulsaron marchas de miles de personas en el pueblo de Azul.
Estrategia de esperar o de vencer
Esos que se mostraron durante las elecciones como opositores, son los mismos diputados peronistas que le garantizaron Quorum y votos a Cambiemos en la reforma previsional. Ni hablar del mismísimo Daniel Scioli, quien se ausentó en la sesión definitiva. De "presidente que iba a enfrentar a la derecha" a cómplice ajustador, en un solo paso.
Después de las jornadas de diciembre, no solo salió golpeado el gobierno, sino que algunos votantes de Unidad Ciudadana también empezaron a preguntarse cuánto estaban haciendo realmente para frenar el plan de Macri.
Es que la estrategia de Cristina y todo el peronismo (que empieza a dudar si Macri va a ser reelecto nuevamente y si no pueden ganar ellos) es esperar a 2019 y superarlos en las urnas. La misma CFK dijo que va a hacer "todo para que en 2019 otro argentino esté en la Casa Rosada". Por eso ahora discuten una nueva unificación del peronismo.
En la receta de esperar y canalizar vía votos, está la explicación de por qué no mueven los sindicatos que dirigen (como los estatales, el subte, o docentes) para masificar, unificar las luchas en curso y que los trabajadores avancen en sus demandas. Para dejar de resistir y poder pasar a la ofensiva también.
En esta estrategia, demuestran ser una fuerza política más cómplice que opositora a los planes de ajuste.
Seamos fuerza para vencer
Los estudiantes, que estamos volviendo ahora a los cursos de verano, los que salimos a las calles cuando gritamos #NiUnaMenos y exigimos la aparición de Santiago Maldonado, somos los mismos que salimos esos días de diciembre a defender a los jubilados y a enfrenar al gobierno. La pregunta que queda en el aire es ¿Y ahora cómo seguimos?
Hay cientos de estudiantes y trabajadores jóvenes que ahora se preguntan cómo enfrentamos al gobierno, como seguimos después de diciembre. Esto no se expresa en los lugares de estudio porque los centros de estudiantes no vienen siendo participativos, ni ayudan a la organización. Tenemos a la Franja Morada y al PRO, que son parte del gobierno nacional, usando a los centros para sus propias ganancias y negocios, por ejemplo, con los bares y fotocopiadores privatizados como en derecho o económicas. Por otro lado, en algunas facultades como sociales está el peronismo, que mantiene la pasividad y deja pasar cada avance y cada ataque para que nada se desborde y volver al gobierno en 2019. En este sentido vemos también el límite que tiene la FUBA, dirijida por corrientes del kirchnerismo y la izquierda, como La Mella y el Partido Obrero, que no se propone organizar a los estudiantes y simplemente publican declaraciones de intención
Quienes formamos parte de las agrupaciones impulsadas por la Juventud del PTS y compañeros independientes, como En Clave Roja, Contraimagen, la 9 de abril o La Izquierda en Derecho, queremos recuperar los centros de estudiantes para que sean una herramienta de organización. Desde la conducción del Centro de Estudiantes de Filosofia y Letras (CEFyL), nos proponemos mostrar cómo se puede romper con este rutinarismo de las corrientes opositoras a Macri. Estuvimos durante todo el año pasado participando de las comisiones de base de la facultad, convocando a las principales luchas, u organizando actividades masivas como el paro por Santiago Maldonado, donde en unidad entre docentes, estudiantes y no docentes paramos la facultad. Durante las vacaciones, estuvimos dándole apoyo a los trabajadores, organizando grandes fondos de lucha como ahora para los trabajadores del Hospital Posadas, donde el CEFyL aportará 10.800 pesos.
Esta alianza entre estudiantes y trabajadores es la que tenemos que lograr. Ellos tienen una fuerza imparable. Es la alianza que hace temblar a los sectores dominantes, como mostró en la historia el Mayo Francés, y el Cordobazo en nuestro país. No solo puede enfrentar al gobierno sino que puede dar fuerzas para poner en práctica la idea de que no necesitamos a las patronales en el gobierno, ni a sus amigos en los sillones de los sindicatos y centros de estudiantes. Se pueden recuperar nuestras organizaciones para la lucha, así como también esa es la base para pensar un gobierno propio de los trabajadores, que se proponga terminar con este sistema de explotación, opresión y miseria en el mundo.
Por eso, los estudiantes universitarios, secundarios, terciarios y los trabajadores que estamos impulsando estas agrupaciones, referenciadas en el Frente de Izquierda, en toda la ciudad, queremos llevar una campaña masiva a todos los lugares de estudio y de trabajo, de solidaridad con los despedidos del Hospital Posadas y todas las luchas en curso, para ampliar y conseguir cada vez más influencia y fuerza organizada para dar estas peleas:
- Acompañar todas las acciones de lucha que voten en asamblea los trabajadores que están peleando por sus puestos de trabajo, proponiendo unidad y coordinación de todas las luchas.
- Exigir a los centros de estudiantes, federaciones y coordinadoras de base que participen de las acciones, que realicen aportes al fondo de lucha y pongan sus canales de difusión al servicio de masificar estas peleas.
- Colaborar aportando un fondo de lucha de $100.000 pesos como piso, para que no quiebren por hambre la lucha contra los despidos, yendo a difundir los conflictos a los cursos de verano, a las calles, a las plazas y a los transportes. Organizar festivales y actividades para ganar apoyo. Desplegar nuestras capacidades para rodear de solidaridad con nuevas iniciativas, como hacen los estudiantes de medicina, poniendo postas sanitarias en las principales esquinas de la ciudad para que la gente se haga un chequeo gratis y difundir la lucha de los trabajadores del Hospital Posadas.
- Seguir desarrollando los cursos de marxismo para seguir intercambiando sobre los objetivos de nuestra juventud con cientos de compañeros.
- Preparar un nuevo paro internacional de mujeres para este 8 de Marzo, donde las mujeres trabajadoras sean las protagonistas y muestren el potencial de lucha que tienen.
Lee también: Orgullosamente feminista y socialista